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el paso de la escritora por la ciudad

València, la salida de emergencia al exilio de Elena Fortún

21/12/2023 - 

VALÈNCIA. Elena Fortún lo fue todo en la literatura infantil y juvenil de las primeras décadas del siglo XX. No porque fuera un persona de gran fama, sino porque su nombre estaba impreso en miles y miles de libros que esperaban los y las fans de Celia, la pequeña contestona. Luego, cayó en el olvido, pero había plantado una semilla en muchas amistades y lectoras que luego serían las grandes escritoras de la literatura española del siglo XX, como Carmen Martín Gaite o Carmen Laforet.

La reivindicación encendida de Elena Fortún ha permitido hacer un estudio completísimo tanto de su vida como de su obra. Y a partir de ahí, un hilo rojo de la amistad entre escritoras se ha ido tejiendo para acabar formando una historia alternativa de la literatura española del siglo XX. Elena Fortún ha sido un vehículo para todo eso. La Editorial Renacimiento (que ha sido la encargada de capitanear esta completa recuperación de su bibliografía y estudios sobre ella) publica ahora Elena y sus amigos. Antología de escritos sobre Elena Fortún y su obra, bajo la edición de la valenciana Purificació Mascarell. En él, se recogen escritos de diferente naturaleza en la que varias personas cuentan cuál es su relación con la escritora y los libros de Celia.

En cada capítulo, Mascarell hace una pequeña presentación explicando cuál fue la relación de la persona que escribe con Fortún, tanto en vida como simplemente lectoras. En los escritos se denota cómo, desde la Guerra Civil, las circunstancias personales se cruzaron con Celia, y la vida y la literatura no pudieron separarse jamás. El tormento de Fortún, que nunca tuvo una vida fácil, solo lo pudieron amortiguar sus numerosas amigas y una legión de personas que querían seguir sabiendo sobre Celia. 

Su creación supuso un revulsivo que expandió las mentes de niños y niñas de aquella época apostando, precisamente, por hacer un retrato realista de su vida, pero en la que una niña podía contestar, hacerse las grandes preguntas de la vida, y ser inocente pero aguda a más no poder.

Elena y sus amigos recoge esas dos dimensiones: la de la vida tormentosa de Fortún, cuyas disidencias le acarrearon no pocas desgracias; y todo lo que sembró, bajo la apariencia de unos inocentes libros infantiles, en tantas personas.

València, punto accidental de su biografía

En varios de esos escritos sale como referencia la ciudad de València, con la que tuvo una brevísima pero intensa relación. Y es que este fue precisamente el lugar desde el que salió el barco para exiliarse en 1939 por la Guerra Civil, ya que su marido, Eusebio de Gorbea i Lemmi, era militar republicano.

Lo hizo sola (de Gorbea lo hizo a pie cruzando los Pirineos) y el barco que debía seguir el trayecto València a Francia, según apuntan en diferentes momentos del libro recién publicado, naufragó durante quince días y acabó en Italia. Un suceso ciertamente traumático para Fortún, pero que le llegar después a Francia y finalmente a Suiza, donde residían los padres de su nuera estadounidense que le acogieron un corto periodo de tiempo hasta que decidieron montar su nueva vida en Buenos Aires.

Así lo cuenta la argentina María Concepción Cutanda, que conoció a Fortún ya en el exilio: “Su viaje fue una verdadera odisea… Eran unas ciento y tantas personas, hombres, mujeres, niños… Escondidos en la cala de un vapor viejo pensaban llegar en un día de viaje, a Francia, de Valencia, donde embarcaron. Ese día se convirtió en quince. Una madrugada, después de cinco días de tormenta, se avistó una raya negra en el horizonte. ¡Tierra! ¡Francia al fin! Sí, tierra; pero de Italia”, relata en el escrito recogido por Mascarell en el libro.

También cuenta una curiosidad: “Un médico de València, amiga de nuestra escritora, le dio antes de partir, en un libro, dos hojas pegadas que no debía abrir sino en Francia. Así lo hizo. Contenía pesetas de una emisión con valor en el extranjero”. Fue ese dinero, convertido en francos, los que le permitieron llegar hasta Suiza y empezar su nueva vida, arrasada por la barbarie de la dictadura.

El exilio será determinante para Fortún y quedará grabado a fuego en las páginas Celia en la Revolución, que escribió en la primera mitad de la década de los 40, no se recuperaría hasta los 80, gracias al descubrimiento del manuscrito por parte de Marisol Dorao, y aún así pasó totalmente desapercibido hasta que se ha seguido reivindicando la obra de Fortún. La gran reedición del libro se hizo en 2016, con varias reimpresiones.

En el exilio, la vida de Fortún se transformará y determinará constantemente su escritora y su relación con Celia, 

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