Comarca y empresa

La batalla del Consell de l'Horta: ¿Protección o especulación?

La supresión de este organismo reaviva el debate político y divide la opinión de los agricultores

  • La huerta de Bonrepòs i Mirambell
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VALÈNCIA. La pugna por el cierre del Consell de l'Horta continua siendo parte del debate político después de que, hace un mes, la Generalitat anunciara la disolución de este organismo, creado por la Ley de la Huerta durante el mandato del Gobierno del Botànic. La guerrilla por la supresión de este organismo y la modificación de la ley no solo tiene cabida en el debate parlamentario, si no también entre los agricultores. Todos ellos consideran que la anterior Ley de la Huerta les perjudicaba por ciertas limitaciones que les imponían, pero no todos tienen la misma perspectiva.

El pasado miércoles, diversas entidades sociales y partidos políticos de la oposición se concentraron en la sede del ya disuelto Consell de l'Horta para manifestar su rechazo a la modificación de la Ley de la Huerta y al cese de actividad de este organismo. El 4 de febrero, el gobierno actual aprobó un decreto que suprime este órgano.

Desde la Generalitat justificaron la decisión como una medida para reducir costes, considerados innecesarios. Las funciones del Consell de l'Horta serán asumidas por la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, y la Conselleria de Agricultura, Agua, Ramadería y Pesca. No obstante, su desaparición ha provocado el rechazo de ecologistas y defensores del entorno agrícola, quienes advierten que esta decisión pone en riesgo la conservación de la huerta valenciana.

El conseller de Agricultura, Miguel Barrachina, afirmó que la existencia del Consell de l'Horta paralizó la creación de infraestructuras "fundamentales" que hubieran evitado los estragos de la pasada Dana del 29 de octubre. Barrachina achacó también a este Consell el aumento del abandono de campos y huerta.

"Vamos a proteger la huerta protegiendo al agricultores, no persiguiendo al agricultor", señaló Barrachina. A lo que añadió: "Proteger la huerta es garantizar la libertad del agricultor para poner riego por goteo o cambiar su cultivo". Estas declaraciones del conseller vienen a raíz de las quejas que los agricultores han manifestado en diversas ocasiones a causa de las limitaciones que la Ley les impone.

El conseller afirmó el pasado jueves, tras la concentración en la sede de este organismo, que “el balance que nos ofrece el Consell de l’Horta es la paralización de infraestructuras fundamentales que hubieran podido salvar muchas vidas y el aumento en el abandono de campos en la zona de influencia de l’horta”. Barrachina aseguró también que el organismo gastaba "más dinero en personas y gastos" que en proyectos.

Críticas de la oposición

Sin embargo, el síndic de Compromís en les Corts, Joan Baldoví, acusó esta semana pasada a la Generalitat de dejar "a los pies de los intereses urbanísticos" la huerta de València con la supresión del Consell de l'Horta. Baldoví aseguró que la disolución del Consell de l'Horta responde al interés especulativo, "y no a los intereses de la gente".

El síndic socialista, José Muñoz, señaló lo mismo que sus compañeros de la oposición: "Es una demostración más de que el PP continúa con la voluntad de hacer urbanismo depredador en un momento en que se debería repensar la ordenación del territorio".  Tras la noticia de la supresión de este órgano, el síndic del PSPV aseguró también: "El PP de Mazón hace lo que ha hecho toda la vida, que es construir donde no se debería construir, y después cuando vienen los fenómenos climatológicos cuestan vidas humanas", recriminó.

¿Qué piensan los agricultores?

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha explicado a Valencia Plaza que independientemente de lo que haga la Generalitat, lo que valoran sus agricultores de l'Horta es que las medidas que contemple la nueva Ley de la Huerta sirvan para mejorar la rentabilidad de los productores, lo cual debería ser el objetivo "ineludible e imprescindible" de la nueva Ley.

"Queremos de verdad preservar la huerta de València porque los agricultores somos los que al fin y al cabo mantenemos ese paisaje, entonces sin rentabilidad no hay preservación de la huerta", afirman desde la asociación. "Por tanto, si la Generalitat decide que en lugar del Consell de l'Horta, lo haga la conselleria, pues ahí no entramos, lo que nos importa es que las medidas lleguen a los agricultores para mejorar su rentabilidad", señalan en AVA-ASAJA.

AVA-ASAJA valora positivamente el cambio, ya que su secretario general, Cristóbal Aguado, aseguró tras una reunión con el conseller Barrachina, que la ley del Botànic no protegía a los agricultores. Aguado afirmó: "La consecuencia de hacer las cosas mal es que ha crecido el abandono en la Huerta, más incluso que la media en el resto de la agricultura valenciana". Además de esto, calificó la Ley anterior de "fracaso" desde el punto de vista de los agricultores.

Quienes no comparten esta visión son los agricultores miembros de la Unió Llauradora. El Secretario General de esta otra asociación agrícola, Carles Peris, ha explicado a Valencia Plaza: "Nosotros votamos en contra de cerrar el Consell de l'Horta porque entendemos que había más medidas de protección y hemos pasado al extremo contrario, a un exceso de desprotección". Sin embargo, Peris añade: "Como sector agrario implantado en l'Horta nuestros productores veían ciertas normativas que se trabajaban a través de la Ley de la Huerta y el Consell de l'Horta que muchas veces impedían el desarrollo normal, como tener que pasar tantos filtros, pero de ahí a disolver el Consell de l'Horta... no nos ha gustado".

Mientras que AVA-ASAJA ha optado por no pronunciarse sobre las advertencias de los colectivos ecologistas acerca de una posible especulación urbanística derivada de la nueva Ley, La Unió sí ha respondido al respecto: "Dejan la puerta abierta a la especulación urbanística. Nos gustará más o menos, pero la realidad es que permiten la especulación en terrenos agrarios, y eso no gusta".

Entre la especulación y la protección está el eje del debate por el cierre de un Consell de l'Horta que, pese a no parecerles al 100% eficaz, muchos agricultores lo han considerado como una protección a la posible construcción que se podría ejecutar en un paisaje representativo de la cultura y la historia del Cap i Casal y zonas limítrofes. Otros han considerado lo contrario, que este organismo solo imponía trabas al llaurador.

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