VALÈNCIA. La rambla del Poyo alcanzó un pico de caudal de 7.700 metros cúbicos por segundo el día de la Dana, una magnitud extraordinaria que duplicó la capacidad de diseño del histórico Plan Sur y que fue la responsable directa de la inundación que impactó sobre Torrent. Así lo recoge un informe de la Universitat Politècnica de València (UPV), elaborado para analizar las consecuencias geomorfológicas, hidráulicas y económicas de la riada del 29 de octubre de 2024.
Sin embargo, los responsables del estudio advierten que esa cifra no procede solo del barranco del Poyo, sino de la suma explosiva de varias afluentes, cuyos caudales también crecieron descomunalmente durante el episodio de lluvias. En concreto, l'Horteta alcanzó los 4.100 metros cúbicos por segundo, adelantándose una hora al máximo del Poyo.
Por su parte, el barranco de los Giles, que en condiciones normales es apenas una acequia, llegó a registrar alrededor de 1.000 metros cúbicos por segundo. Además, la Saleta superó los 1.300 metros cúbicos por segundo tras recibir el agua del Poyo, cuyo margen izquierdo se había desbordado. "Estamos hablando de un pico de caudal por encima de los 10.000 metros cúbicos, el doble del Plan Sur", subrayó uno de los autores del estudio.

- El cauce del barranco a su paso por Torrent. - Foto: AYUNTAMIENTO DE TORRENT
También destacó la elevada capacidad de desagüe del Poyo dentro del término de Torrent, a diferencia de lo ocurrido aguas abajo, en Picanya o Paiporta, donde se produjo la gran desbordación. Además, llamó la atención el conocido 'cunetó', el canal que deriva el agua de la Saleta hacia el Poyo y que desemboca justo frente a la calle Barranc, el tramo del cauce en Torrent que sufrió los mayores daños.
Una manera de llover "muy rara"
El informe, de más de mil páginas y encargado por el propio Ayuntamiento de Torrent a principios de este año, ha supuesto una inversión municipal superior a los 45.000 euros. Se trata de la investigación más exhaustiva realizada hasta la fecha sobre el comportamiento hidráulico y geomorfológico del sistema de barrancos que atraviesa el municipio.
Lo cierto es que la magnitud de la Dana del 29-O no tiene precedentes y obliga a replantear por completo la planificación de seguridad frente a episodios de lluvia torrenciales. Durante la presentación del estudio este jueves, el concejal de Urbanismo de Torrent, José Gozalvo, explicó que, tras la emergencia inicial, surgió una pregunta inevitable: cómo había cambiado el territorio y si existían riesgos ocultos que podían agravarse en futuras avenidas de agua.

- Presentación del informe de la UPV en la Casa de la Cultura de Torrent. -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE TORRENT
Por ello, el estudio utiliza una tecnología basada en vuelos LiDAR de precisión, topografía comparada y una reconstrucción hidrológica del entorno mediante modelos calibrados. Los responsables detallaron que reproducir la crecida del barranco fue complejo debido a la gran diferencia espacial de la lluvia. "El agua hizo cosas muy raras", explicaron.
Por poner un ejemplo, en la cuenca alta del Poyo se registraron hasta 770 milímetros en 24 horas, mientras otras zonas próximas recibieron cantidades muy inferiores. Esa distribución irregular del agua generó respuestas inesperadas en barrancos secundarios que, hasta el momento, se consideraban inactivos.
Las precipitaciones cayeron sobre un terreno saturado, de modo que la escorrentía se produjo de forma casi inmediata. ¿El resultado? Una repentina avenida que multiplicó la velocidad del flujo del agua, arrastró vehículos, árboles y otras infraestructuras, así como modificó el perfil longitudinal de varios cauces.
Periodos de retorno alterados
Por otro lado, el estudio confirma que la geomorfología del municipio ha cambiado por completo. Se contabilizan alrededor de 2 millones de metros cúbicos de tierras y materiales movilizados entre erosiones, colapsos y depósitos. En diversos puntos, los cauces se han estrechado por acumulación de sedimentos gruesos, lo que aumenta el riesgo en caso de nuevos desbordamientos.

- El cauce del barranco a su paso por Torrent.- Foto: AYUNTAMIENTO DE TORRENT
En otras zonas, la erosión incrementó la pendiente del barranco y, al mismo tiempo, la velocidad futura del agua en episodios de gran intensidad. Según los autores, estas transformaciones han alterado los modelos tradicionales de riesgo, y los cálculos de avenidas con periodos de retorno de 100 y 500 años ya no son válidos sin considerar las modificaciones producidas tras la Dana.
Además, la investigación incluye un mapa detallado de daños diferenciados en nueve tramos y ocho áreas urbanas de Torrent. Las conclusiones son claras: las estructuras rígidas de hormigón armado se comportaron "mal o muy mal", fracturándose o levantándose de su posición, mientras que los sistemas flexibles de escollera o malla absorbieron mejor la energía del flujo y permanecieron en pie.
Una estimación de más de 98 millones en daños
El estudio también cuantifica los costes aproximados de reconstrucción. Los daños en laderas y cauces ascienden a más de 90 millones de euros: 41,3 en el Poyo, 36 en l’Horteta, 8,4 en la Cañada del Pequé y 5,6 en la partida de la Venteta.
A ello se suman cerca de 5,8 millones en zonas urbanizadas directamente afectadas, incluidos caminos, redes de servicios, edificaciones y accesos. La cifra total estimada supera los 98 millones, lo que convierte este episodio en uno de los más costosos jamás registrados en el municipio.

- Presentación del informe de la UPV en la Casa de la Cultura de Torrent. -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE TORRENT
Prevenir antes que reconstruir
Otra cuestión destacada durante la presentación fue la absoluta falta de instrumentos de medición directa en la cuenca. El único punto de control, situado en Riba-roja, quedó destruido durante los momentos más intensos, lo que obligó a reconstruir la crecida mediante modelos y datos satelitales.
Por su parte, la alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, destacó la trascendencia del documento: "Contamos con una herramienta científica que nos permitirá reconstruir con rigor y reclamar lo que nos corresponde".
El informe propone actuar por fases, priorizando tramos críticos, estabilizar laderas, limpiar y recuperar los cauces, sustituir estructuras rígidas y desplegar una red permanente de sensores de control. En esencia, actuaciones orientadas no solo a reconstruir, sino a prevenir.
Porque, en palabras de los responsables del estudio, el verdadero reto será que Torrent nunca vuelva a enfrentarse a un impacto de 7.700 metros cúbicos por segundo sin estar preparada.