VALÈNCIA. Más de dos décadas después de su primer anuncio, el soterramiento de las vías del metro en el tramo Burjassot-Godella vuelve a estar sobre la mesa. La Conselleria de Infraestructuras, Medio Ambiente y Territorio ha confirmado a Valencia Plaza que el proyecto se reactivará a partir del nuevo curso político, en septiembre, y tras haber finalizado la fase más crítica de reconstrucción por la Dana, que azotó la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. 

El compromiso no es nuevo. Precisamente, fue en ese mes cuando el conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, visitó Burjassot para anunciar que su departamento retomaría el proyecto, mediante la redacción de un nuevo plan básico que actualiza el diseño original a la actualidad urbanística del municipio. Sin embargo, apenas unas semanas después, el temporal obligó a aplazar todos los proyectos previstos para 2024. 

La Dana dejó graves daños en la red de Metrovalencia y obligó a centrar los esfuerzos en la recuperación de la movilidad del área metropolitana de València. Según ha podido saber este diario, la Conselleria comunicó formalmente al Ayuntamiento de Burjassot el aplazamiento de las obras de soterramiento por la riada, "que lo entendió dadas las circunstancias".

Con toda la red ya operativa desde junio y el grueso de las actuaciones de emergencia resueltas, el soterramiento de las vías en este tramo vuelve a entrar en la planificación de la Generalitat Valenciana. La inversión prevista ronda los cinco millones de euros, financiados a través de los fondos europeos Feder, aunque la cifra podría variar tras la actualización técnica del proyecto.

Una infraestructura pendiente desde hace 22 años

El proyecto de soterramiento fue anunciado por primera vez en 2003, bajo el gobierno del Partido Popular (PP) en la Generalitat y dentro del Plan de Infraestructuras Estratégicas, que incluía la actuación en el epígrafe titulado "Supresión de pasos a nivel en el término municipal de Burjassot". Las obras de la primera fase iniciaron en 2007 en la estación de Empalme, con la construcción de un túnel y la eliminación del paso a nivel que se encontraba en la calle Valencia.

Ese primer tramo se ejecutó de forma parcial, ya que el túnel finalizó en 2010, pero nunca se completó la conexión de las vías de superficie con el trazado subterráneo. La falta de financiación -quedaban por invertir cinco millones de euros más- dejó la obra incompleta y el barrio del Empalme, aislado del centro de Burjassot. Desde entonces, el proyecto ha estado paralizado.

La situación generó un movimiento vecinal sostenido durante años, con protestas mensuales, cortes simbólicos de pasos a nivel y movilizaciones respaldadas por el propio Ayuntamiento. En 2016, un arrollamiento mortal en el paso a nivel de Lauri Volpi volvió a encender el debate sobre las carencias de seguridad del trazado ferroviario en esa zona. 

El cambio de signo político en la Generalitat de 2015, con el tripartito formado por PSPV, Compromís y Podemos, reactivó las expectativas. Durante la campaña electoral, el entonces candidato socialista, Ximo Puig, se comprometió a completar el soterramiento, al igual que lo haría el popular, Carlos Mazón, durante los comicios de 2023.

Sin embargo, no fue hasta septiembre de 2021 cuando se reabrió el servicio del tramo Empalme-Burjassot, dando por cerrada la Fase 1 del proyecto. Desde entonces, el siguiente objetivo ha sido la Fase 2: continuar el soterramiento hasta Godella.

Una obra pendiente de revisión técnica

La Conselleria trabaja en rehacer el proyecto para adaptarlo a la normativa urbanística y al contexto actual del municipio. Será entonces cuando se defina con más precisión el calendario de ejecución, en coordinación con Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y el Ayuntamiento de Burjassot.

Aunque la previsión es mantener el presupuesto en torno a cinco millones de euros, según explican fuentes de este departamento, la cantidad podría ajustarse en función del alcance final del plan. Con la mayor parte de las actuaciones de emergencia terminadas y la red ferroviaria plenamente operativa, la Generalitat busca recuperar otros proyectos aplazados por las inundaciones.