VALÈNCIA (EP). Las brigadas forestales del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia (CPBV) avanzan en la primera fase de los trabajos de la interfaz urbanoforestal que rodea el núcleo poblacional de la Llacuna, en el término municipal de Villalonga.
El diputado provincial de Medio Ambiente y presidente del CPBV, Avelino Mascarell, ha visitado la zona de trabajo junto al alcalde, Juanjo Sanchis, así como miembros de la corporación municipal, donde ha anunciado "la próxima incorporación de maquinaria específica que supondrá un impulso muy importante para esta actuación, que consideramos prioritaria dentro de la estrategia de prevención".
En este sentido, Mascarell ha apuntado que la propia Universitat Politècnica de València, que redactó el Plan de Autoprotección de la Llacuna, califica esta interfaz como "uno de los casos de mayor riesgo" de toda la Comunitat Valenciana frente a una eventual emergencia por incendio forestal en el entorno. Por eso mismo, ha considerado "fundamental gestionar la vegetación para evitar la acumulación de materia seca que podría convertirse en elemento propagador de fuego".
Por su parte, el alcalde de Villalonga, Juanjo Sanchis, ha valorado que esta acción "significa mucho para el pueblo en general, y especialmente para las 500 viviendas de este núcleo cuya ubicación les hace especialmente vulnerables". "No hay que irse muy lejos en el tiempo para encontrar situaciones en las que han corrido riesgo por incendios en el entorno, como fue hace dos años el de Montitxelvo o el de la Vall d'Ebo hace tres", ha señalado.
Además de estas actuaciones que ya venían ejecutándose por el Consorcio Provincial, esta semana también acudieron a Vilallonga técnicos del área de Medio Ambiente para poder evaluar in situ la problemática de los árboles muertos por sequía y la plaga de tomicus y auxiliar al consistorio en la planificación técnica de las actuaciones y en la coordinación estratégica de todos los operadores.
La actuación de silvicultura preventiva a cargo de las de las brigadas forestales, que comenzó en septiembre en la interfaz de la Llacuna, está dividida en tres fases. La primera, que abarca una superficie cercana a las cuatro hectáreas, se está ejecutando en estos momentos con herramienta manual y se reforzará con la maquinaria pesada próximamente. A continuación se abordarán las fases segunda y tercera, que suman un total de 14 hectáreas, para así completar un área de trabajo de más de 180.000 metros cuadrados.
Mascarell ha destacado "la coordinación existente entre las actuaciones de gestión forestal que ha activado el propio ayuntamiento a través de diferentes subvenciones, con esta intervención a cargo del Consorcio, demostrando así que la colaboración entre consistorio y Diputación es la vía más eficaz para asegurar la eficiencia del trabajo preventivo".
Asimismo, el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia ha instalado en esta zona el punto de vigilancia de las brigadas forestales, debido a su ubicación "privilegiada" para controlar la Safor. Esto implica también una labor de desbroce en el entorno que será recurrente en el tiempo para facilitar el acceso de los vehículos de la entidad dependiente de la Diputació de València.