VALÈNCIA. Catarroja ya ha definido cómo será la 'nueva' tasa de basuras que los ayuntamientos españoles deberán aplicar a partir de 2026. En el caso de este municipio de l'Horta Sud, el equipo de gobierno ha concretado el modelo y las cifras que marcarán un cambio significativo en el recibo que pagan los vecinos. 

La medida responde a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, aprobada en 2022 por el Gobierno central y desarrollada por una directiva europea que obliga a que la ciudadanía asuma el 100% del coste del servicio de recogida y tratamiento de residuos. Hasta ahora, los ayuntamientos cubrían una parte importante de ese gasto. 

Durante un desayuno informativo este jueves, la alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, explicó que la nueva tasa se integrará en el recibo del agua y constará de dos partes. Una cuota fija de 40 euros anuales, repartida en los cuatro recibos trimestrales, y una cuota variable de 77 céntimos por cada metro cúbico de agua consumida. 

Esta confección del 'nuevo' impuesto responde a la exigencia estatal de que este sea "específico, diferenciado y no deficitario", así como la necesidad de avanzar hacia modelos de pago ajustados a la generación real de residuos. El consistorio defiende que vincular la tasa al consumo de agua es un sistema "más proporcionado" que el anterior, pues solo tenía en cuenta los metros cuadrados del inmueble.

Con el nuevo diseño, el consumo de agua actúa como indicador aproximado del número de personas que habitan una vivienda, de modo que los hogares más numerosos -y que previsiblemente generan más residuos- acabarán pagando una cantidad mayor por la tasa. 

Bonificaciones para familias con ingresos bajos

En este contexto, algunos vecinos podrían llegar a abonar hasta el triple de lo que pagan en la actualidad -unos 32 euros anuales-, en función de sus consumos. Por eso y, a fin de suavizar el impacto entre los hogares con menos recursos, el Ayuntamiento de Catarroja aplicará unas bonificaciones específicas. 

Así, las familias con ingresos bajos, acreditados según el umbral que utiliza la administración para determinar la renta mínima (conocido como IPREM), quedarán exentas del tramo variable y solo pagarán la cuota fija de 40 euros. Silvent considera que esta medida introduce un componente social imprescindible en un impuesto que no deja margen al consistorio, pero sí a la forma de aplicarlo.

Más allá de todo esto, el ayuntamiento subraya que la medida busca fomentar la responsabilidad ambiental entre los vecinos de Catarroja. Quien consuma menos agua pagará menos, lo que, a su juicio, introduce un incentivo indirecto a generar menos residuos y ajustar los hábitos de consumo.

La empresa municipal se encargará de la recogida de basura

Por otro lado, la implantación de la tasa coincide con otro cambio en el modelo de gestión de residuos del municipio. A partir del próximo 1 de enero, la recogida de basura pasará a realizarla la empresa municipal, mientras que la contrata actual continuará encargándose de la limpieza y el barrio de calles. 

Un relevo que se enmarca, según explicó la alcaldesa, en el Plan Municipal de Residuos, que prevé una sustitución completa de los contenedores en el primer trimestre de 2026; reubicación de islas; instalación de sensores para optimizar las rutas de recogida y la implantación de la fracción orgánica con un sistema de identificación personal para mejorar la calidad del residuo.

No obstante, dichos cambios no están exentos de dificultades. Silvent añadió que aún no hay un acuerdo con la actual contrata para la subrogación del personal ni sobre la flota de vehículos, aunque aseguró que las conversaciones siguen abiertas tanto con la empresa como con los sindicatos.