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Clima de cambio

  • La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la Cumbre sobre el Cambio Climático de la ONU en Egipto. Foto: Dario Pignatelli/European Council /dpa
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El año avanza y vamos viendo el final con la esperanza de que el próximo no sea peor, por lo menos que no haya más inestabilidad y que el mal no siga campando a sus anchas. Tanto en formato de la ingeniería social y la basura ideológica que imponen los gobiernos de centro izquierda, arrastrados por unas extrañas pasiones hacía todo lo paranormal o marginal o en formato de guerras, corrupción y negocios ilegales.

Porque no sólo Ucrania y su guerra con Rusia debe alterarnos, que en Brasil salga elegido una persona que ha estado en la cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, y tras casi dos años en prisión, curiosamente su condena fue anulada. Pero el hecho de que el pueblo brasileño lo haya elegido como su presidente es preocupante. Sumado a la situación de pobreza, crisis económica crónica y corrupción institucional en que vive gran parte de Hispanoamérica.

A vueltas con el clima

Esta semana los poderosos del mundo se reúnen en Egipto, llevan meses caminando entre frías montañas y calurosos desiertos (permitan la cursi adjetivación) para llegar de manera ecológica, sostenible e inclusiva a su destino. Allí le esperan unas telas y palos (sí como la nueva Plaza de la Reina de Valencia) para atenuar el sol, algunos aljibes y alimentos de la tierra y los animales de la zona. Dormirán al raso y apenas dispondrán de espacios de privacidad o aseo, puesto que no se emplean materiales manufacturados, ni donde el petróleo esté incluido. Todo es free, todo, no tienen ni que pagar porque la luz será la natural o la de algunas hogueras. Juntos en círculos (como Podemos) debatirán cada uno en su lengua (y como nuestro gran San Vicente Ferrer) todos se entenderán. Y ahí encontrarán como salvar al planeta de los seres humanos.  

Se pueden imaginar la ingente cantidad de recursos y de contaminación que genera la maldita cumbre del clima, el derroche y la opulencia en la que vive cualquier mandatario las 24 horas del día los 7 días de la semana. Si comparamos un día suyo y el de cualquier persona normal, necesitaríamos meses para alcanzar su grado de gasto y contaminación. Sí, este argumento es un poco falaz, porque un líder político representa a su país, viaja y debe asistir a eventos y demás fastos, por supuesto. Y un ciudadano normal tiene derecho a viajar, ir a cenas, comprarse uno o dos coches y disfrutar de la vida con su esfuerzo y trabajo sin que esos líderes le intenten hacer sentir un delincuente, mientras además protegen constantemente a los auténticos delincuentes.

Arriba los Republicanos

En EE.UU. el rojo es la derecha que simboliza el Partido Republicano y el azul la izquierda del Partido Demócrata. Pero como siempre recuerdan quienes bien conocen la cultura estadounidense, el más rojo de allí es como un español de derechas medio. La cuestión es que el sistema electoral americano protege a sus ciudadanos de un exceso de poder en un solo partido, para ello separa las elecciones presidenciales de las legislativas, dando así la posibilidad de que el presidente de la nación sea de un partido y las cámaras tengan mayoría de otro. Si bien, la política americana no funciona con partidos al estilo español o europeo, allí es la persona, el candidato quien recibe el apoyo en forma de voto y quien tiene poder para incluso ir contra el partido, o movimiento ideológico donde se enmarca.

Elecciones en EE.UU. Foto: Jerry Mennenga/ZUMA Press Wire/d / DPA

Las últimas encuestas realizadas mostraron que los temas que más preocupaban a los estadounidenses eran la inflación y la economía (39%), el aborto (17%) y las amenazas a la democracia (14%). Temas que también preocupan aquí y en gran parte del mundo occidental, además de la renovación del Consejo General del Poder Judicial, como todos sabemos. La cuestión es si la gran potencia de los últimos años que tuvo un parón bélico bajo el mandato Trump y que con el simpático Biden ha vuelto a la senda de las intervenciones más o menos directas en guerras e invasiones, dará un giro y volverá a confiar en los republicanos, como así parecen mostrar muchos sondeos y en unas horas conoceremos. Tiempos de cambios políticos y climáticos.

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