VALÈNCIA (EP). El Ayuntamiento de Torrent (Valencia) ha iniciado la primera fase del proyecto de derribo y reurbanización de la esquina situada entre la calle Músico Mariano Puig Yago 9 y la calle Virgen de las Angustias 34, una intervención que forma parte de la regeneración del centro urbano del municipio.
La actuación responde a una necesidad urgente de intervención en una zona con un inmueble abandonado, en mal estado de conservación y potencialmente peligroso, tanto para el tránsito peatonal como para la salubridad del entorno, explica el consistorio.
Se trata de una reivindicación histórica de la Asociación de Vecinos de Ramón y Cajal y adyacentes, que durante años ha solicitado la mejora de esta zona degradada del barrio. Esta actuación se ha priorizado dentro de los planes de regeneración urbana de Torrent.
La demolición del edificio ubicado en Músico Mariano Puig Yago 9 y la reurbanización de su solar contiguo permitirán dar un nuevo uso al espacio, "mejorando la permeabilidad peatonal y la accesibilidad, dos pilares fundamentales para una ciudad moderna e inclusiva". Se pretende contribuir a la mejora de la movilidad urbana, además de incrementar la seguridad vial y peatonal en esta intersección estratégica.
En concreto, la intervención afecta a una superficie total de 132,97 metros cuadrados, incluyendo tanto la parcela del edificio como la zona de solar adyacente. El entorno es de uso predominantemente residencial, en un área consolidada pero necesitada de rehabilitación urbanística.
Esta obra se alinea con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Torrent, en vigor desde 1990, y cumple con la normativa urbanística vigente, incluyendo la orden de 2021 sobre accesibilidad universal.
Retirada de fibrocemento con amianto
El edificio objeto del derribo, construido en 1932, es de tipo residencial, entre medianeras, con dos alturas. La estructura está compuesta por muros de carga de ladrillo macizo y forjados de madera. Dada su antigüedad y estado de deterioro, se prevé un sistema de demolición manual, apoyado por maquinaria auxiliar, siguiendo todas las medidas de seguridad pertinentes. Se prestará especial atención a la retirada de fibrocemento con amianto, siguiendo "estrictamente" los protocolos medioambientales y de salud laboral.
Una vez ejecutadas las dos fases de la demolición, el terreno será acondicionado mediante compactación de tierras y acabado con zahorra artificial. Se instalarán topes de estacionamiento prefabricados de hormigón y se delimitarán las plazas mediante señalización vial horizontal. Toda la operación está diseñada para respetar los niveles existentes y adaptarse al entorno.
Esta actuación se suma a otras para revitalizar el casco urbano, fomentar el uso racional del suelo y mejorar las condiciones de habitabilidad y tránsito en la ciudad. "Son fundamentales para garantizar la calidad de vida, seguridad y accesibilidad de los ciudadanos, además de embellecer y revitalizar espacios que, hasta ahora, permanecían degradados, devolviendo rincones olvidados al mapa", manifiesta la alcaldesa, Amparo Folgado, y lamenta que "este solar ha sido durante demasiado tiempo un punto negro en el casco urbano".