VALÈNCIA (EP). La Dana del 29 de octubre dejó un balance de 229 víctimas mortales en la provincia de Valencia en un goteo de fallecidos que iban siendo localizados y que necesitaban de un lugar de descanso final, aunque algunos cementerios resultaron con graves daños por la riada. Un año después, los camposantos están en vías de la completa reparación o bien ya preparados para honrar a los difuntos para la fecha de Todos los Santos.
Uno de los casos más relevantes es el del cementerio de Sedaví, que tiene la catalogación de Bien de Relevancia Local. Su ubicación en la parte baja de la localidad le hizo llegar a estar cubierto, en una gran parte, bajo tres metros de agua. Dos coches acabaron en su interior, la ermita quedó destrozada y cuatro operarios estuvieron hasta el mes de abril limpiando "con todo el cariño", una a una, 2.500 lápidas.
Así lo describe a Europa Press Javier Pérez, el concejal de Cementerios de la localidad, que recalca la dualidad de su cargo: "De cementerios y de Juventud, que suelen ser los polos opuestos". En Sedaví murieron nueve vecinos por la dana que pudieron recibir sepultura en la parte más alta del camposanto, la nueva, donde el agua "solo" llegó a los 70 centímetros.
"Se cayó toda una sección, la séptima, por lo que lo que hicimos fue limpiar lo antes posible la zona nueva con los operarios de la brigada y los soldados de la Unidad Militar de Emergencias para poder hacer entierros. No estaba todavía en condiciones, pero se tenían que hacer entierros, a los que solo podían entrar los familiares para acompañar", ha detallado.
En esos días precisaron mucha ayuda de Policía, UME y operarios hasta que el mes de abril pudieron abrir el cementerio completo "como pudimos" y "tras lavarle un poco la cara". Los trabajadores tuvieron que "quitar las lápidas, sacar los restos con todo el cuidado del mundo, ponerlos en una fosa común y clasificarlos para que los parientes pudieran recuperarlos y volverlos a poner en su sitio", ha detallado, un proceso se logró hacer antes del 29 de abril.
Mientras, y a pesar de que la gente quería ver cómo estaba la situación y los nichos de sus familiares, "lo teníamos todo tapado" y se accedía a la parte que se podía. Los cuatro operarios limpiaron "lápida, lápida, con todo el cariño del mundo para que no se desprendieran ni las letras, ni la historia, ni nada", algo que llevó "bastante tiempo". "Lo tuvimos que hacer nosotros, porque el Ejército hacía las cosas grandes, no las pequeñas", ha descrito.
Así, el proceso concluyó y, tras pasar los trabajos por el visto bueno de patrimonio, el cementerio se pudo abrir el 29 de abril. "La verdad es que está bastante bien menos la sección séptima, que está conforme estaba", ha detallado.
La puerta principal de acceso, también BRL, se acabó de colocar este mismo mes de octubre y se ha estado trabajando "a marchas forzadas" para abrir el recinto, donde la capilla precisaba un altar nuevo, ya que también quedó "arrasada" por el agua.
La reparación de "lavado de cara" realizado hasta ahora se ha afrontado con los fondos municipales mientras que la mayor inversión --la reconstrucción para la sección séptima y la capilla-- se hará con los del Estado. Para estos días, se taparán salas que no están en condiciones con unos paneles para poder abrir. Menos a la sección séptima, se podrá acceder al recinto.
El edil reconoce que ha sido un proceso "muy duro" y en el que no siempre se ha comprendido el trabajo porque querían saber cómo estaban sus familiares. "Había gente que te decían llorando Javier, ¿cómo están?" y le daban los detalles de la ubicación para que pudiera hacer fotografías de la lápida y mostrársela para que se quedaran tranquilos.
"Intentábamos capearlo como podíamos y tranquilizar", ha explicado Javier, que asegura que el camposanto es "lo más bonito que tiene Sevadí", y cree que es el que más daños ha sufrido en toda la zona cero de la dana. En este municipio también se quedaron sin Ayuntamiento, con la planta baja y sótano completamente arrasados.
Primeros entierros en Catarroja
En Catarroja, el Ayuntamiento ha invertido unos 500.000 euros en obras para la recuperación del cementerio, que quedó gravemente afectado por la dana. Casi un año después, el camposanto opera "con normalidad" y, de hecho, el consistorio tiene en marcha una fase de ampliación de nichos, según ha explicado a Europa Press la alcaldesa de la localidad, Lorena Silvent.
La primera edil ha recordado cómo el 29 de octubre del pasado año, "al ver la magnitud de la tragedia, no sabíamos cuántas personas habían perdido la vida, pero veíamos que iba a ser algo muy grande". Ante esta situación, desde el Ayuntamiento se pusieron en marcha para trabajar en la recuperación del cementerio.
"Teníamos a trabajadores municipales, empresas privadas y voluntarios para ayudar a recuperar de manera rápida el cementerio y el 8 de noviembre celebramos el primer entierro", ha señalado.
Paralelamente, el Ayuntamiento de Catarroja cedió estas instalaciones a vecinos de Massanassa y Catarroja que no podían enterrar a sus familiares fallecidos por la dana en sus localidades. "Y vinieron aquí", ha apuntando.
Desde entonces, los trabajos se han centrado en reparar las "muchas" lápidas que quedaron rotas o sueltas tras la riada y en realizar obras en panteones --"tres habían cedido"--, en definitiva, una restauración "importante". También en recuperar puertas y muros perimetrales, todo ello con una inversión de 500.000 euros.
Casi un año después, estas intervenciones han permitido que el cementerio de Catarroja opere "con normalidad" y a día de hoy el consitorio afronta una fase de ampliacion de nichos. "Teníamos --antes de la dana-- el margen para los fallecimientos de un año normal", ha señalado.
Además, el próximo 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, el Ayuntamiento prevé habilitar un espacio "especial" y "simbólico" en recuerdo de los vecinos fallecidos por la dana, mientras trabaja con las asociaciones de víctimas en acciones en acciones de homenaje. Se tratará, ha avanzado, de una especie de "rincón de la memoria" con plantas reservadas y con adornos, que incluirá una "mención" a las víctimas.
Por su parte, en Benetússer el cementerio municipal no sufrió daños "significativos" en la dana, ya que se ubica en una de las zonas más altas de la localidad. Su alcaldesa, Eva Sanz, precisa que en las inundaciones entró barro en el camposanto, lo que afectó a alguna lápida, por lo que el Ayuntamiento ha indemnizado a algunas familias.
Sin embargo, la primera edil de Benetússer recalca que el cementerio "está bien", operativo y sin problemas para acceder de cara a la celebración del Día de Todos los Santos, una jornada en la que quieren hacer un "espacio para el recuerdo" a las víctimas mortales de la dana ubicando velas.
Por parte de Alfafar, su alcalde, Juan Ramón Adsuara, ha explicado a Europa Press que el cementerio de esta localidad se vio "muy afectado" por la dana y se encuentra en la fase final de reparación, en la que se trabaja actualmente en el tanatorio.
Las vías que llevan al camposanto de Alfafar están en "plena reconstrucción", por lo que el Ayuntamiento ha decidido paralizar las obras en los días previos al 1 de noviembre para facilitar el acceso. Se podrá circular entre el 30 de octubre y el día de Todos los Santos en una ruta de autobús urbano hasta el cementerio, con un pequeño último tramo a pie para acceder al interior.
Por su parte, el alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón, ha indicado que el cementerio de este municipio "no se vio tan perjudicado" como otros puntos de la localidad el pasado 29 de octubre, con lo que no cree que haya problemas de acceso el próximo 1 de noviembre.