VALÈNCIA. Senderos que unirán marjal y montaña, huertos urbanos integrados en los barrios y corredores verdes que atravesarán el municipio como venas abiertas al paisaje. Así traza Gandia su futuro territorial en la versión preliminar del Plan Especial de l'Anella Verda (PEAV), el proyecto que el consistorio ha sometido a información pública tras su aprobación en el pleno ordinario del pasado 19 de septiembre.
Con más de 500 páginas de propuestas, el documento plantea 35 actuaciones estratégicas para recuperar, conectar y gestionar los espacios naturales y periurbanos de la Ciudad Ducal. El PEAV es una herramienta de ordenación ambiental que busca dar coherencia al mosaico de espacios verdes de Gandia.
Su objetivo es construir una red continua de naturaleza, agricultura y ciudad bajo criterios sostenibles. Según el documento, el plan quiere "favorecer la conectividad del territorio, fomentar la resiliencia y promover un uso público respetuoso con los valores naturales".
El plan divide el territorio en tres grandes unidades de gestión. La Unidad Rural (UGTR) abarca las zonas agrícolas y forestales del interior, como el paraje natural de Parpalló Borrell o el barranco de Beniopa, donde se priorizan la restauración ambiental y la prevención de incendios.
Por otro lado, la Unidad Periurbana (UGTP) forma el cinturón ecológico que envuelve el municipio, integrando el actual anillo verde exterior con el nuevo anillo interior, pensado para conectar los barrios con el entorno ambiental. Por último, la Unidad Urbana (UGTU) incluye parques, arbolado viario, huertos urbanos, itinerarios ciclistas y espacios de ocio.
Conectividad ecológica
Entre las 35 actuaciones previstas, destacan la renaturalización de márgenes de barrancos; la plantación de bosques mediterráneos; la recuperación de huertas periurbanas y la restauración de elementos patrimoniales ligados al paisaje agrícola e hidráulico de Gandia. También se contemplan sendas peatonales y ciclistas, medidas de bioingeniería para frenar la erosión, puntos de observación ambiental, pasos de fauna y acciones de gestión hídrica para mejorar el drenaje natural.
Además, el PEAV establece criterios de ordenación que podrían modificar la clasificación de algunos suelos para protegerlos o destinarlos a usos compatibles con la conservación. La conectividad ecológica es el hilo conductor del plan. Barrancos, acequias, caminos rurales y vías verdes forman una red de conectores que unirá la marjal con las montañas y permitirán desplazamientos no motorizados.
Esta malla de corredores naturales se enlaza con itinerarios europeos como la ruta EuroVelo EV-8 y con proyectos locales de movilidad sostenible. Todo ello se completa con un programa de uso público que promueve la educación ambiental y el disfrute responsable del entorno.
Mejorar la integración con el paisaje
El plan no interviene de forma directa en carreteras ni en vías férreas, pero sí regula las zonas colindantes para mejorar su integración paisajística y garantizar la continuidad de los corredores ecológicos. En este contexto, el documento menciona la renaturalización del barranco de Beniopa, financiada con fondos europeos Next Generation, como una actuación ejemplar dentro de su marco estratégico.
Cabe recordar que el plan permanece en fase de exposición pública durante un plazo de 45 días, por lo que todavía no se ha aprobado su versión definitiva. Durante este tiempo, los vecinos, asociaciones y entidades interesadas pueden presentar aleagaciones o sugerencias al proyecto. Tras este periodo, el Ayuntamiento de Gandia deberá incorporar los informes ambientales y territoriales antes de dar luz verde al Plan Especial de l'Anella Verda.