VALÈNCIA. El dramaturgo Jordi Casanovas realiza un "gran fresco de la sociedad valenciana de los años noventa" en el Teatro Principal de València con el estreno absoluto de VALENCiANA. Se trata de un "vibrante viaje" a través de personajes femeninos que reflexionan sobre su identidad a partir de tres historias en la ya "demonizada" Ruta del Bakalao, la de un político "inspirado" en el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana y la "corrupción moral" de ese estamento y la investigación del crimen de Alcàsser.
Así lo han explicado este viernes el propio Casanovas, el director adjunto de Artes Escénicas del Institut Valencià de Cultura (IVC), Roberto García; el director artístico de Teatros de la Diputación de Valencia, Josep Policarpo, y parte del elenco de la obra, que integran Rebeca Valls, Lorena López, Vanessa Cano, Carles Sanjaime, Verónica Andrés, Toni Agustí, Enric Juezas y Paloma Vidal, entre otros artistas. Casanova ha destacado las "dimensiones" de una función en la que 12 actores interpretan a 40 personajes diferentes.
La obra se estrenará el próximo miércoles, 22 de mayo, y es una coproducción del IVC, la Diputación de Valencia y el Grec Festival de Barcelona. VALENCiANA es, para Roberto García, una "gran fresco de la sociedad valenciana de los años 90" al que le "viene de perlas" la "mirada distanciada" del dramaturgo catalán. Se basa en la premisa de que "cuando la realidad no es suficientemente morbosa o conviene a los intereses políticos, hay que inventar una nueva", ha explicado.
VALENCiANA se remonta a principios de los 90. Tras la euforia y la modernización, el país se enfrenta a una crisis económica y de valores y tres amigas que estudiaron periodismo separan sus caminos. Valèria busca a su padre por las discotecas de la Ruta del Bakalao, Ana cubre el crimen más traumático de la historia de España y Encarna dirige la comunicación de un joven político que marcará un cambio de paradigma en todo el territorio valenciano.
El dramaturgo ha destacado que sus protagonistas son "tres personajes que están constantemente preguntándose sobre su identidad" y que viven "pequeñas tragedias", aunque el resultado final es una función con "momentos muy divertidos".
Casanovas ha explicado que estas tres historias versan sobre "tres sucesos representativos" de la década y están "inspiradas en hechos reales conocidos por todos": el declive y la "demonización" de la Ruta del Bakalao; "cómo se convirtió esa crónica negra" del crimen de Alcàsser "en un caso que afectó a toda la sociedad" y la "construcción y llegada al poder" de un político "imaginado" pero "inspirado en Zaplana" y en "muchos otros".
Así, el autor se pregunta "cómo es que un caso se vuelve tan determinante para la sociedad"; "cómo una actividad lúdica de golpe se demoniza y destruye" y "cómo es que un político que busca su éxito personal nos comienza a seducir". Contrapone un declive, el de aquel movimiento cultural, y un crecimiento, el de un político, para reflexionar "qué hace que los ciudadanos consideren una cosa más positiva y otra más negativa".
"Las cosas más inverosímiles de esta función son todas ciertas y las más verosímiles nos las hemos inventado", ha destacado Casanovas, que para escribir la obra ha llevado a cabo un proceso previo de documentación y se ha entrevistado con periodistas que vivieron e informaron sobre la época.
A su juicio, el tiempo es "cíclico" y, por tanto, ahora vivimos momentos "similares" a los que retrata su propuesta. Así, pretende que el espectador pueda "extraer una herramienta que permita releer la información" actual y animar a "contrastar y poner en duda", "mirar las cosas con más lupa".
Preguntado por el riesgo de caer en los tópicos valencianos, el autor ha afirmado que invita a "ver la cara B de un tópico". Así, contempla el crimen de Alcàsser desde la "creación de un relato de dimensión muy grande y difícil de desinflar"; aborda la "corrupción moral" más que la económica y "revisa" la Ruta del Bakalao desde "personajes con un punto de nostalgia" para "ver detalles que eran más ricos".
"Las tres protagonistas son las sumas de diversos personajes reales que estaban al fondo de la fotografía" que se hizo en la época y, por tanto, la intención de Casanovas es "cambiar la posición de la cámara".
Desde el elenco, Rebeca Valls, que encarna a Ana, ha valorado que además Jordi Casanovas "va dejando señales de la sociedad patriarcal" en su obra y ha agradecido su "mirada puesta en lo femenino".
Vanessa Cano ha subrayado que Casanovas es "uno de los directores más sensibles e inteligentes con los que ha trabajado nunca y ha coincidido con el resto del reparto en señalar que VALENCiANA es un "viaje vibrante" que "tiene muchas capas".