VALÈNCIA. Buñol intenta reconstruir su apuesta por el turismo rural después de que la Dana arrasara con algunas de sus rutas de senderismo más emblemáticas. Tras la riada del 29 de octubre, que transformó la orografía de parajes naturales como la Cueva del Turche, el municipio baraja diferentes estrategias para recuperar su atractivo y consolidarse como una opción turística de primer nivel.
"El temporal lo ha cambiado todo. Los puentes han desaparecido, los caminos se han borrado y el paisaje ahora es otro", explica la concejala de Turismo en el Ayuntamiento de Buñol, Lucía Villar, en declaraciones a Valencia Plaza. Las intensas lluvias arrastraron toneladas de tierra y vegetación, lo que ha dejado al descubierto nuevas pozas y saltos de agua que antes permanecían ocultos. "Lo que antes era una ruta de fácil acceso ahora presenta una mayor dificultad, pero también ha revelado un entorno más salvaje y natural", apunta Villar.
Pese a los daños, en el consistorio no han tardado en mover ficha. De este modo, se han convocado consejos de turismo quincenales con empresarios y asociaciones locales para coordinar las actuaciones, mientras se evalúan nuevas oportunidades para potenciar el sector. La recuperación de las infraestructuras dañadas es la prioridad inmediata, pero también hay un esfuerzo por reorientar la oferta turística.
- Imagen de archivo de la Cueva del Turche, en Buñol -
- TURISME COMUNITAT VALENCIANA
La idea, según explica Villar, es aprovechar la transformación del entorno para crear nuevas rutas y experiencias, adaptadas a un público que busca contacto con la naturaleza y la aventura. "El turismo tiene que adaptarse a lo que tenemos ahora. Buñol sigue siendo visitable, pero de otra manera", subraya la concejala. Aunque el senderismo sigue siendo el principal reclamo, el ayuntamiento estudia potenciar actividades vinculadas al turismo activo, como barranquismo o rutas guiadas por los nuevos paisajes que ha dejado la riada.
Campañas para recuperar el turismo
El impacto económico de la Dana sobre el sector turístico ha sido notable. En los meses posteriores al temporal, la afluencia de visitantes se ha desplomado, afectando tanto a las casas rurales como a los comercios locales que dependen directamente de la actividad de este sector. "Al principio, no venía nadie. Ahora empieza a notarse algo más de movimiento, pero la recuperación será progresiva", reconoce Villar.
El municipio ha recibido 14,5 millones de euros por parte del Gobierno de España, que destinará a la reparación de las infraestructuras municipales dañadas por la Dana. Entre ellas, explica la concejala de Turismo, se encuentra la reconstrucción de los puentes de La Jarra y del Hortelán, que conectan el municipio con enclaves turísticos. Además, se destinarán 300.000 euros para rehabilitar el Castillo de Buñol, otro de los grandes reclamos de la localidad.
Con la primavera y la temporada alta de senderismo a la vuelta de la esquina, la recuperación no puede esperar. Desde el ayuntamiento, se trabaja en campañas de promoción en redes sociales y marketing digital, a fin de atraer de nuevo "un número considerable de visitantes". De hecho, Villar enfatiza que "el boca a boca va a ser clave. Queremos que la gente redescubra Buñol con otros ojos y entienda que el entorno ha cambiado, pero sigue siendo un lugar único".
A largo plazo, la estrategia pasa por consolidar el municipio como destino de turismo sostenible y aprovechar la transformación del paisaje para ofrecer experiencias diferentes. "Esto no solo es una recuperación, es una reinvención", concluye la concejala.
