VALÈNCIA. La provincia de Valencia ha amanecido este lunes bajo una calma tensa. Desde las cuatro de la mañana, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene activa la alerta roja por lluvias en el litoral y prelitoral valenciano, con acumulados que, en algunas estaciones, superan los 70 litros por metro cuadrado. El episodio, que inevitablemente recuerda a la catástrofe del pasado 29 de octubre, se afronta con una vigilancia extrema por parte de las autoridades y con medidas preventivas que, por el momento, están demostrando su eficacia. 

Durante la madrugada, los incidentes más destacados se han producido en Aldaia, Paiporta y Buñol. En Aldaia, el barranco de La Saleta volvió a desbordarse a la altura del dique del centro comercial de Bonaire, tras una tromba de agua que dejó 57 litros por metro cuadrado en apenas 35 minutos. Según ha explicado el alcalde, Guillermo Luján, las fuertes lluvias han anegado algunas calles, aunque la bajada del nivel del agua y el funcionamiento de las compuertas metálicas -instaladas en el cauce la semana pasada- han evitado consecuencias mayores. 

En Paiporta, el alcalde, Vicent Císcar, ha calificado la noche de "relativamente tranquila" pese a la subida puntual del barranco del Poyo, que llegó a superar el medio metro de agua en el fondo del cauce antes de remitir. En Buñol, la alcaldesa, Virginia Sanz, ha informado de desprendimientos de piedras en una carretera, aunque sin daños personales.

Por su parte, en la comarca de La Safor ha llovido con intensidad esta mañana de lunes. Entre Gandia y Barx, se han acumulado más de cien litros por metro cuadrado, con zonas anegadas por el agua en los alrededores del paseo marítimo. En Oliva, las lluvias también han bloqueado algunas calles y, en Xeresa, el campo de fútbol ha quedado inundado. 

Medidas adoptadas en los Cecopal

La respuesta de los municipios se ha articulado a través de los Centros de Coordinación Operativa Local (Cecopal), la mayoría convocados desde el domingo, que han actuado como órganos de mando para organizar la prevención y garantizar la seguridad de la población. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Torrent ha suspendido todas las clases este lunes, ha cerrado edificios municipales, parques y jardines, así como ha clausurado los pasos subterráneos más propensos a inundarse. Además, el consistorio ha ordenado reforzar la vigilancia en puntos críticos como el Parc Central, la Avinguda Joan Carles I o los barrios de Santa Rosa de Lima y La Puríssima, zonas que ya sufrieron daños durante la Dana del 29-O.

En Alfafar, el Cecopal se ha reunido a primera hora de este lunes para evaluar la situación y cordinar la jornada. El alcalde, Juan Ramón Adsuara, ha destacado que el cierre del parque comercial -incluido Ikea- estaba siendo "clave" para la movilidad de brigadas y servicios de emergencia. El ayuntamiento ha activado todos sus canales de comunicación, desde redes sociales hasta bandos de alcaldía, para mantener informada a la población, mientras las brigadas municipales revisaban imbornales y puntos críticos. También se ha reforzado la atención a personas mayores y dependientes, con un seguimiento especial de Servicios Sociales.

Por su parte, los municipios del Camp de Morvedre han decidido de manera conjunta suspender las clases en los colegios y aplazar todas las actividades culturales, deportivas y de ocio. La comisión comarcal de emergencias ha recomendado optar por el teletrabajo en empresas y administraciones locales para reducir desplazamientos, así como evitar estacionar vehículos en ramblas o zonas inundables.

En Gandia, el Cecopal se reunió de urgencia el domingo en el consistorio y acordó la suspensión de clases en todos los centros educativos, incluidas las escoletes municipales. También se decretó el cierre de parques, instalaciones deportivas y el cementerio, además de recomendar a la ciudadanía permanecer en casa y evitar transitar por calles inundadas. Chiva, en la comarca de la Hoya de Buñol, también ha activado su Cecopal, donde han decidido suspender las clases durante dos días, así como todas las actividades deportivas y extraescolares. 

El ayuntamiento, que dirige Ernesto Navarro, ha ordenado revisar barrancos y cauces, supervisar generadores de emergencia en residencias y centros de salud, y puso a disposición bombas de achique para responder a posibles acumulaciones de agua. En Manises, se ha decretado el cierre de todos los centros educativos, instalaciones municipales, parques y jardines, así como del puente del Camino de Aldaia. En Bétera, la Policía Local se mantiene en alerta, con vigilancia permanente en barrancos y caminos, a la espera de que el temporal gane intensidad al mediodía.

También el Ayuntamiento de Quart de Poblet, a través de su Cecopal, ha decretado la suspensión de las clases este 29 de septiembre, así como la cancelación de todas las actividades lúdicas y deportivas en espacios cerrados o al aire libre. Por otra parte, el consistorio ha decidido clausurar instalaciones municipales como la biblioteca municipal o el cementerio. Del mismo modo, ha advertido de que los accesos a zonas de riesgo como el río Túria y el barranco del Pozalet quedan cerrados. En la misma línea, el Ayuntamiento de Paterna ha adoptado medidas similares, cuyo Cecopal acordó este domingo el cierre del Parc Central, el parque de la calle Valencia y el de Bovalar.

Lo peor podría producirse al mediodía

En otras localidades la madrugada ha transcurrido con más tranquilidad. La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, ha asegurado que no ha habido "ninguna incidencia a destacar" y que todos los equipos municipales permanecen en guardia, con drones que sobrevuelan el barranco del Poyo para vigilar una posible crecida del agua. En Cullera, el alcalde, Jordi Mayor, ha confirmado que no se habían producido incidencias durante la noche, aunque ha advertido de que el sur del término municipal, en zonas como Marenyet, l'Estany y el Brosquil, podría verse más afectado en las próximas horas.

En Massanassa, el alcalde, Francisco Comes, ha explicado que apenas había llovido, pero ha insistido en que la alerta roja sigue activa y que las lluvias podrían intensificarse a partir de la tarde. El consistorio, que ya había activado el Cecopal el sábado, ha desplegado brigadas para vigilar la red de alcantarillado y ha puesto en alerta a Policía Local y Servicios Sociales para atender a vecinos que residen en plantas bajas.

Mientras tanto, la ciudadanía ha respondido con cautela y prudencia. En distintas localidades de l’Horta Sud, como Benetússer, Massanassa o Catarroja, los vecinos han optado por aparcar sus vehículos en pasos elevados y puentes, una imagen que se repite cada vez que las alertas meteorológicas se intensifican. En Sedaví, algunos han colocado barreras metálicas en las entradas de sus viviendas.

Asimismo, algunas familias han comenzado a subir muebles y enseres a plantas superiores por temor a posibles inundaciones. Por su parte, la Aemet mantiene la alerta roja en el litoral de Valencia hasta la medianoche y advierte de que lo peor podría producirse al mediodía, cuando se esperan los acumulados más elevados.

De momento, la combinación de medidas preventivas y las nuevas infraestructuras instaladas tras la catástrofe han permitido que la madrugada transcurriera sin grandes incidentes. Pero la provincia sigue en vilo, consciente de que el temporal, del que este lunes se cumplen once meses, todavía no ha mostrado su cara más severa.