VALÈNCIA. Quart de Poblet es uno de esos municipios que, desde la llegada de la democracia, ha sido territorio fiel al PSPV-PSOE. El partido gobierna de forma ininterrumpida desde 1979, convirtiéndose en un ejemplo poco común de continuidad política.
También ha estado marcado por liderazgos prolongados. Ramón Segarra fue alcalde durante 16 años, entre 1983 y 1999. Le sucedió Carmen Martínez, figura clave en la política local, que se mantuvo en el cargo durante más de dos décadas. La actual legislatura está encabezada por Cristina Mora, también socialista.
Pero el panorama ha cambiado. Las aguas están revueltas y las tensiones internas empiezan a aflorar en uno de los bastiones históricos del PSPV, en gran parte por el modo en que la alcaldesa "ejerce el cargo". Hace apenas unas semanas, la Agrupación Socialista de Quart votó un cambio de rumbo en la ejecutiva local, dejando fuera a Cristina Mora, que ni siquiera estuvo presente en el proceso y no formará parte de la nueva dirección.
Quart de Poblet, símbolo de estabilidad socialista en l’Horta Sud —una comarca tradicionalmente considerada cinturón rojo de la Comunitat Valenciana—, atraviesa ahora una etapa de incertidumbre que pone en entredicho un dominio político que durante décadas pareció incuestionable.
Mora, una figura “alejada de la militancia”
Según fuentes municipales y cercanas a la alcadesa, la oposición interna a Mora crece: "Está muy centrada en sí misma" y mantiene una actitud "distante" con la militancia. Su forma de gobernar, aseguran, es “al margen del partido, actuando por libre”. “La gente se está alejando de ella”, apuntan las mismas fuentes: la votación para renovar la ejecutiva fue casi unánime, de 149 votos emitidos, 144 fueron a favor del cambio y solo hubo 5 abstenciones.
Fuentes cercanas al entorno de la alcaldesa explican que si Mora llegó a ser alcaldesa fue porque figuras como Adolfo Gadea o la propia Carmen Martínez la consideraron “la mejor opción”. Sin embargo, aseguran que “con el tiempo se han dado cuenta de que fue un error”.
Una estrategia que excluye a la alcaldesa
La nueva ejecutiva local está encabezada por el propio Gadea, ya anterior secretario general, y como presidente, Bartolomé Nofuentes, concejal del gobierno de Mora y figura histórica del socialismo local, con quien la alcaldesa mantiene escasa sintonía. También forma parte de la nueva dirección Francisco Hidalgo, otro edil en activo, que será secretario de organización. Todo apunta a un distanciamiento cada vez más evidente entre el partido y parte del equipo de gobierno.
El pasado martes, ese malestar quedó escenificado en el pleno municipal: Nofuentes e Hidalgo abandonaron la sesión antes de una votación clave promovida por la propia Mora. La propuesta consistía en liberar al 100% al concejal Ignacio Rabanaque —con un sueldo de 61.000 euros anuales— y asignarle nuevas competencias en Reconstrucción y Vivienda, Transición Ecológica y Cambio Climático, además de las que ya gestiona.
Según el propio Nofuentes, todo supone “un hecho que no contribuye a los objetivos que tiene esta agrupación, que son trabajar por nuestro pueblo”, ha explicado a Valencia Plaza.
Una oportunidad para la oposición
Desde el punto de vista del partido líder de la oposición en el Ayuntamiento, el Partido Popular, consideran que el PSPV está "desgastado". El portavoz popular en Quart, Raúl Esteban, considera que su situación es “acomodada” y si bien es cierto que valoran la figura que representó Carmen Martínez como alcaldesa “por su conocimiento político”, afirman que el partido está actualmente “inoperativo”, porque “están centrados en solucionar sus problemas”.
Actualmente, afirma Esteban, el PSPV “tiene un problema de proyecto y funcionamiento”, y “Quart merece una gestión diferente”.