VALÈNCIA. El Ayuntamiento de Alaquàs ha dado luz verde una medida que marca distancia respecto a otros municipios de l'Horta Sud. A partir de ahora, se podrán convertir antiguos bajos comerciales, como tiendas o despachos cerrados, en viviendas, siempre que se adapten a las condiciones de habitabilidad exigidas por la ley. Así figura en la normativa urbanística de la localidad, después de que el consistorio haya aprobado, de forma inicial, una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
La decisión se produce en un momento sensible, nueve meses después de las devastadoras inundaciones provocadas por la Dana del 29 de octubre, que han llevado a municipios como Albal o Massanassa a restringir el uso residencial en plantas bajas. Sin embargo, en Alaquàs, se permite este tipo de transformación con algunas condiciones técnicas y medioambientales.
Según el documento, que ya se ha publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), estos nuevos domicilios en planta baja deberán cumplir la normativa autonómica de diseño y calidad, conocida como DC-09. En el caso de nuevas edificaciones, los suelos exteriores de las parcelas deberán ser drenantes para favorecer la absorción del agua y evitar encharcamientos.
Además, en las zonas definidas como inundables por el Patricova, el plan de prevención de riesgos por inundación de la Generalitat, las limitaciones que establece la norma continuarán vigentes. La medida se justifica como "una forma de dar uso a locales vacíos y facilitar el acceso a la vivienda", aunque el contraste con las decisiones de otros consistorios de l'Horta Sud no pasa desapercibido.
Control a los pisos turísticos
Otro de los cambios destacados es la incorporación, por primera vez, de una regulación específica para los pisos turísticos, un fenómeno en auge en localidades del área metropolitana de València. En Alaquàs, se permitirá su implantación solo si cuentan con acceso independiente, es decir, sin compartir la misma puerta o escalera que los vecinos del edificio donde se ubique.
Esto significa que solo podrán abrirse en inmuebles completos, en viviendas unifamiliares o en pisos que tengan su propia entrada desde la calle. Además, se establece una distancia mínima de 50 metros entre un alojamiento turístico y otro, para evitar que se concentren en una misma zona y puedan alterae la vida cotidiana del vecindario.

- Imagen de archivo del Ayuntamiento de Alaquàs. -
- Foto: VP
Esta norma busca garantizar una convivencia equilibrada entre residentes y visitantes, así como frenar la posible turistificación de algunos barrios del municipio. Por otra parte, se contempla la posibilidad de que las comunidades de propietarios tengan más margen para decidir si aceptan este tipo de alojamientos en sus edificios, en línea con las modificaciones recientes de la Ley de Propiedad Horizontal a nivel estatal.
Medidas ambientales y otros ajustes
La modificación urbanística también recoge una serie de medidas medioambientales. Por ejemplo, el Ayuntamiento obliga a proteger los árboles cercanos durante las obras y a comprobar si hay nidos de especies protegidas antes de iniciar trabajos en fachadas o cubiertas. Además, en zonas industriales de nueva creación, se exigirá la instalación de sistemas sostenibles para la gestión del agua de lluvia.
El documento estará en exposición pública durante 45 días, un periodo en el que los vecinos y vecinas podrán consultar el contenido completo de la propuesta y presentar alegaciones si lo consideran oportuno. Una vez pasado ese plazo y, tras la evaluación ambiental correspondiente, el Ayuntamiento de Alaquàs podrá aprobarlo de forma definitiva.