VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València continúa con los trámites habituales previos a la celebración de la semana fallera, que en este inusual año está prevista entre el 1 y el 5 de septiembre. El consistorio ya ha preparado el protocolo de seguridad rutinario para los actos pirotécnicos, como cualquier año normal, a la espera de que la Conselleria de Sanidad tome una decisión de qué y cómo se puede celebrar en función de la situación sanitaria.
La concejalía de Protección Ciudadana, y en concreto el departamento de Bomberos, aprobó el pasado jueves el "Protocolo de actuación municipal Fallas 2021". Así pues, el documento al que ha tenido acceso este diario explica que la concejalía de Cultura Festiva encargó la elaboración de este plan de actuación dado que, como cada año, esta semana conlleva "un programa de actos con una importante participación ciudadana" y se busca contar "con la debida protección municipal".
Así pues, el protocolo consta de un detallado calendario de actos pirotécnicos, sus correspondientes dispositivos de seguridad -aquí entran Policía Local, Bomberos, Protección, técnicos municipales de Arquitectura, ambulancias, etcétera-, y las medidas que hay que tomar en cada uno de los casos. Se trata de disparos pirotécnicos en diferentes barrios de la ciudad entre el 1 y el 5 de septiembre, así como la Cremà de las fallas municipales en la madrugada del día 5 al 6.
De esta manera, el consistorio cumple con la obligación de llevar a cabo este protocolo, si bien todavía se desconoce cómo se desarrollará la semana fallera en todos sus aspectos. Por eso el documento explica que, "en todo caso, durante la celebración de estos actos y en el montaje y desmontaje de las instalaciones, se han de cumplir los criterios y las medidas de prevención y protección vigentes respecto a la covid-19 establecidas por la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, así como cualquier otra consideración dictada por las autoridades sanitarias correspondientes".
Ciertamente, la pelota sobre el protocolo sanitario está en la Conselleria de Sanidad, que dirige la socialista Ana Barceló, después de que el alcalde de València, Joan Ribó, le pidiera a principios de septiembre al menos unas medidas claras pero flexibles, que permitieran adaptar la celebración de actos festivos falleros a principios de septiembre en función del nivel de contagios que haya en la ciudad entonces.
El primer edil entendía entonces que es "muy difícil establecer protocolos" ante la inestabilidad del virus y por eso planteaba a la Generalitat Valenciana crear este abanico de "dos o tres posibilidades" dependiendo de la situación pandémica en el Cap i Casal una vez llegada la semana fallera. Y con ello, Ribó creía que se podría "dar garantías a los falleros de que la fiesta se hará, y también al Ayuntamiento de que las Fallas se realizarán con garantías sanitarias".
La Conselleria todavía no ha tomado ninguna determinación al respecto. De hecho, fuentes del departamento de Barceló explicaban la pasada semana a este diario su intención de esperar a analizar cómo evoluciona la ola veraniega de contagios antes de tomar una decisión sobre el protocolo a fijar en la semana fallera. En este sentido, explicaban que era todavía pronto para poder dejar claro un horizonte. En València está implantado a día de hoy el toque de queda a la una de la madrugada.
Mientras, el consistorio ha ido haciendo su camino. Por ejemplo, el gobierno municipal ha aprobado el bando fallero dejando claro que "está supeditado a la situación sanitaria del momento". Ahora bien, ya se ha fijado que habrá analogía entre las celebraciones y las limitaciones a la hostelería: el horario de las carpas no podrá exceder el de la hostelería ni tampoco de la 1.30h de la madrugada. Lo mismo ocurrirá con las actividades culturales y no se permitirán verbenas. También se fijan otras normas habituales como la restricción de acceso al centro histórico.
Por otro lado, también el consistorio ha autorizado ya la instalación de 54 churrerías en la calle durante la semana del 31 de agosto al 5 de septiembre. Los puestos, que estarán exentos de pagar tasas este año, han sido solicitados en buena parte por comisiones falleras a pesar de que también hay peticiones por parte de bares, heladerías y horchaterías. Con la aprobación ahora del protocolo de seguridad para los actos pirotécnicos se ata un cabo más de las fiestas falleras, a la espera de lo que diga Sanidad.