Algunos sectores que históricamente han estado formados por un gran número de pequeñas/medianas compañías, en algunos casos con gran concentración geográfica, se encuentran hoy con graves problemas provocados por la actual crisis de consumo.
Hay empresas cuyo problema es el excesivo endeudamiento, otras la sobrecapacidad, otras las grandes y pesadas estructuras necesarias para mantener en activo las líneas de negocio...
Ante un entorno hostil como el que estamos atravesando -la crisis financiera y de consumo más grave de toda la historia-, y con unas perspectivas de dificultades en los próximos años muy especialmente en España, las empresas que no sean capaces de reinventar su propio sector o su propia naturaleza tendrán grandísimas dificultades para sobrevivir a los próximo 4-5 años.
Una de las alternativas más realizables y con retornos inmediatos es la concentración sectorial. Mediante estos procesos se obtienen algunas ventajas:
-Economías de escala anticipadas, mediante la combinación o eliminación de servicios redundantes entre las compañías (un departamento comercial, un departamento de expansión, un departamento financiero, un departamento de compras, etc.)
-Posible especialización de cada compañía en nichos de mercado concretos
-No vendemos nuestra empresa y dificultamos el que la compre otro competidor
-Posible expansión geográfica, de líneas de producto, etc.
-Mayor capacidad de negociación con proveedores
El propietario conocedor de su negocio debe preguntarse si en su sector se están produciendo concentraciones de empresas, si las puede liderar, si son viables, etc. Cuando el entorno es tan exigente y los precios tienden a la baja, la diferenciación del producto se reduce significativamente, por lo que la concentración puede permitir recuperar las economías de escala necesarias para poder competir nuevamente en precio, y con mayor presencia y notoriedad recuperar el peso de la diferenciación, para salir reforzados de esta situación.
