VALÈNCIA. Hay alcaldes de traje y corbata… y luego están los de chilaba, saragüell y peineta. El verano siempre viene acompañado de las fiestas de los pueblos, ese momento idóneo para que los primeros ediles dejen los plenos y los despachos y salgan a la calle a mezclarse con sus vecinos y ser uno más en sus fiestas.Ya sea en un desfile de Moros y Cristianos, en una fiesta de Carnaval o en cualquier celebración popular, muchos alcaldes pasan de ser la parte organizativa a convertirse en un festero más.
Que se lo digan a Juan Antonio Sagredo, alcalde de Paterna, que este pasado fin de semana se enfundó el traje de moro para desfilar en la Entrada Mora de su municipio. O a Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata, que ya es un habitual en estas fiestas y este año tampoco faltó al desfile, integrado con total naturalidad entre las filaes y llegando incluso a dirigir como cabo de escuadra.

- El alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa -

- El alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo -
Las Fallas, las entradas de moros, los pasacalles o las cabalgatas son escenarios perfectos para que los alcaldes saquen sus mejores galas festivas y practiquen ese dicho tan valenciano de “fer poble”. Y si no, basta con mirar a Massanassa: su alcalde, Paco Comes, puro en mano y rodeado de su filà, se mimetizó este verano con el ambiente festero de esta localidad de l’Horta Sud. O a Vicent Císcar, nuevo alcalde de Paiporta tras la dimisión de Maribel Albalat, que tampoco ha dudado en ponerse al frente de los ejércitos de la media luna en las fiestas de la localidad.

- El alcalde de Massanassa, Paco Comes -

- El alcalde de Paiporta, Vicent Císcar -
Las Fallas, claro, son otro terreno donde ningún político quiere quedarse atrás. A un valenciano no se le tocan las fallas, y los alcaldes lo saben bien: conviene arrimarse a la pólvora y al mundo fallero, capaz de hacerte visible en cada rincón del municipio. Vestidos de saragüell se han podido ver a alcaldes como el de Almussafes, Toni González.
El protagonismo no es exclusivo de los alcaldes. Los concejales de Cultura y Fiestas son quienes, al fin y al cabo, viven más de cerca este mundo y quienes no pueden fallar a ninguna de sus citas. Ahí están el concejal de Fallas de Torrent, Aitor Sánchez; la de Alzira, Gemma Alós; o Adrián Vila en Gandia, siempre presentes en cada acto.

- El alcalde de Almussafes, Toni González -

- Los concejales encargados de fallas o fiestas en Alzira, Torrent y Gandia -
En Picassent, la alcaldesa Conxa García, conocida como la “alcaldesa tiktoker”, tampoco se queda atrás. Basta con entrar en su perfil para verla compartiendo bailes y trends con falleros, acogida con entusiasmo por un colectivo que sabe recompensar la cercanía.

- La alcaldesa de Picassent, Conxa García, junto a un grupo de falleros -
No solo hay fallas y moros y cristianos, también hay actividades festivas como podrían ser las fiestas de disfraces de Rafelbunyol, cuyo alcalde, Fran López, no dudó el año pasado en vestirse de pirata. Todavía está por ver si este año se disfrazará en esta fiesta tan conocida de l'Horta Nord. Y un poco más al norte, otro de los habituales es Darío Moreno, alcalde de Sagunt, a quien se le pudo ver con una túnica romana en el último festival de recreación de historia romana de Saguntum in Mare Nostrum.

- El alcalde de Rafelbunyol, Fran López -

- El alcalde de Sagunto, Darío Moreno -
La Diputación, como institución más próxima a los municipios, también tiene su papel festivo. Y en este caso, la diferencia está entre aparecer como autoridad o lanzarse de lleno a participar. El presidente de la Diputación de València, Vicent Mompó, eligió la segunda vía en la tradicional Maerà de Antella, una celebración que recuerda el oficio de los ganxers, que guiaban la madera por el Júcar. Allí se le vio descender río abajo vestido a la manera tradicional, como un vecino más de la Ribera.

- El presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó -