VALÈNCIA. Tres meses después de la riada del 29 de octubre, Massanassa todavía enfrenta las secuelas de la catástrofe. Aunque el caos inicial ha dado paso a una paulatina recuperación del municipio, muchas familias continúan desplazadas, los edificios dañados no han sido completamente rehabilitados y los problemas de accesibilidad persisten, con ascensores fuera de servicio que aíslan, sobre todo, a los colectivos más vulnerables. En respuesta a esta crisis, la ciudadanía ha tomado la iniciativa con la creación del Comité de Emergencia y Reconstrucción de Massanassa, un movimiento vecinal que busca acelerar la rehabilitación del municipio y establecer estrategias de futuro que minimicen el impacto de episodios similares.
Este comité se integra en una red más amplia de plataformas vecinales surgidas en otras zonas afectadas por la Dana, como Benetússer, Catarroja o Alfafar Parke-Alcosa. Su principal objetivo, según comentan dos de sus miembros a Valencia Plaza, es "suplir las carencias de la respuesta institucional, coordinar esfuerzos para la recuperación de Massanassa y asegurar que el proceso de reconstrucción sea equitativo y transparente". La primera asamblea del comité, celebrada el pasado 24 de enero, congregó a 50 personas en un encuentro inédito en este municipio de l'Horta Sud.
En la reunión, se establecieron las primeras líneas de actuación y se definieron las áreas prioritarias de trabajo. Dos semanas después, el 7 de febrero, tuvo lugar la segunda asamblea, en la que participaron el alcalde, Francisco Comes, y otro representante del consistorio, lo que supuso un primer acercamiento entre la administración local y la ciudadanía organizada.
Óscar, uno de los miembros de este comité, resume a este diario la situación con contundencia: "La fase de emergencia todavía no ha terminado en Massanassa". Bajo esta afirmación, Óscar pretende reflejar la realidad del municipio, donde el acceso a numerosas viviendas sigue bloqueado, las infraestructuras dañadas dificultan la movilidad y la incertidumbre sigue marcando la vida de muchos vecinos. Cabe recordar que Massanassa se encuentra en el nivel 2 de la Emergencia, junto a otros pueblos como Utiel, Picanya o Chiva, por lo que totdavía precisa de apoyo externo para gestionar los efectos de la Dana.
Ante este panorama, el comité ha trazado un plan de acción basado en dos ejes fundamentales. Por un lado, atender las necesidades urgentes del municipio y, por otro, diseñar una reconstrucción sostenible que evite cometer "los mismos errores que en esta última Dana".

- Cartel informativo sobre el Comité de Emergencia y Reconstrucción de Massanassa -
- VP
Exigen transparencia y compromiso institucional
Las reuniones del comité han permitido identificar con precisión las principales demandas de los vecinos. Al respecto, se han creado grupos de trabajo especializados en la rehabilitación de espacios públicos, la asistencia a afectados y la evaluación de los recursos disponibles. Una de las peticiones más destacadas radica en la exigencia de "mayor transparencia" en la gestión de los fondos municipales y donaciones recibidas en Massanassa tras la riada, una solicitud que, hasta el momento, "no ha obtenido respuesta formal del consistorio".
Por su parte, la relación con la administración local constituye otro de los puntos clave. En ese sentido, la presencia del alcalde a la última asamblea se ha valorado como un "gesto positivo", pero los miembros del comité insisten en la necesidad de que esta buena voluntad se traduzca en medidas concretas. "Queremos que el diálogo con el ayuntamiento no se limite solo a buenas intenciones", recalca Carlos, otro de los vecinos de Massanassa que integran la plataforma.
Así pues, el comité ha solicitado reuniones periódicas con los responsables municipales y la cesión de un espacio público donde poder continuar con sus actividades y obtener una mejor coordinación en la respuesta a la crisis tras la Dana.
Un nuevo modelo para Massanassa
El comité no solo busca reparar lo destruido, sino redefinir el municipio con una visión de futuro. La catástrofe ha evidenciado deficiencias estructurales que deben ser corregidas para garantizar la seguridad de la población ante posibles fenómenos similares. "No se trata solo de volver a la Massanassa de antes del 29 de octubre, sino de construir un pueblo más fuerte y preparado para el futuro", subrayan desde la plataforma ciudadana.

- Vehículos apilados en Massanassa tras la Dana- EP
En ese sentido, los próximo pasos del comité incluyen el establecimiento de un marco de colaboración con el ayuntamiento y otros colectivos locales, además de reforzar la ccoordinación con los comités de municipios vecinos. Mientras tanto, la comunidad continuará movilizándose con un propósito claro: convertir la crisis en una oportunidad para lograr un entorno más seguro y resiliente.