VALÈNCIA. El Banco Central Europeo (BCE) ha confirmado este jueves un nuevo descenso de los tipos de interés en 25 puntos básicos que deja a la tasa de referencia, la que alude a los depósitos, en el 2,5%. De este modo, el Consejo de Gobierno de la institución presidida por Christine Lagarde sitúa el precio del dinero en niveles no vistos desde febrero de 2023, tras cinco recortes consecutivos iniciados en septiembre del pasado año.
La decisión del BCE confirma así las previsiones de los analistas, que anticipaban una nueva bajada de los tipos de interés en este mes de marzo pese a mostrarse más cautelosos sobre la senda que seguirá la institución a partir de este momento. En este sentido, la propia Lagarde ha reconocido que estarían dispuestos a interrumpir las bajadas de tipos en abril, en un momento en que sube la rentabilidad de la deuda porque Alemania va a aumentar su gasto. Además, este último recorte del BCE llega en un contexto internacional muy marcado por las tensiones derivadas de la política arancelaria estadounidense y de la posición de este país respecto a la guerra en Ucrania.
Según el comunicado que ha emitido el propio Banco Central Europeo, la decisión de reducir el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito se basa en la "evaluación actualizada" de su Consejo de Gobierno "de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria". Al mismo tiempo, ha apoyado que la política monetaria sea "menos restrictiva" y ha situado la tasa de referencia para sus operaciones principales de refinanciación (MRO) en el 2,65% y la de la facilidad de préstamo (MLF) en el 2,9%, también rebajadas en 25 puntos básicos.
Revisión al alza de la inflación
En relación a ello, el BCE ha destacado que el proceso de desinflación "sigue avanzando" y que, en términos generales, la inflación marca una tendencia en línea a lo esperado con proyecciones que la sitúan en promedio en el 2,3% en 2025, dos décimas más que en el último balance, el 1,9% en 2026 y el 2% en 2027. "La revisión al alza de la inflación general para 2025 refleja un mayor dinamismo de los precios de la energía", explica la institución, cuyos expertos consideran que la inflación, excluidos la energia y los alimentos, siga una senda que la sitúe, de media, en el 2,2% en 2025, el 2% en 2026 y el 1,9% en 2027.
"La mayoría de los indicadores de la inflación subyacente sugieren que la inflación se estabilizará de forma sostenida en torno al objetivo del Consejo de Gobierno del 2% a medio plazo", ha destacado la institución, que sin embargo ha reconocido que la inflación interna "sigue siendo elevada" debido, principalmente, "a que los salarios y los precios en algunos sectores están aún ajustándose a la anterior escalada de la inflación con un retraso considerable". No obstante, el crecimiento de los salarios se estaría "moderando según lo esperado" y los beneficios "están amortiguando en parte el impacto sobre la inflación".
Además, el BCE ha indicado que la política monetaria está adoptando una orientación "considerablemente menos restrictiva" dado que las bajadas de los tipos de interés están "reduciendo el coste del crédito nuevo para empresas y hogares" y el crecimiento de los préstamos "está repuntando", y ha destacado al mismo tiempo que las anteriores subidas de los tipos continúan "transmitiéndose al saldo vivo del crédito" y son "un factor adverso para la relajación de las condiciones de financiación".
Rebaja de la previsión de crecimiento
Respecto a la situación económica, ha señalado que continúa "afrontando retos" y que los expertos han vuelto a rebajar sus proyecciones de crecimiento hasta el 0,9% para 2025, dos décimas menos respecto al pronóstico de diciembre, al tiempo que ha recido también en dos décimas el dato para 2026, hasta el 1,2%, y ha mantenido el 1,3% previsto para 2027.
"Las correcciones a la baja reflejan un descenso de las exportaciones y la persistente debilidad de la inversión, atribuible en parte a la elevada incertidumbre sobre las políticas comerciales y a la incertidumbre sobre las políticas económicas en general", ha explicado el BCE, que ha indicado de igual manera que el aumento de las rentas reales y la desaparición gradual de los efectos de las anteriores subidas de los tipos de interés "siguen siendo los principales factores en los que se apoya la recuperación esperada de la demanda con el paso del tiempo".
Las próximas decisiones, en función de la evolución de los datos
La institución ha vuelto a recordar que la determinación de su Consejo de Gobierno es la de "asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo" y, especialmente en el contexto actual en el que existe un incremento de la incertidumbre, "aplicará un enfoque dependiente de los datos, en las que las decisiones se adoptan en cada reunión para determinar la orientación apropiada de la política monetaria". En esta misma línea se ha pronunciado además la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en su comparecencia posterior al anuncio de la institución, ya que ha señalado que deda la "incertidumbre enorme" que existe en estos momentos, las próximas decisiones se tomarán según sean los datos económicos.
"Si los datos dicen que lo mejor es bajar, bajaremos los tipos de interés, pero si sugieren que lo mejor es no bajarlos, haremos una pausa", ha advertido Lagarde, quien ha señalado del mismo modo que nadie en el Consejo de Gobierno del BCE se opuso a la decisión de este jueves y que solo un miembro se abstuvo.
Respecto a la política internacional de Estados Unidos, la presidenta del BCE ha considerado que los aranceles "no son buenos para nadie", ni para el país que los impone, ni para los países a los que se aplican, y ha indicado que una escalada de las tensiones comerciales "podría reducir el crecimiento de la zona del euro, al frenar las exportaciones y debilitar la economía mundial".