VALÈNCIA. El nuevo presidente de Vox en Valencia, Vicente Barrera, ha movido ficha apenas dos semanas después de su llegada al cargo. El torero y exvicepresidente segundo de la Generalitat Valenciana presentó el pasado viernes los nombres que integran el Comité Ejecutivo Provincial (CEP), órgano encargado de definir la estrategia y elaborar las listas electorales del partido. 

La nueva dirección provincial incorpora como número dos al exconseller de Agricultura, José Luis Aguirre. De este modo, el relevo marca el cierre definitivo de la etapa de Ignacio Gil Lázaro, histórico diputado de la derecha valenciana, que cedió la presidencia provincial dando "por cumplido su ciclo".

Barrera, muy próximo al núcleo duro de Santiago Abascal, ha asumido el mando con la misión de reforzar la estructura territorial de cara a un posible escenario electoral y con la voluntad de "rejuvenecer" la dirección, en la que no figura Iván Expósito, hasta ahora vicepresidente y alcalde de Náquera. 

La ausencia de Expósito en el nuevo equipo de trabajo de Barrera no ha pasado desapercibida. Se trata, al fin y al cabo, del único alcalde que Vox tiene en la provincia de Valencia y, por ende, del dirigente que gobierna en el único municipio donde la formación de extrema derecha fue la más votada en las elecciones de 2023. 

Sin embargo y, en declaraciones a Valencia Plaza, el alcalde de Náquera insiste en que la remodelación responde a criterios orgánicos: "Los estatutos de los comités ejecutivos dicen que, en el momento en que renuncia el presidente, cesamos todos los miembros. Cada presidente elige a su equipo".

Tampoco se ha obtenido respuesta por parte de Vox. En este sentido, la propia decisión abre interrogantes sobre los motivos que han llevado al partido, en especial a Barrera, a prescindir por completo de la participación de su único primer edil, no solo en la provincia de Valencia, sino en el conjunto de la Comunitat Valenciana. 

Polémicas de Iván Expósito en Náquera

La salida de Expósito llega tras un año especialmente agitado en Náquera. Desde mayo, la Agencia Valenciana Antifraude investiga el pago de más de 40.000 euros en productividades a empleados municipales pese a los reparos técnicos de Secretaría e Intervención. El alcalde defendió entonces la medida como una forma de "evitar arbitrariedades", mientras acusó a la oposición de querer "sacar rédito político".

A ello, se suman otras polémicas previas que han mantenido a este municipio del Camp de Túria en el centro de la atención mediática, como la prohibición de exhibir banderas LGTBIQ+ en dependencias del consistorio o la retirada del término "machista" de los comunicados por asesinatos de mujeres. También fue muy criticada la subida salarial que se aprobó al inicio de la legislatura, ya que elevó la retribución de Expósito hasta los 45.000 euros brutos y liberó a todos los concejales del gobierno local.

Las tensiones internas tampoco han sido menores. De los cerca de 80 afiliados con los que Vox contaba en Náquera tras las elecciones del 28M, apenas una quincena sigue activa. En ese sentido, una de las crisis más sonadas fue la que protagonizó Marta Izquierdo, exconcejala y responsable de áreas como Tradiciones, Festejos o Comunicación. 

En una carta, la edil comunicó su intención de abandonar el partido y pasar al grupo de no adscritos debido a una "pérdida de principios" y el "aislamiento progresivo" que había estado sufriendo dentro del equipo de gobierno, además de decisiones que, en sus palabras, "no siempre se ajustan a la legalidad vigente".

Pese a que Izquierdo terminó dejando su acta de concejal en Nàquera para ser asesora del grupo parlamentario Vox en el Senado, su baja hizo flaquear al gobierno local e, incluso, en la oposición se barajó la idea de presentar una moción de censura para desbancar a la formación ultra. 

Fuga de ediles en Vox Valencia

Los problemas orgánicos no se limitan al ámbito local. En la anterior ejecutiva en la que participaba el alcalde también se produjeron desacuerdos que derivaron en la salida de varios de sus integrantes. En ese contexto, Expósito asumió la vicepresidencia tras la renuncia de Helena Martínez Losada.

Martínez Losada fue una de los varios ediles que decidieron abandonar su acta y dejar el partido en los últimos meses, todavía con Gil Lázaro al frente. De hecho, el mes de mayo se abrió con una cadena de bajas en Vox que volvió a poner en cuestión la cohesión interna que la dirección nacional intenta proyectar.

El primero en hacer pública su marcha fue Guillermo Alonso del Real, hasta entonces vicealcalde de Torrent y cabeza de lista de la formación en este municipio. "Hoy no me retiro, hoy me libero", declaró durante el pleno ordinario en el que formalizó su salida y su paso al grupo de no adscritos.

A diferencia de otros excompañeros, Martínez Losada argumentó "motivos profesionales" para justificar su salida, que supuso no solo abandonar el partido, sino también dejar su puesto como concejala en el Ayuntamiento de Bétera. Su renuncia terminó con Iván Expósito en la vicepresidencia de la formación.

La legislatura continuó marcada por nuevas fisuras. Marta Izquierdo, concejala en el municipio gobernado por Expósito, comunicó tanto su baja como militante como su incorporación al grupo de no adscritos, acompañada de una crítica explícita a la línea interna del partido.

Según expuso, había perdido afinidad con los principios de funcionamiento de Vox, basados -a su juicio- en un fuerte centralismo orgánico y en una toma de decisiones excesivamente concentrada en la dirección nacional. A todo ello se sumó la dimisión de Carlos Devís, el único concejal que representaba a Vox en Serra, que también optó por abandonar su cargo en el consistorio.