Comarca y empresa

La Generalitat reutiliza tierra de las inundaciones para sellar el vertedero de Basseta Blanca en Riba-roja

El material se está usando para el sellado de las instalaciones

  • Maquinaria trabajando en la recuperación de tierras
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VALÈNCIA. La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, ha puesto en marcha un dispositivo para reutilizar la tierra que se mezcló con todo tipo de residuos a causa de las inundaciones del pasado 29 de octubre en la fase final de los trabajos de restauración del antiguo vertedero de Basseta Blanca en Riba-roja de Túria (Valencia). En concreto, ese material se está usando para el sellado de las instalaciones, que fueron clausuradas en 1996.

Así lo ha indicado el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, quien ha visitado el estado de los trabajos, este lunes, acompañado por el secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio, Raúl Mérida; el director general de Calidad y Educación Ambiental, Jorge Blanco, y el alcalde de la localidad, Robert Raga, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

"Este espacio era un vertedero hace veinte años, y ahora ya procedía a rehabilitar la zona y clausurarlo", ha detallado el conseller. Para ello, se usa parte de la tierra procedente del temporal, que se ha depurado en la planta de Quart de Poblet-Manises, donde se están gestionando 250.000 toneladas de residuos generados el pasado octubre, de los que "casi la mitad eran tierra y lodo".

Con este proyecto, la Generalitat pretende "dar otra vida a estos materiales, a la vez que se optimizan recursos y se resuelve un problema medioambiental que lleva años pendiente". En esta línea, Martínez Mus ha asegurado que, con esta acción, el Consell "garantiza un uso responsable de los residuos que sea amable con el medio ambiente y no perjudique a los vecinos".

El conseller de Medio Ambiente ha agregado que la tierra procedente de las riadas pasó por un proceso de cribado y ha destacado que, con este proceso, "se minimiza el impacto ambiental del transporte, lo que reduce la necesidad de extraer y mover nuevos materiales y se evita la extracción en canteras".

El sellado y restauración del vertedero, que ocupa 40 hectáreas y que recogía residuos del área metropolitana de València, supone una inversión de 12,6 millones de euros. Para Martínez Mus, con esta acción, "se clausura un antiguo vertedero y se recupera un espacio integrado para Riba-roja de Túria gracias a un proyecto que es un ejemplo de nuestro compromiso con la sostenibilidad, la protección del medio ambiente y la salud de nuestros ciudadanos".

Por su parte, el alcalde de Riba-roja, Robert Raga, ha reconocido el trabajo realizado estos años por las diferentes administraciones para "recuperar este espacio degradado que ha tenido un grave impacto medioambiental, a lo largo de estas décadas". Raga ha trasladado al conseller el compromiso del anterior Consell de convertir esta zona en una gran planta de producción de energías renovables.

Otros elementos

El proyecto del antiguo vertedero, clausurado definitivamente en 1996, también implica la incorporación de los necesarios sistemas impermeabilizantes, gravas de drenaje y una red completa de desgasificación. Asimismo, los trabajos, que finalizarán antes de cerrar el año en curso, consisten en el derribo de muros de hormigón y mampostería, casetas de riego y soleras de hormigón, la limpieza y vaciado de las arquetas de lixiviados, así como el desmontaje y retirada las tuberías plásticas superficiales y las líneas eléctricas y telefónicas.

El equipo municipal ha mantenido un encuentro con el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio también con el objetivo de avanzar en la tramitación del Plan Especial Urbanístico de Reconstrucción tras las inundaciones que impulsa el municipio. El Ayuntamiento ha impulsado una propuesta de 3,6 millones de metros cuadrados de terreno destinado a la creación de dos nuevas zonas industriales no inundables para reubicar a aquellas empresas que deseen reubicarse.

La iniciativa engloba dos áreas diferenciadas radicadas en el término municipal, según el Plan Especial Urbanístico de Reconstrucción (PEUR). La primera zona propuesta por el consistorio, denominada Peyland, Veïna y Barranc de la Pedrera, ocupa una extensión de 976.834 metros cuadrados y se localiza en una ubicación estratégica junto a la carretera CV-370 y el carrer Séquia de Llorca. Abarca el sector conocido como el Carot, en el linde con el Camí de Seminar.

La segunda área planteada, en la zona conocida como el Pla de Nadal, está formada por una superficie total de 2.675.173 metros cuadrados, junto a la AP-7 y la urbanización de la Llobatera. En la propuesta se contempla la creación de una zona verde de 397.603 metros cuadrados como zona de amortiguación y revalorización del patrimonio  cultural. La Dirección General de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental se ha comprometido con el Ayuntamiento con el objetivo de desarrollar el proyecto.

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