MADRID (EP). El fondo estatal polaco PFR, propietario del fabricante de trenes Pesa, ha descartado que vaya a entrar como accionista minoritario en el capital de Talgo, después de que no haya podido materializar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) para tomar el 100% de la compañía frente a la oferta del consorcio vasco encabezado por Sidenor.
Así lo ha trasladado PFR en un comunicado, después de que el viernes pasado, Sidenor, junto con el Gobierno vasco, BBK y Vital, alcanzasen un acuerdo con el fondo Trilantic para comprarle su participación del 29,8% en el capital del fabricante de trenes español a un precio de 5 euros por acción (185 millones de euros).
PFR aclara ahora que el análisis final y exhaustivo que realizó sobre Talgo, que abarcó tanto factores directamente relacionados con la operación como otros aspectos externos e indirectos, concluyó que la operación no podía materializarse por completo en las circunstancias actuales, por lo que no puso presentar una oferta final.
No obstante, PFR afirma que considera a Talgo como un "socio de valor" y reconoce que existen oportunidades para que la colaboración entre Talgo y Pesa continúe en el marco del Memorando de Entendimiento (MoU) firmado en septiembre de 2024.
Por último, el fondo estatal polaco deja claro que no prevé realizar ninguna inversión de capital en Talgo como accionista minoritario, algo sobre lo que se especulaba, aunque deja la puerta abierta a explorar otras formas de cooperación en el futuro.
CSIF convoca huelga
A su vez, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha anunciado movilizaciones y paros en Talgo, al estimar en 10 millones de euros la merma de los salarios debido a la multa de 116 millones de euros impuesta a la compañía por Renfe por no entregar trenes a tiempo.
El sindicato explica en un comunicado que esa caída de los salarios se debe a variables salariales, pero cree que este retraso "no debe acarrear consecuencias sobre las nóminas de la plantilla".
"CSIF no acepta esta multa millonaria en su totalidad, dado que gran parte de los retrasos se debieron al impacto de la pandemia, el confinamiento y la crisis de proveedores (que causó el retraso en la llegada del material), así como la falta de vías para realizar las pruebas y de maquinistas", ha justificado.
Además, recuerda que el Gobierno declaró a Talgo empresa estratégica durante la pandemia, por lo que no apoya que se vean perjudicadas sus nóminas "después de la labor y el esfuerzo realizado por la plantilla en este periodo".
CSIF ya ha solicitado una reunión con la presidencia de Renfe en las últimas semanas, pero no ha obtenido respuesta, lo que le ha llevado a convocar paros y movilizaciones en las bases de mantenimiento de los trenes de Talgo y Tarvia (empresa de mantenimiento).
El sindicado advierte de que estas movilizaciones afectarán al funcionamiento de 22 líneas ferroviarias (la mayoría con origen o destino Madrid o Barcelona y conectando con el sur, levante y el norte de España) "por la indiferencia mostrada por Renfe a las peticiones de Talgo".