La divisa japonesa llegó a registrar un cambio de 76,25 yenes por cada dólar, lo que supone su máximo histórico frente a la moneda estadounidense, superando incluso los niveles registrados tras la II Guerra Mundial, aunque posteriormente regresó al entorno de los 79 yenes por dólar.
El ministro de Política Económica y Fiscal de Japón, Kaoru Yosano, explicó que este fortalecimiento de la divisa nipona se debe a los movimientos especulativos, que prevén un importante flujo de yenes de cara a la reconstrucción del país tras el terremoto y el tsunami del pasado viernes.
Por su parte, el Banco de Japón anunció este jueves una nueva inyección de liquidez a los mercados, esta vez de 5 billones de yenes (45.343 millones de euros), que se suma a los 45,8 billones (439.811 millones) aportados en los últimos días para evitar el colapso del sistema financiero.