VALÈNCIA. Las obras del Centro Polivalente Cultural de Riba-roja de Túria, que llevan más de una década paralizadas, ya tienen fecha de finalización: abril de 2027. El Consell ha aprobado el incremento del límite de gasto plurianual necesario para financiar su ejecución, una decisión que se ha publicado este viernes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) y que permitirá reanudar los trabajos en enero del próximo año.

El reajuste afecta a las anualidades de 2026 y 2027 con un notable refuerzo económico. Para 2026, la Generalitat eleva su aportación de los 859.600 euros inicialmente previstos a 1.806.983,59 euros, a los que se sumarán 602.327 euros del Ayuntamiento de Riba-roja. En total, se invertirán unos 2,4 millones durante ese ejercicio. 

Por otra parte, en 2027, el límite autonómico pasa de 736.800 a 1.149.016,41 euros, mientras que el consistorio aportará 1,8 millones adicionales, lo que permitirá movilizar cerca de 2,9 millones. En conjunto, ambas administraciones destinarán más de 5,3 millones en dos años para culminar el equipamiento, cifra que se añade a los 1,2 millones ya consignados en los presupuestos autonómicos de 2025, dentro del programa 'Lucha contra el despoblamiento y cohesión territorial'.

Cabe recordar que este ajuste presupuestario responde a las circunstancias excepcionales que han impedido ejecutar el convenio firmado en julio de 2022 entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria. Según la documentación aprobada, el consistorio justificó los retrasos por dificultades técnicas y administrativas, a las que se sumaron los efectos de la Dana del 29 de octubre que afectó al municipio. La comisión de seguimiento del convenio constató que el consistorio no podría imputar gasto alguno a la anualidad de 2025, lo que obligó a redistribuir las partidas hacia los dos ejercicios siguientes. 

Un salto cualitativo en Riba-roja de Túria

La medida también cuenta con el respaldo municipal. De hecho, el pleno de Riba-roja de Túria aprobó en julio el reajuste de anualidades por unanimidad de todos los grupos políticos: PSPV, Partido Popular (PP), Vox, Esquerra Unida-Podem y Compromís. Con ello, se desbloquea la continuidad de unas obras pendientes desde hace más de una década y que, según el calendario fijado, se reanudarán en enero de 2026 con una finalización prevista en abril de 2027.

El proyecto tiene un marcado componente estratégico dentro de la política de cohesión territorial impulsada por el Consell. La línea presupuestaria que lo financia está orientada a la lucha contra el despoblamiento y a la mejora de los servicios públicos en los municipios. En ese sentido, la Dirección General de Administración Local, que encabeza José Antonio Redorat, es la encargada de la gestión de esta subvención nominativa, que se concede de manera directa al Ayuntamiento de Riba-roja.

La finalización del centro polivalente supone un salto cualitativo para la oferta cultural y educativa del municipio. El edificio, de 4.683 metros cuadrados y cuatro plantas, acogerá 14 aulas de danza, salas polivalentes, espacios teóricos y servicios anexos como administración, vestuarios y almacenes. Uno de los objetivos es trasladar la Escuela de Danza a estas instalaciones, de forma que se libere el actual auditorio donde comparte espacio con la Escuela de Música. 

Un edificio alineado con los ODS

El inmueble, paralizado tras ejecutar únicamente la cimentación y la estructura de la planta baja en 2011, fue concebido con criterios de sostenibilidad y resiliencia, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La licitación de las obras incluyó criterios sociales y medioambientales que, según el expediente, garantizarán un edificio eficiente y adaptado a las necesidades del municipio en el futuro. 

El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha destacado en varias ocasiones la relevancia de este proyecto para el municipio. Así, el centro permitirá "poner fin a una larga incertidumbre y dotar a Riba-roja de unas instalaciones modernas y adecuadas para su ciudadanía". Estas actuaciones no solo buscan mejorar la calidad de vida de los vecinos, sino también consolidar servicios que contribuyan a fijar población en el territorio y reducir la brecha entre áreas urbanas y municipios de tamaño medio.

Con la aprobación del Consell y la dotación presupuestaria ya ajustada, Riba-roja de Túria encara la recta final de un proyecto que ha atravesado múltiples dificultades administrativas y técnicas, pero que ahora dispone de un horizonte claro: en la primavera de 2027, el municipio podrá inaugurar unas instalaciones culturales que llevan más de una década esperando su momento.