VALÈNCIA. Empiezan a ver la luz grandes proyectos iniciados el pasado mandato por el Ayuntamiento de València. Está a punto de ser una realidad el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella (PEP), diseñado por el área de Urbanismo que dirigió hasta el pasado año Vicent Sarrià, y que ahora encabeza la edil Sandra Gómez. Tras tener el visto bueno la semana pasada en la Comisión Territorial de Urbanismo de la Generalitat Valenciana, sólo falta que se publique en el Diari Oficial (DOGV). Y su entrada en vigor implicará desactivar la moratoria hotelera que rige el casco histórico desde 2018 y que no sólo afectaba a nuevas licencias de hoteles, sino también de apartamentos turísticos.
Concretamente, en febrero de 2018 el consistorio aprobó la suspensión cautelar de la tramitación y otorgamiento de licencias y declaraciones de obra y actividad para nuevos hoteles y apartamentos turísticos, y en julio, hizo lo propio con los cambios de uso para el mismo fin. El plazo de finalización contemplado para dicha moratoria era de dos años, por lo que la fecha límite sería el próximo 26 de febrero, que se adelantará en el caso de que se publique el PEP antes. Así, este veto total a la ubicación de nuevos usos hoteleros en el casco histórico se sustituirá por las nuevas restricciones del Plan Especial, que dependen tanto del tipo de establecimientos como de la zona en la que se inserten dentro de la almendra de la capital. El Plan establece diferentes zonas y subzonas con distintas limitaciones en cuanto a locales hoteleros y apartamentos turísticos y que están sobre el plano en este documento.
El PEP diferencia, por un lado, entre el uso hotelero -hoteles, hostales, pensiones y apartamentos en régimen de explotación hotelera- y el uso de vivienda turística -una vivienda completa que se destina a fines turísticos-. Y además, clarifica la distinción entre una vivienda turística 'profesional' -situada en un bloque completo con este tipo de pisos- y la 'temporal' -la vivienda habitual de un propietario que, hasta 60 días al año, decide alquilar con fines turísticos y que precisará del permiso de la Comunidad de Propietarios-.
Así, el área de mayor influencia es la de predominancia residencial, que impregna buena parte del centro. Concretamente, los barrios de El Carme, La Seu, La Xerea y El Mercat (color gris en el mapa inferior). Aquí quedará prohibido generalmente todos los usos hoteleros y las viviendas turísticas profesionales. Sí permitirá que, en un futuro, se puedan implantar nuevas viviendas turísticas temporales, siempre en edificios residenciales y mixtos, y por encima de los usos no residenciales. Será en un futuro porque el PEP aplaza este permiso hasta que exista una ordenanza propia de apartamentos turísticos. Ordenanza que ni está ni se le espera, por el momento. En el consistorio todavía no se han puesto con ella. Así que, por ahora, los nuevos pisos turísticos 'temporales' estarán prohibidos en toda Ciutat Vella.
El barrio de Sant Francesc, el más comercial, por contra, no tendrá tantos límites. Es donde se concentra el área de predominancia terciaria (color cian en el mapa superior), que sí permite nuevos hoteles y viviendas turísticas profesionales, pero estas últimas a una distancia mínima entre bloques de 150 metros. Las temporales, por su parte, se rigen por las mismas normas que en el resto de Ciutat Vella.
Fundamentalmente en Sant Francesc también existen edificios que ahora mismo ya son mixtos, es decir, que conjugan usos residenciales con usos terciarios -por ejemplo, oficinas-. Aquí, el nuevo Plan lo que hace es limitar que los usos terciarios no puedan superar la mitad del suelo construido en la parcela en cuestión, de manera que el uso hotelero entra en esta restricción. Este en concreto, además, deberá situarse siempre por encima del resto de usos terciarios, y por debajo de viviendas.
Y también esta zona eminentemente comercial aglutina la mayoría del área de terciario exclusivo (color violáceo del mapa), donde se veta completamente las nuevas viviendas turísticas y se permiten los hoteles y establecimientos similares siempre que se ubiquen en edificios de uso exclusivo. También lo podrán hacer en edificios que compartan con otros usos terciarios, como oficinas, comercios o locales recreativos, pero siempre por encima de ellos. En el caso de estar en la misma planta, el establecimiento hotelero deberá contar con accesos a la calle independientes.
A los llamados edificios singulares se les da de comer a parte. Son algunos de los coloreados con violeta que se encuentran repartidos por todo el casco histórico y se trata de edificaciones señoriales o palaciegas, o de arquitectura religiosa, y difícilmente adaptable para uso residencial. Por ello, el PEP permite que, a cambio de rehabilitarlos y mantenerlos, en ellas se implanten usos terciarios, ya sean comerciales, oficinas u hoteles, pero nunca viviendas turísticas, y siempre requerirá del visto bueno de la Comisión de Patrimonio consistorial.
Era lo que algunos vecinos querían paralizar: que este tipo de edificaciones acabaran siendo explotados por empresas hoteleras. Según asociaciones como Amics del Carme, hay 50 emplazamientos dentro de esta calificación. Sin embargo, la alegación presentada por estas plataformas ha sido destinada. En el consistorio siempre han asegurado que estas construcciones son de difícil rehabilitación, y difícilmente convertibles en viviendas, por lo que para asegurar su supervivencia, se puede recurrir al uso terciario para que, quien se haga cargo de ellas, asegure su conservación.
También hay novedades orgánicas en el Ayuntamiento de València en lo referente al uso turístico en la ciudad. La comisión permanente del Consell Local de Turisme, que preside el edil de Turismo, Emiliano García, acordó este lunes, según ha podido confirmar Valencia Plaza, proponer al propio Consell la creación de cuatro comisiones o grupos de trabajo centrados en cuestiones concretas: accesibilidad, estilo sostenible, seguimiento del Observatorio del Turismo, y otra de apartamentos turísticos. Así, cada una estará formada por varios miembros del Consell Local, y además estarán presentes diferentes expertos relacionados con la materia en cuestión. Para la de apartamentos turísticos, por ejemplo, se han propuesto 13 expertos, entre los cuales el Consell habrá de elegir a media docena.
Para la edil del PP Paula Llobet, es conveniente esta comisión sobre los apartamentos turísticos, pero "siempre y cuando se le dote de capacidad para sacar adelante iniciativas que permitan mejorar la situación actual en la ciudad". "Es evidente", asegura la concejala popular, que en València se está produciendo "una proliferación incontrolada de alquileres turísticos, que en muchos casos incumplen con la normativa municipal y autonómica", lo que se debe a "la falta de inspección y la falta de una regulación más precisa".
Esto, subraya, se podría hacer mediante una ordenanza municipal específica que desarrollara la actual Ley de Turismo de la Comunitat Valenciana. "Por tanto, las comisiones están bien, pero es momento de actuar, más allá de sondeos y estudios; hay que tomar decisiones que influyan de forma positiva para que el turismo siga siendo una oportunidad para todos los valencianos y no un problema", concluye Llobet.