VALÈNCIA (EP). La Conselleria de Medio Ambiente reutilizará material dragado de la desembocadura del Xúquer para regenerar las playas del sur de Cullera y de Tavernes de la Valldigna afectadas por la regresión costera, después de que el Gobierno haya autorizado la petición de la Generalitat para aprovechar los recursos obtenidos del dragado en lugar de extraer nuevas arenas.
La crecida de los ríos Magro y Xúquer durante la dana del 29 de octubre originó una gran cantidad de sedimentos en la bocana y en el canal de acceso del puerto de Cullera. La intervención comenzará este verano con el dragado de aproximadamente 170.000 metros cúbicos de materiales acumulados en esa zona, lo que supondrá el mayor dragado histórico llevado a cabo por la Generalitat.
De ese total, el 70% de los sedimentos se reutilizará, por un lado, para las playas sumergidas de los términos municipales de Cullera y Tavernes, concretamente en la zona Brosquil Sur y la Goleta, y por otro en una zona submarina ubicada a unos 600 metros al sur de la bocana portuaria, entre cinco y siete metros de profundidad.
El 30% restante será descartado tras los análisis de caracterización ambiental, garantizando así que solo se utilice arena apta para el entorno costero. La dinámica litoral predominante en la zona es norte-sur, por lo que el movimiento natural de arenas se desplazará hacia el sur.
Este proyecto forma parte del "compromiso" de la Generalitat con la protección ambiental, el desarrollo sostenible y la recuperación del litoral valenciano. El objetivo es reforzar la defensa ante la erosión y mejorar la calidad de los espacios de baño.
Por cuestiones competenciales este tipo de actuaciones tiene que llevarlas a cabo el Gobierno, pero ante la posibilidad de reutilizar la arena y tierras del dragado realizado se ha logrado un acuerdo para que el trabajo lo lleve a cabo la Generalitat, remarca la administración autonómica.
Reparación del puerto de Cullera
Paralelamente, la Generalitat ejecuta, mediante un contrato de emergencia y una inversión de seis millones de euros, las obras de reparación en el puerto de Cullera, el más afectado por la Dana.
Estos trabajos se centran en restituir la operatividad del muelle y recuperar el calado, infraestructuras clave para el dinamismo pesquero y turístico de la localidad. La restitución del calado conlleva la extracción de sedimentos que utilizarán para la regeneración de estas playas.