VALÈNCIA. Todas las facilidades. Lo que necesite. Todas las comodidades. El Ayuntamiento de València está dispuesto a poner en bandeja de plata al empresario Juan Roig las condiciones más ventajosas para que salga adelante su proyecto de crear un pabellón del tipo Arena en València. La concejal de Patrimonio y portavoz de València En Comú, María Oliver, aseguró a Valencia Plaza que estaban dispuestos hasta ofrecer 75 años de concesión para que pudiera amortizar la inversión. Su única condición, su línea roja, es que no venderán el suelo público donde se instalará el pabellón.
Para el consistorio el proyecto de Roig es una iniciativa loable que apoyan por la repercusión social que tendrá. La intención del propietario de Mercadona es construir el que aspira a ser el mejor pabellón polideportivo de España, con un presupuesto que, según diversas fuentes, superará holgadamente los 100 millones y que abonaría íntegramente él. El proyecto lo lleva acariciando desde hace años e incluso hubo un intento de instalarlo sobre suelo universitario. Para diseñarlo se han tomado como modelo diferentes pabellones europeos.
El terreno deseado ya estuvo también en su día sobre la mesa para albergar uno de los grandes proyectos culturales fallidos impulsado durante los años de gobierno del PP. En concreto se trata de la Torre de la Música, planeada por el arquitecto Antón García-Abril, que iba a ser la sede en València de la Berklee College. Finalmente la universidad estadounidense se instaló en los bajos del Palau de les Arts y el suelo, calificado como suelo docente para escuela de música, quedó sin destino.
Fue tras la inauguración de L’Alqueria del Basket que se concretó la propuesta de Roig de crear un estadio que, a la manera del Berlín Arena, sirva también como espacio multiusos. Con una capacidad de 17.000 butacas, el estadio alemán, que tuvo un presupuesto de construcción de 165 millones de euros, está esponsorizado en la actualidad por Mercedes Benz y es la sede del equipo de baloncesto Alba Berlin o del equipo de hockey sobre hielo Eisbären Berlin. Asimismo, es conocido por albergar grandes conciertos. Inaugurado en 2008, la primera gran banda que actuó en él fue Metallica.
Roig aspira a que el nuevo pabellón valenciano se convierta en un polo dinamizador social y cultural al igual que el Mercedes—Benz Arena. Entre sus objetivos más inmediatos, que albergue una edición de la Copa del Rey de baloncesto y Finals Four, algo que no puede realizarse ahora en València por las escasas dimensiones de la Fuente de San Luis. El pabellón valenciano tiene una capacidad de 8.500 personas y, por ejemplo, para acoger una Copa del Rey se precisa una capacidad mínima de 10.000 butacas. El nuevo pabellón tendrá, como mínimo, 15.000.
Un proyecto filantrópico que se ha encontrado con los reparos municipales a la venta del terreno, que es lo que quiere el empresario. El primero de ellos, dicen fuentes del Ayuntamiento, es el legal. Si se vende el terreno se abrirá la posibilidad a que otros propietarios expropiados de la zona reclamasen indemnizaciones. El segundo es sobre el control del suelo. En este sentido Oliver insiste en que el Ayuntamiento no quiere hacer negocio. “No buscamos ganar dinero, sino que lo que nos interesa es que se haga bien”, explicó. Y una concesión tendrá muchos menos problemas legales y unos plazos de tiempo considerablemente más cortos que una venta.
Desde el Ayuntamiento le han puesto deberes al equipo del empresario. El primero de ellos es que presenten lo antes posible un plan de negocio lo más ajustado a la realidad posible. El consistorio no quiere que la concesión sea gravosa y por ello está dispuesto a estudiar los plazos necesarios de tiempo para que Roig pueda recuperar su inversión. Con ese plan en la mano, el consistorio activaría el protocolo para, lo antes posible, realizar la concesión.
Desde el consistorio insisten en que con una venta se entraría en un terreno legal hasta ahora inexplorado y posiblemente problemático que se extendería años. Mientras que con una concesión el pabellón podría estar construido en menos de dos años y albergar la Copa del Rey de 2021. La margarita está ahora en manos del empresario, que debe deshojar.