VALÈNCIA. La semana que concluye ha sido notablemente agitada en el escenario político valenciano. Más allá de toda la información relacionada con las comparecencias judiciales relacionadas con la Dana, otro de los asuntos que ha centrado la atención en la agenda ha sido la primera manifestación pública del líder de Ens Uneix, Jorge Rodríguez, poniendo en duda la continuidad de su pacto con el PPCV en la Diputación de Valencia.
La razón esgrimida para este cambio de criterio por parte del partido fundado en la Vall d'Albaida es la enmienda presentada por el grupo popular a la Ley de Acompañamiento en relación a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), pocos días antes de que la Unión Municipalista donde se integra Ens Uneix presentara en Les Corts mediante esa herramienta parlamentaria una propuesta para la rebaja del listón electoral del 5% al 3%.
No obstante, esa no es la única razón del distanciamiento. Tal y como ha verbalizado la representante de Ens Uneix en la Diputación, Natàlia Enguix, así como el propio Rodríguez, existe malestar en este partido por las concesiones realizadas por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, a Vox para la aprobación de los presupuestos. De hecho, desde el partido con base en Ontinyent se aseguró que se presentarían iniciativas en la corporación provincial para tratar de paliar las rebajas presupuestarias que afectaran a cuestiones como la memoria democrática, la defensa del valenciano, la igualdad... entre otros asuntos.
Con este escenario, resulta evidente que Ens Uneix ya no está cómodo con la alianza actual. La semilla de este cambio de sensaciones es la gestión de Mazón en la Dana, que ha tenido como consecuencia una mayor dependencia si cabe de Vox como se ha puesto de manifiesto en el pacto de los presupuestos. Es decir, el problema de Ens Uneix no radica en la relación con el presidente de la Diputación, Vicente Mompó (PP), sino que trasciende a la Generalitat y a la propia marca popular en la Comunitat Valenciana, que ha dejado de ser atractiva -por la imagen tras la Dana y el acercamiento a Vox- y útil para el partido de Rodríguez.
En la otra orilla, el PP es consciente de la posición en la que se encuentra en la Diputación. Distintas fuentes populares consultadas por este diario creen que, de momento, se ha taponado la crisis con la propuesta de estudiar la rebaja del listón electoral, si bien esta idea nunca ha gustado a la formación popular. Tal y como informó este diario, se barajan algunas posibilidades, como modificar la ley para que el 5% sea provincial y no de carácter autonómico, algo a lo que podría acceder Ens Uneix y que no perjudicaría a priori tanto al PP. En cualquier caso, una idea de este tipo debería contar con el apoyo del PSPV, algo que no parece fácil de conseguir, por lo que la situación quedaría bloqueada, aunque los populares al menos podría redirigir la culpa a los socialistas.
No obstante, la sensación es que este debate sólo sería un parche en una vía de agua demasiado gruesa. En el PP de la Diputación se muestran "tranquilos", dado que consideran estar haciendo todo lo posible para que el pacto con Ens Uneix continúe a flote. "Razones para romper nosotros no les hemos dado", comenta un dirigente popular de la Diputación, si bien admiten que aunque la situación parezca haberse estabilizado, la crisis puede resurgir en cualquier momento.

- Rodríguez, Mazón y Mompó, en una visita a Ontinyent del presidente de la Generalitat. Foto: GVA
Y esta es precisamente la cuestión. El pacto parece tener fecha de caducidad. La ruptura podría producirse antes del verano, después, quizá al inicio del siguiente ejercicio... pero lo que los diferentes actores reconocen es que se antoja difícil que el acuerdo resista el mandato. Ens Uneix tiene la sartén por la mango y, en este caso, podrá presionar el botón nuclear cuando considere que le resulta más beneficioso, sobre todo con la mirada puesta en las siguientes elecciones. Y en este sentido, entraría dentro de la lógica que aspiraran a presidir la institución para acentuar la visibilidad de su marca de cara a los comicios locales, por lo que dependería del PSPV y Compromís aceptar esta condición para arrebatar a Mompó la vara de mando de la corporación.
El PP también tiene sus argumentos. Algunas fuentes populares consideran que la visibilidad de Ens Uneix ahora, pudiendo ejercer de contrapeso con la vicepresidencia de Natàlia Enguix, está siendo incluso más notable de lo que sería si llegara a un pacto con PSPV y Compromís, donde el impacto ahora destacado sería menor. Por otro lado, dirigentes del PP comentan que la formación popular viene manteniendo un perfil bajo en la Vall d'Albaida, la comarca de Ens Uneix, pero recuerdan que no lograron el diputado provincial de esa demarcación por 16 votos, lo que debe entenderse como que si se produce una moción de censura en la Diputación, el PP se activará al máximo en la citada comarca para tratar de arrebatarles el único representante en juego.
Todas estas son las variables que tendrá que tener en cuenta Ens Uneix a la hora de decidir sobre el futuro de la Diputación. A lo que habrá que sumar también que, hasta ahora, la Generalitat presidida por Mazón ha tratado de satisfacer las inversiones solicitadas en la comarca por la formación de Rodríguez. La cuestión será poner en una balanza sus intereses de partido y los de la comarca que representan para escoger el momento de dar ese vuelco que cada vez más analistas dan por seguro y que el PP, como es lógico, tratará de evitar o, al menos retrasar.