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ha ejecutado el 49% de las actuaciones específicas sobre contaminación

València 'suspende' raspado en medioambiente pese a ser de los ayuntamientos valencianos más aplicados

9/04/2020 - 

VALÈNCIA. Obras son amores y no buenas razones. Además de un dicho, es el mensaje que ha lanzado, a modo de tirón de orejas, la Sindicatura de Comptes a diversos ayuntamientos, entre ellos el Ayuntamiento de València, en una auditoría operativa en materia medioambiental, cuya conclusión es que la mayoría de ayuntamientos se comprometen con el medioambiente pero esto no se traduce en una actuación contundente en este ámbito. Si bien es cierto que el consistorio que encabeza Joan Ribó es el que más cumple de los estudiados, sigue sin superar el aprobado en cuanto al nivel de consecución de las medidas a implantar.

El estudio, realizado entre enero de 2017 y mayo de 2018, gira en torno a cuatro grandes áreas: la contaminación acústica, lumínica, atmosférica y la recogida selectiva de residuos. Así, computando todos estos factores, de los ayuntamientos más grandes de la Comunitat Valenciana, el de València y el de Elche fueron los que más puntuación sacaron: casi un 49%, raspando el aprobado y destacando especialmente el buen hacer en cuanto a la recogida de residuos.

Un 6 en control de la contaminación acústica

El Ayuntamiento de València aprobó en el campo de la contminación acústica, aunque no sobradamente: un 60%. La Sindicatura de Comptes pudo constatar que el consistorio cuenta con una normativa específica del ramo, ha realizado una zonificación acústica de la ciudad y un mapa de ruido, cuenta con estaciones de medición y realiza actuaciones de inspección y control. Por contra, la Sindicatura señala que el consistorio del cap i casal, pese a admitir incumplimientos en los objetivos de calidad sonora, no determinó ninguna zona de protección acústica especial.

Asimismo, de los 818 procedimientos abiertos en aquel período por el incumplimiento de la normativa acústica, ninguno acabó con sanción. Tampoco había aprobado un plan de acción del ramo ni había aplicado actuación alguna para la mejora de la calidad acústica en sus instalaciones, y en esa línea, sólo había activado medidas de control de ruido en los acontecimientos organizados por el Ayuntamiento, no en sus obras, ni en sus vehículos de transporte o de limpieza.

Un 10 en recogida selectiva de residuos

Espléndido resultado en materia de recogida selectiva de residuos: el Ayuntamiento obtuvo un 100% de puntuación en el informe de la Sindicatura. Vidrio, envases ligeros, papel y cartón, bioresiduos, aparatos eléctricos y electrónicos, pilas y acumuladores, textiles, muebles y trastos, aceites domésticos,... El Ayuntamiento de València es de los pocos que regula el régimen de control e inspección en este ámbito en sus ordenanzas municipales.

Entre otras, las actuaciones que se realizan en este sentido son la constatación del cumplimiento de la ubicación, limpieza y conservación de contenedores; el control de las normas de depósito de residuos en los distintos espacios, así como el horario, el uso de bolsas cerradas o el plegado del cartón; el control del estado higiénico de las cámaras de residuos en supermercados y hostelería, etcétera. Ahora bien, de los 57 expedientes sancionadores abiertos en el período estudiado, ninguno acabó en multa efectiva.

El consistorio que lidera Ribó también ha fomentado la reducción de los residuos generados en la ciudad más importante de la Comunitat, por ejemplo, instalando contenedores específicos para el reciclaje de papel, envases y pilas en los edificios de su propiedad.

Un 0 contra la contaminación lumínica

Donde sale peor parado el consistorio es en cuanto a contaminación lumínica: cero absoluto en los criterios evaluados por el estudio, que pone negro sobre blanco que el consistorio -como los otro ocho grandes ayuntamientos- no cuenta con ninguna normativa sobre contaminación lumínica, no ha hecho ninguna zonificación según el grado de vulnerabilidad ni un plan estratégico o de acción en esta materia. El consistorio tampoco confirmó haber realizado actuaciones de vigilancia e inspección para garantizar el cumplimiento de la normativa.

En este sentido, durante el período estudiado, la Sindicatura echó en falta que València hubiera acometido alguna actuación para mejorar la eficiencia energética en el ámbito interno del ayuntamiento, que tampoco contaba, al menos entonces, con un inventario de instalaciones de iluminación, ni realizó ninguna auditoría energética o lumínica del alumbrado público municipal.

5,5 en la lucha contra la contaminación atmosférica

En cuanto a la contaminación atmosférica, el organismo fiscalizador constata el cumplimiento de un 55% de las medidas aplicables en la ciudad de València. Como en el apartado anterior, no existe normativa municipal de contaminación atmosférica. Tampoco ha participado el consistorio de la zonificación realizada por la Generalitat Valenciana ni ha llevado a cabo ninguna medida en su gestión interna para mejorar la calidad del aire.

Con todo, la Sindicatura pudo confirmar que el consistorio sí ha acometido actuaciones para la mejora de la calidad del aire como el fomento del uso de vehículos eléctricos, la ampliación de carriles bici y el fomento del transporte público, pero se había dejado otros como la ampliación de la flota de vehículos del transporte público o los incentivos para la renovación de la flota de taxis de la ciudad. 

Eso sí, el Ayuntamiento hace mediciones y análisis del aire de manera diaria y con un sistema automatizado para el registro de los datos. Ahora bien, analiza sólo los principales contaminantes, dejándose fuera varios como el mercurio o el amoniaco. Y además, València cumple con otras dos medidas importantes: la existencia de un protocolo de actuación durante episodios de alta contaminación y la de un plan a medio plazo de cumplimiento y mejora de los objetivos en cuanto a calidad del aire se refiere.

Agenda 21 Local, los sistemas de gestión medioambiental y actuaciones globales

Más allá de todas estas acciones concretas, la Sindicatura también evaluó la adopción de medidas globales en materia medioambiental. El consistorio del cap i casal es el mejor situado en cuanto al cumplimiento de fases de la Agenda 21 Local de la ONU y la aplicación de sistemas de gestión medioambientales. Así, respecto a la primera agenda internacional, València es uno de los 12 municipios más avanzados en la Comunitat: se adhirió, diagnosticó su situación medioambiental, hizo un plan de acción y creó una comisión de seguimiento. Sin embargo, todavía no había emitido, cuando se hizo el estudio, su declaración medioambiental.

En cuanto a los sistemas de gestión medioambiental, es uno de los tres municipios que los ha implementado, lo que consitituye "el reconocimiento oficial de su compromiso respecto al medioambiente" y permite que se le pueda evaluar a nivel internacional. Junto a València, sólo Cullera y Benidorm han cumplido todos los pasos en este camino.

En cuanto a otras caracaterísticas globales, el Ayuntamiento de València cumple al tener unidades internas con competencias medioambientales y técnicos especialistas en este ámbito, ostenta una normativa medioambiental y realiza actuaciones de inspección y control. Falla, sin embargo, en la adopción de medidas en cuanto al funcionamiento interno: formación y concienciación de los empleados, mejora energética, reducción del consumo de recursos, fomento del reciclaje, inclusión de cláusulas medioambientales en los pliegos u otras iniciativas.

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