VALÈNCIA. La Bolsa de Valencia sufrió en 2024 un batacazo en sus indicadores principales, con desplomes de casi el 23% en facturación y del 19% en beneficios, lo que la sitúa como la segund plaza más castigada del país de las cuatro existentes, sólo por detrás de la de Bilbao. Mientras tanto, Madrid y Barcelona resistieron el año con relativa estabilidad, ampliando la brecha con las bolsas más pequeñas y relegando al parqué valenciano y bilbaíno a un papel más secundario.

Según los resultados remitidos por las cuatro bolsas españolas, Valencia cerró 2024 con una cifra de negocio de 3,6 millones de euros, muy por debajo de los 4,6 millones alcanzados un año antes, y con un beneficio de 4 millones, lo que supone una caída del 19,4% respecto a 2023. Los dividendos repartidos también reflejan esta tendencia negativa, al pasar de 4,7 a 3,5 millones, lo que representa un descenso del 25%.

La situación es similar en la Bolsa de Bilbao, que perdió un 30% en facturación (de 5,9 a 4,13 millones) y un 29,6% en beneficios, hasta los 4,10 millones. Además, ha reducido en más de un tercio sus dividendos, al pasar de 5,82 millones de euros a 4,10 millones. Ambas plazas se han convertido en las grandes damnificadas del ejercicio, con retrocesos que contrastan de forma clara con la evolución en las otras dos bolsas de referencia.

En el otro extremo, la Bolsa de Madrid, la mayor del conjunto estatal, se mantuvo prácticamente estable en ingresos —43,8 millones frente a los 43,4 millones de 2023—, aunque sí registró una caída del 10,4% en beneficios. Pese a ello, su fortaleza financiera le permitió repartir casi 21 millones en dividendos, lo que, no obstante, también supone un ligero retroceso del 5% menos respecto al año anterior.

La Bolsa de Barcelona, por su parte, mostró un comportamiento mucho más equilibrado, con un aumento del 3,5% en facturación, hasta 11,8 millones, y un descenso apenas testimonial en beneficios (-0,8%). Además, fue la única de las cuatro que elevó el dividendo, pasando de 6,4 a 6,7 millones, lo que la consolida como la plaza con mejor desempeño en términos relativos. 

El balance de 2024 confirma, así, la creciente brecha entre las grandes y las pequeñas bolsas españolas. Mientras Madrid y Barcelona logran mantener el tipo en un entorno económico complejo, Valencia y Bilbao se desangran en resultados, perdiendo peso dentro del mapa bursátil nacional y quedando cada vez más alejadas del liderazgo.