MADRID (EP). El vicepresidente de la CNMV, Fernando Restoy, ha defendido la "conveniencia" de que los supervisores realicen "regularmente" pruebas de esfuerzo destinadas a calibrar el impacto de las turbulencias financieras en los balances bancarios, y medir así su exposición a los activos "más afectados".

"Es importante asegurar que los participantes en los mercados dispongan de suficiente información sobre la evolución de la calidad de los activos bancarios", ha subrayado Restoy en la inauguración del XXVI Congreso UPAV/V Atasa .

Para el vicepresidente del regulador, la inestabilidad que sufren los mercados bursátiles lleva a la necesidad de valorar si las entidades financieras europeas cumplen "adecuadamente" con los requisitos de suministrar "con la suficiente granualidad" su exposición a los activos cuestionados.

En este sentido, ha concretado que debe analizarse si las entidades proporcionan suficiente información sobre el valor "razonable" de los activos que, como los préstamos o la deuda pública mantenida a vencimiento, son valorados en los balances a coste amortizado.

Restoy ha esgrimido que la agudización de la crisis después del rescate de Grecia está elevando la "discrepancia" entre el valor contable y de mercado de la información financiera de las entidades.

Como ejemplo, ha recordado que el valor de mercado medio de los 46 bancos cotizados de la UE se sitúa "tan sólo" en el 64% del valor en libros, o que gran parte de éstos cotizan a precios inferiores a la tercera parte su patrimonio neto contable.

"CAMINO DE MEJORA" EN EXPOSICIÓN AL LADRILLO

En cuanto a la valoración de los activos inmobiliarios, el 'número dos' de la entidad presidida por Julio Segura ha valorado el seguimiento de las recomendaciones para impulsar la transparencia, si bien ha admitido que "todavía existe camino de mejora".

Para superar estas "deficiencias", Restoy instó a reforzar la independencia de los valoradores mediante una mayor rotación, y emplazó a rebajar la dependencia de las tarifas del valor tasado.