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los nombres de los próximos juegos olímpicos

Valencianos olímpicos: Destino Río 2016

Sólo falta un año para los Juegos Olímpicos de Río (5-21 de agosto de 2016), en los que la presencia de deportistas valencianos podría ser la más numerosa de la historia. Liderados por David Ferrer, Sergio García y Víctor Claver, una larga lista de atletas buscará entrar en el palmarés olímpico valenciano, que suma 16 medallas

| 01/01/2016 | 9 min, 21 seg

VALENCIA. Sí, nuestro David Ferrer ‘nacional’ seguramente buscará en Río la medalla que por poco se le escapó en Londres tras ser derrotado en individuales por el ya emergente Kei Nishikori y caer en dobles (formando pareja con Feliciano López) en unas semifinales en las que dispusieron de hasta cuatro bolas de partido. También luchará por repetir olimpiada Víctor Claver, que busca recuperar tiempo de juego y confianza tras su paso por la NBA.

Pero la representación valenciana en unos Juegos Olímpicos puede ser más numerosa que nunca en 2016. El proyecto FER, que apoya a 102 deportistas de la Comunitat con una inversión de 800.000 euros, es uno de los motores que pretende impulsar a nuestros talentos hasta Brasil. Su director deportivo, Iván Colmenero, no duda en apostar «por una decena de representantes en los Juegos Olímpicos y otros tantos en los Paralímpicos » que se disputan en septiembre de 2016. Un pronóstico del que se desprende una lista más intuitiva que exhaustiva.

Las artes marciales siempre han tenido una importante representación valenciana. En judo, las 12 mejores del ranking mundial acuden a Río y Laura Gómez, tercera en la Copa del Mundo de 2014, figura actualmente en dichos puestos clasificatorios. En taekwondo, Daniel Ros, tres veces campeón de España, está en una gran forma. Raúl Martínez, por su parte, es otra opción a tener en cuenta, pese a contar con dos hándicaps: pesa en la actualidad 74 kilos —el peso olímpico es de 80— y no está ahora en ranking clasificatorio, por lo que necesitará hacer una gran temporada para ser olímpico. Su calidad convierte ese reto en una hazaña posible, que no un milagro.

La gimnasia rítmica tiene representación valenciana casi asegurada: el equipo español, medalla de oro en el campeonato del Mundo de 2014 en Izmir, ya está clasificado para Río, por lo que Alejandra Quereda y Elena López podrán vivir el sueño olímpico. Nuestra triatleta Tamara Gómez, sexta en la Copa del Mundo en 2014, también se unirá muy presumiblemente a la lista, ya que España tiene tres plazas y ella está la tercera en dicha lista. Otro deporte muy de nuestra Comunitat es el balonmano: la selección española, medalla de plata en el último campeonato de Europa, tendrá que buscar la clasificación a través del Preolímpico Europeo; nuestras dos representantes, Silvia Navarro —medalla de bronce en la última olimpiada— y Lara González formarían parte de una selección favorita para acudir a la cita olímpica.

Cabe destacar el gran reto de otra gran deportista. Se trata de la ciclista Anna Sanchis, campeona de España de contrarreloj en 2012 y 2013, que tendrá que sumar los puntos UCI necesarios tras recuperarse de su lesión de clavícula.

Novedades y promesas

Pero la lista de olímpicos valencianos puede ser todavía más larga. El Comité Olímpico Internacional incluirá dos nuevos deportes olímpicos en Río. Uno de ellos es el golf, en el que el castellonense Sergio García no necesita tarjeta de presentación; todo un campeón que obviamente optará a medalla. Otra gran novedad es la del rugby 7, donde destaca César Sempere. El de Vila-Joiosa es una gran figura del deporte del balón ovalado en nuestro país, internacional en 56 ocasiones con la selección de rugby 15 y con más de 200 convocatorias en rugby 7.

El combinado español, tras proclamarse subcampeón de Europa, ha logrado evitar el Preolímpico de Lisboa y disputará la repesca definitiva que tendrá lugar en Hong Kong en junio de 2016. Por el nivel demostrado hasta hoy, la selección española de rugby tiene muchas opciones de estar en Río, bajo la jerarquía del zaguero alicantino, único español en haber militado en ligas profesionales de Francia e Inglaterra, cunas del rugby.

Más allá de estas nuevas disciplinas olímpicas, el deporte valenciano puede sumar más candidatos olímpicos. Pablo Torrijos (Castellón, 1992), medalla de oro en el campeonato Mediterráneo sub23 y campeón de España en triple salto al aire libre en 2014, tiene altas posibilidades de obtener la clasificación.

El alicantino Eusebio Cáceres, campeón de España al aire libre en 2014 y primero en el Meeting Internacional de Madrid en 2014, también figura en las mejores marca del mundo para completar la representación valenciana en atletismo. En categoría femenina, Mar Jover, vigente campeona de España en salto de longitud al aire libre, y Concha Montaner, tercera en la misma prueba, están librando una gran batalla para lograr la marca mínima.

En halterofilia, asistimos a un duelo muy peculiar: mientras una de los dos plazas oficiales será para la leonesa Lidia Valentín, actual campeona de Europa, la segunda se la disputan la alcireña Estefanía Juan, campeona de España en 2014, y su sobrina Alba. Por último, otro gran aspirante a lograr el pasaporte olímpico es Iván Pastor. El alicantino, campeón del mundo en la modalidad no olímpica Race Board en 2014, buscará su clasificación para Río en la modalidad RS:X.

Juegos Paralímpicos

A continuación de los Juegos Olímpicos, se celebrarán los Paralímpicos, también en Río, del 7 al 18 de septiembre de 2016, en los que la Comunitat Valenciana también contará con una nutrida representación. Los nadadores Ricardo Ten (campeón paralímpico), José Antonio Marí (bronce en Londres 2012) y David Levecq (plata en Pekín 2008) estarán presentes en Río, salvo sorpresa mayúscula, además de Rafael Andarias en vela. Los también míticos lanzadores David Casinos (cuatro veces oro paralímpico entre peso y disco), Héctor Cabrera (campeón de Europa en lanzamiento de jabalina) y Kim López (campeón del mundo en disco en 2013) se perfilan como claros candidatos a medalla. Todo ello sin olvidar a Antonio Andújar en 100 metros lisos, ni al ciclista Maurice Eckhard (medalla de bronce en contrarreloj en Londres 2012) o a la yudoka Mónica Merenciano, bronce en los juegos de Atenas, Pekín y Londres.

A la larga lista de candidatos a medalla se unen otras grandes esperanzas: Iván Cano, segundo en salto en longitud F13 del pasado campeonato de Europa, o la nadadora Ariadna Nedó, de sólo 17 años pero que está en tiempos de clasificación. Por último, la consolación de la ausencia del equipo de fútbol en los Juegos Olímpicos puede llegar de la mano de la selección de fútbol sala paralímpica, en la que destacan Javier Álvaro y José Luis Giera (este último bronce en Londres 2012), que lograron juntos el bronce en el Mundial de Tokio el año pasado.

Campeones censurados

Cinco atletas valencianos se vieron privados de disputar Juegos Olímpicos, principalmente por motivos políticos. El primero fue José Hernández, que no pudo disputar los Juegos de Amsterdam y convertirse así en el primer valenciano olímpico. El corredor, nacido en la localidad alicantina de Biar había logrado una de las dos plazas al acabar segundo en el campeonato de España de 1928, pero los despachos le negaron lo que había conseguido en la pista. En aquella época, los deportistas tenían que asumir todos los gastos de desplazamiento, y al ser de origen humilde, el Ayuntamiento de Valencia no le apoyó.

El caso más atípico es el de José Catalina Llorens, alias Pepe Lacomba, para muchos el mejor atleta valenciano de todos los tiempos. En 1931 se proclamó campeón de España de triple, altura y subcampeón en longitud, pero renunció a participar en los Juegos de Berlín por su instrumentalización racista. Sus principios republicanos le costaron muy caros, ya que la Federación Española de Atletismo borró todas sus marcas de los ranking y estadísticas oficiales. Lacombe, que ejercía de periodista en El Mercantil Valenciano, se exilió a Argentina y se convirtió en director de cine.

Otra víctima del régimen franquista fue José María Blay, nacido en Algemesí, entonces campeón de España de maratón. Oficialmente convocado para los Juegos Olímpicos de Londres, el atleta fue víctima de una manipulación para que no pudiera sumarse a la delegación española en el aeropuerto de Barajas. José María Blay cogió el tren para ir a Madrid en un vagón de tercera, mientras el oficial de Falange encargado de su custodia lo hacía en primera. Tras bajar a estirar las piernas en una parada, este último desapareció y Blay, que había sido engañado sobre el horario del tren, llegó a Barajas cuando el avión ya había salido. La versión oficial fue que el deportista se había ido «con chicas de compañía» y la federación levantina de atletismo lo descalificó de por vida.

Los Juegos Olímpicos de Melbourne tuvieron como peculiaridad la ausencia de España. Oficialmente, la decisión del régimen franquista era para evitar que los atletas se ausentaran durante tantos días de sus puestos de trabajo. La realidad era que en las dos Olimpiadas anteriores, España había sido superada por países africanos. La decisión privó a Emilio Ponce García, récord de España de 100 yardas, de competir en Melbourne.

La última víctima deportiva también fue un velocista: José Luis López Peris, tres veces campeón de España en 400 metros lisos, que tenía un examen el mismo día de la prueba. La federación desestimó su solicitud de aplazamiento y el atleta tomó la decisión de presentarse a su examen, quedándose sin participar en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976. El historiador Recadero Agulló analiza todos estos casos y su contexto político social en su extensa bibliografía, en la que destaca Historia del atletismo valenciano.

(Este artículo se publicó en el número de agosto de la revista Plaza)

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