VALÈNCIA (INMA MARTÍNEZ/EFE). María José esperará a 2026 para celebrar el primer aniversario de su tienda de ropa curvi reabierta en Algemesí, cuando se cumplan dos años de la dana, porque ahora gasta lo que gana en comprar más mobiliario y género para un negocio que, casualmente, había cerrado dos meses antes de la tragedia para buscar un local más espacioso.

En ese periodo hasta el 29 de octubre, día de las inundaciones que asolaron Valencia, mantuvo la venta online (bymjmoda), una opción que se convirtió en un obstáculo a la hora de obtener ayudas para volver a tener una tienda física, que ha reabierto a principios de este mes de octubre en el centro de Algemesí.

María José Bueno, de 36 años, tenía una tienda de ropa pero quiso cambiarse de local a uno más espacioso. Con la tienda cerrada mientras encontraba otro bajo, llegó la dana y comenzaron los problemas burocráticos para acceder a ayudas públicas y privadas al no poder acreditar la marcha de su negocio. "No había local y, por tanto, no había local afectado", según relata a EFE.

Con desesperación, pensó en ir a trabajar por cuenta ajena y todos los días "intentaba buscar soluciones", hasta que gracias al contacto con Cruz Roja le ofrecieron una ayuda para la reapertura dentro del Plan de Recuperación de la dana de esta organización enfocado a autónomos y microempresas (hasta diez trabajadores).

"Me tendieron la mano para continuar luchando, y por ellos tengo una tienda. Soy modelo curvi, y es una manera de plasmar mis ideales en un negocio", según María José, que recibió 5.000 euros para reflotar su tienda y comprar algo de género, "unos pocos muebles y unos pocos percheros", un ordenador, una caja registradora, una etiquetadora y una impresora de etiquetas para empezar a rodar.

"Gano un poco, compro algo más" para su tienda de ropa y complementos situada en el centro de Algemesí y que tenía ilusión por inaugurar. Pero sopesó entre destinar dinero a comprar comida y bebida para la inauguración y tener más estanterías y, hablando con sus clientas, eligió celebrar el primer aniversario el próximo año.

María José explica su trabajo con estas palabras: "Tengo desde la talla XXS hasta la 64, disfruto más con las tallas grandes, con ropa curvi; que entre una mujer desilusionada y se vaya contenta, pero como quiero ser inclusiva también tengo ropa para chicas muy delgadas".

Durante el mes y medio que lleva abierta la tienda, está "loca de contenta" porque valora tener un trabajo y una rutina, una alegría que transmite a sus clientas, que "lloran y traen regalos". "Yo las necesito y ellas me necesitan", dice.

Su vivienda no quedó afectada por las inundaciones al residir en una segunda planta, pero sí su trastero, la cochera, la furgoneta y los útiles de su marido, autónomo, que también ha percibido ayudas.

El Plan de Recuperación de la dana de Cruz Roja

El negocio de María José es uno de los 2.620 de autónomos y microempresas que han recibido ya en su conjunto 12,6 millones de euros de ayudas el Plan de Recuperación de la dana de Cruz Roja, muchos de los cuales también han percibido tarjetas monedero y atención psicológica dentro del servicio integral que presta la entidad.

Algemesí y Catarroja, junto con Paiporta y Aldaia, han sido los municipios más beneficiados por las ayudas a empresas de Cruz Roja, por la alta concentración de negocios en estas localidades, según detalla a EFE el responsable de empleo del Plan, Antonio Merino.

Las ayudas de 5.000 euros se destinan a negocios de autónomos con una facturación de 80.000 euros sin trabajadores y de 150.000 con trabajadores, y con unos beneficios de hasta 35.000 euros y 50.000 euros, respectivamente. Para las microempresas de hasta diez trabajadores los criterios son tener una facturación no superior a 500.000 euros y un beneficio menor de 100.000 euros.

En menor medida también han concedido 2.500 euros para autónomos que trabajaban en un espacio de su vivienda, como puede ser un programador.

Son ayudas para comprar lo básico y tienen un componente motivacional, y la convocatoria se encuentra en su fase final hasta completar los 16 millones de presupuesto que se ha fijado para el plan.

Dentro de la convocatoria de ayudas, se han visitado 3.370 negocios y de ellos 2.620 han recibido la ayuda. En esta última fase se están tramitando solicitudes, sobre todo, de agricultores de la zona de Utiel, Requena, Chiva y Cheste.

Según Merino, "fuimos a lo micro, a apoyar negocios que tienen menor liquidez" y buscando la rapidez para poder comprar "una báscula, una verja o un ordenador", teniendo en cuenta que se han articulado otras ayudas públicas y privadas.

Los fondos destinados a este plan proceden de donaciones de particulares y empresas.