De todos los temas que tratamos semanalmente en esta tribuna que nos brinda Plaza, seguramente la tecnología, la inteligencia artificial y sobre todo Nvidia han sido temas sistemáticamente recurrentes. Y hoy toca volver sobre ello.

El pasado 28 de mayo de 2025, tras el cierre de los mercados bursátiles en Europa y Estados Unidos, Nvidia publicó los resultados de su primer trimestre, un evento que, como es habitual, generó una enorme expectación entre analistas e inversores. La compañía, líder indiscutible en el mercado de la inteligencia artificial (IA) y un termómetro clave del sector tecnológico, volvió a superar las expectativas con cifras sólidas y guías para el próximo trimestre que, aunque ajustadas por restricciones externas, mantienen un tono optimista.

Resultados financieros: un trimestre sólido

Nvidia reportó unas ventas de 44.062 millones de dólares en el primer trimestre de 2025, lo que supone un crecimiento interanual del 69% y supera los 43.309 millones esperados por el consenso de mercado.

El margen bruto, excluyendo el impacto de las restricciones de venta del chip H20 a China, alcanzó el 71,3%, por encima del 70,1% anticipado. Asimismo, el beneficio por acción (BPA), ajustado por el mismo factor, fue de 0,96 dólares, un 57% más que el año anterior y superior a los 0,934 dólares proyectados por los analistas. Estas cifras consolidan la capacidad de Nvidia para mantener un crecimiento robusto en un contexto desafiante.

Para el segundo trimestre de 2025, las guías de la compañía son igualmente destacables. Nvidia espera ingresos de 45.000 millones de dólares (±2%), ligeramente por debajo de los 45.507 millones previstos por el consenso, pero con un impacto ya asumido de 8.000 millones de dólares derivado de las restricciones de venta a China, anunciadas el 9 de abril de 2025. El guidance de margen bruto, sin embargo, se situó en el 71,9% (±50 puntos básicos), superando el 71,7% esperado.

En la conferencia con analistas, Jensen Huang, CEO de Nvidia, subrayó la “increíblemente fuerte” demanda de sus productos y afirmó que “la computación de IA está acelerando en todos los países, siendo ya reconocida como una infraestructura esencial”.

No fue de extrañar que las acciones de la compañía subieran un 4,9% en el mercado fuera de hora y en la sesión del jueves 29 marcaran avances al tiempo que un número importante de analistas mejoraban sus pronósticos.

Vientos en contra: desafíos a considerar

A pesar de este desempeño estelar, Nvidia enfrenta varios obstáculos que podrían moderar el entusiasmo del mercado.

En primer lugar, aunque la compañía ha superado consistentemente las estimaciones desde 2023, la reacción de su cotización ha sido menos vigorosa en los últimos tres trimestres. Esto podría reflejar una fatiga inversora o una mayor exigencia tras años de crecimiento excepcional.

La reciente evolución de la acción también merece atención. A principios de 2025, Nvidia sufrió cierta presión en su cotización, pero desde entonces se ha recuperado, acercándose a sus máximos históricos (a menos de un 3% al cierre del 28 de mayo, en 135,50 dólares). Desde el inicio del año, la acción ha subido algo más del 1%, y desde los mínimos del 8 de abril, cerca del 16%. Esta recuperación podría limitar el margen para una reacción explosiva tras los resultados.

Otro desafío significativo son las restricciones impuestas por la administración Trump a las exportaciones de chips a China, un mercado clave para Nvidia. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, junto con los avances de este último en IA —como el modelo DeepSeek, que requiere menos chips avanzados—, podrían reducir la demanda de los productos estrella de Nvidia.

Jensen Huang estimó el mes pasado una pérdida de 15.000 millones de dólares en ventas en China por la prohibición del H20, aunque la compañía planea lanzar un chip alternativo más económico en junio para mitigar este impacto.

Por último, el precio objetivo de consenso se ha moderado a 166,50 dólares, lo que aún implica un potencial de revalorización del 23%. Sin embargo, esta cifra refleja una cierta cautela entre los analistas, que podría influir en la percepción del mercado.

Vientos a favor: oportunidades y fortalezas

Frente a estos retos, Nvidia cuenta con varios factores positivos que podrían impulsar su cotización y reforzar su liderazgo. El primero es el optimismo reinante en el sector de la IA. Las grandes tecnológicas, en sus recientes resultados, han reafirmado su compromiso con el gasto en capital en centros de datos e IA, lo que garantiza una demanda sostenida para los chips de Nvidia. En este ámbito, la compañía sigue sin competidores directos capaces de igualar su tecnología, especialmente en los chips más avanzados.

La expansión hacia nuevos mercados también juega a su favor. Nvidia ha firmado una asociación con Humain, una empresa saudí de IA, para suministrar 18.000 chips y apoyar un proyecto de centro de datos en Oriente Medio. Este acuerdo, facilitado por los pactos comerciales de Trump con Arabia Saudita, podría abrir una vía de crecimiento significativa. Asimismo, informes de Reuters sugieren que Japón podría incluir la compra masiva de chips estadounidenses en sus negociaciones comerciales, un movimiento que beneficiaría directamente a Nvidia.

Otro catalizador potencial es el desarrollo de los servidores Blackwell, diseñados para potenciar los grandes modelos lingüísticos. Aunque los retrasos técnicos han lastrado la cotización, avances recientes de proveedores como Foxconn, Inventec, Dell y Wistron indican que los envíos podrían iniciarse pronto. Si Nvidia confirma estos progresos, podría generar un impulso adicional en el mercado.

Finalmente, la valoración actual de Nvidia, aunque elevada, está por debajo de sus máximos históricos y de la media de 2024, lo que podría atraer a inversores en busca de oportunidades de crecimiento a largo plazo.

Conclusión: un futuro prometedor, pero con desafíos

Los resultados del primer trimestre de 2025 reafirman a Nvidia como un titán de la IA, con un crecimiento impresionante y una demanda que no muestra signos de desaceleración. A corto plazo, las sólidas cifras y las guías optimistas probablemente desencadenen una reacción positiva en el mercado. Sin embargo, los inversores deberán vigilar de cerca las tensiones geopolíticas, especialmente con China, y los avances tecnológicos que podrían alterar el panorama competitivo.

A largo plazo, Nvidia está bien posicionada para capitalizar el auge de la IA gracias a su tecnología líder y su capacidad de adaptación. Si mantiene su ritmo de innovación y ejecución, la compañía no solo seguirá sorprendiendo, sino que podría consolidar su dominio en un sector que redefine el futuro de la tecnología.

Opinión emitida por Antonio Castelo, analista de iBroker Global Markets SV SA, entidad regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el día 29 de mayo de 2025 a las 16:15 horas.

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