El pasado viernes, el índice FTSE 100 del Reino Unido vivió una jornada de contrastes. Comenzó el día con una subida del 0,4%, impulsado por el entusiasmo generado por un nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y el Reino Unido, además del reciente recorte de tasas de interés por parte del Banco de Inglaterra. No obstante, al final de la sesión, el índice retrocedió un 0,32%, cerrando en la zona de 8,530.00 puntos, reflejando un sentimiento mixto entre los inversores.
El nuevo acuerdo comercial bilateral busca eliminar barreras no arancelarias, especialmente en el sector agrícola, permitiendo a Estados Unidos exportar con mayor facilidad productos como carne de res y etanol al mercado británico. Se estima que este pacto podría abrir oportunidades de exportación valoradas en más de 5.000 millones de dólares para los productores estadounidenses. Además, se espera que la medida genere empleo y fortalezca los lazos económicos entre ambas naciones.
Paralelamente, el Banco de Inglaterra anunció un recorte en su tasa de interés de referencia, reduciéndola en 25 puntos básicos hasta el 4,25%. Esta decisión tiene como objetivo impulsar la economía del Reino Unido en medio de las tensiones comerciales globales y de un crecimiento aún moderado. La mayoría del Comité de Política Monetaria apoyó esta medida como una herramienta para mitigar riesgos inflacionarios y fortalecer el consumo interno.
A pesar de estos anuncios positivos, el mercado mostró signos de cautela. Mientras que el FTSE 250, índice que agrupa empresas de mediana capitalización, subió un 0,59% hasta los 20.457,15 puntos, el retroceso del FTSE 100 sugiere que los inversores aún tienen dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento en el corto plazo, especialmente ante un entorno económico mundial lleno de incertidumbres.
En cuanto a los beneficios para el Reino Unido, el acuerdo también permitirá una mayor exportación de productos como acero, automóviles y productos tecnológicos al mercado estadounidense. Sin embargo, Estados Unidos mantendrá aranceles del 10% sobre ciertos productos británicos, como medida para equilibrar su balanza comercial y proteger sectores estratégicos internos.
En conclusión, aunque los anuncios del acuerdo comercial y el recorte de tasas brindaron un impulso inicial a los mercados británicos, el cierre en negativo del FTSE 100 revela que el entorno global aún impone desafíos importantes. Los inversores esperan más señales concretas de recuperación económica antes de asumir posiciones más agresivas. Por ahora, el mercado se mantiene a la expectativa, entre el optimismo y la prudencia.
Antonio Di Giacomo es analista de mercados financieros en XS