VALÈNCIA, (EFE). El Ayuntamiento de València tiene "madurado" un borrador de la Ley de Capitalidad, que otorgue a la ciudad más competencias y una financiación acorde y que ahora tiene que perfilar con la Generalitat a través de una comisión mixta, con el objetivo de poder abordarlo esta legislatura.
El alcalde de València, Joan Ribó, asegura en una entrevista con EFE que el que es el penúltimo punto del acuerdo de gobierno de la Nau es "urgente" e "imprescindible" para una ciudad que quiere convertirse en el "cap i casal" de la Comunitat, y considera que "teóricamente hay tiempo para abordarlo en esta legislatura".
El consistorio trabaja en un borrador que "ya está maduro" y se ha trasladado al president de la Generalitat, Ximo Puig; según Ribó, ahora tienen que crear una comisión mixta para "elaborar un documento conjunto" y acordado entre ambas Administraciones.
Ribó recuerda que la anterior alcaldesa, Rita Barberá, ya lo planteó pero, sin acuerdo con el Consell, todo "quedó en agua de borrajas" y ahora lo retoman porque es "fundamental" como también lo es crear el área metropolitana, sin la cual, según el alcalde, se pierden recursos del Gobierno central como el contrato programa pero también muchas subvenciones europeas.
Asegura que en dos años se "perciben" cambios en una ciudad "con índices de pobreza y marginación importantes", especialmente en servicios sociales, con casi el doble de presupuesto, para evitar desahucios por impagos hipotecarios, ayudar a mitigar la pobreza energética o dar comidas en los colegios en verano.
Además, valora que cualquiera se pueda empadronar en València sin tener vivienda en la ciudad para acceder a servicios básicos y que se hayan revertido las críticas por la falta de limpieza, que ha aumentado sus partidas y se está aplicando "a toda la ciudad".
Para Ribó, en el ámbito de la movilidad destaca la pacificación del tráfico en la zona centro o el entorno de la Lonja, el aumento de los carriles bici, que hay más superficie para los peatones y que València "es la ciudad de España donde más crece el número de usuarios del transporte público", lo que arroja "un resultado positivo" a pesar de "algunas críticas".
Destaca también que "el Cabanyal ya no se va a cortar a cuchillo y avanza en mejoras urbanísticos y sociales", aunque admite que "quedan cosas por hacer".
Ribó sentencia que València está en una "dirección totalmente distinta" y ha pasado "de ser una ciudad de grandes eventos a Capital Mundial de la Alimentación, Patrimonio de la Humanidad con las Fallas, una ciudad amable y en la que está creciendo el turismo de forma importante".
Al alcalde no le preocupan las críticas suscitadas por las iniciativas en movilidad, a su juicio, "muy reducidas y muy dirigidas". Al contrario, asegura que "ojalá" la movilidad fuera su "talón de Aquiles", porque ello significaría que tienen "una salud de hierro".
"Por desgracia, lo que se está haciendo en València no es una originalidad. Hacemos lo mismo que se hace en todas las ciudades importantes", apunta a EFE para subrayar: "Estamos poniendo al día una política de movilidad que estaba anclada en unos paradigmas que hoy no se utilizan en ninguna ciudad desarrollada".
Ribó dice ser consciente de que la gente "tiene que acostumbrarse" a la redistribución del espacio público, "que es de todos", y "ello siempre supone un proceso de aprendizaje" aunque insiste en que no le preocupa.
Para el alcalde "sí hay una cosa importante en València que había y ya no hay: corrupción" y se muestra convencido de que "a València se la recuerda en el pasado por la corrupción, pero en estos momentos no está en sus coordenadas que se puedan generar prácticas en ese sentido".
"Quizá se ha perdido glamur y Moët&Chandon -comenta irónicamente en alusión al champán que regaba numerosos actos sociales de València en legislaturas pasadas-, pero seguramente hay una ciudad más para la mayoría de la población y un poco menos para una elite".
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