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VALÈNCIA. El sector de la construcción, especialmente en la Comunitat Valenciana y de forma muy significativa en la ciudad de València y su área metropolitana, afronta una situación de tensión sostenida con efectos directos sobre la producción de vivienda y el desarrollo urbano. La ausencia de suelo disponible con planeamiento y gestión urbanística avanzada, el déficit continuado de mano de obra cualificada y la dificultad para incorporar talento joven están comprometiendo la capacidad de respuesta del sector. A ello se suman la inestabilidad normativa, el alza de costes en materiales y financiación, y el reto ineludible de avanzar hacia modelos más industrializados, sostenibles y tecnológicamente eficientes. Todo ello en un contexto marcado por la necesidad urgente de reconstrucción tras la Dana y la creciente presión social ante el acceso a la vivienda.
En este complejo contexto, el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Valencia (COAT Valencia) organizó, junto a Valencia Plaza, un desayuno profesional en el Hotel SH Valencia Palace que reunió a empresas referentes del sector integradas en el Club COAT Empresas, una iniciativa que promueve una visión técnica, responsable y comprometida ante los desafíos actuales. El objetivo del encuentro fue analizar la situación del sector desde distintas perspectivas y plantear soluciones desde la experiencia compartida. Las voces de expertos colegiados líderes del Club COAT Empresas y representantes de la institución permiten entender las claves de este momento de transformación.
La cita contó con la presencia del presidente de COAT Valencia, Vicente Terol; el secretario, Federico Esteve, y el gerente del colegio, Borja Nebot. También participaron el director general de Edificación del Grupo Bertolín, José Vicente Espí; el director general y fundador de Edicover, Francisco Verdoy; el administrador y socio de Premea, Emiliano Martínez; el coordinador del departamento de Producción de AT4, Fernando Sayas; y el socio administrador de OCN, Bautista Juan Pitarch. Todos ellos son arquitectos técnicos. Y esta condición fue destacada por el presidente del colegio: “Como expertos en edificación, controlan perfectamente la ejecución de edificios de viviendas y todos los condicionantes que les afectan. Contamos con una doble ventaja en esta mesa: la participación de ponentes que son empresarios de la construcción y auténticos expertos en edificación”, expusieron los responsables del Colegio.

- Foto: KIKE TABERNER
El presidente y secretario de COAT Valencia abrieron el debate para exponer la situación actual del mercado de la vivienda en la ciudad y su área metropolitana, una situación preocupante por la coincidencia de la escasez de oferta con una demanda creciente, situación que se extiende tanto a la vivienda de segunda mano como a la de nueva planta, con una escasez de edificación que no puede responder a la necesidad de una población que también va en aumento: “Esta situación ha llevado a una escalada de precios que ya ha alcanzado, según datos del Observatorio de la Vivienda de la UPV, los 3.500 euros por metro cuadrado. Y se extiende igualmente al mercado del alquiler, donde la media se cifra en 1.674 euros mensuales”, dijeron.
Escasez de suelo finalista
José Vicente Espí no dudó en calificar la situación actual del sector como “la más complicada que hemos vivido”. Según el director general de Edificación del Grupo Bertolín, uno de los principales desafíos del sector para poder hacer frente a la necesidad de vivienda es la escasez de suelo, lo que limita la capacidad de edificación. En este sentido, Francisco Verdoy consideró fundamental la revisión de la legislación: “El punto de partida es la Ley del Suelo, es fundamental porque sin suelo no hay vivienda, ni de renta libre ni de protección pública".
Y son precisamente esas viviendas de protección pública una de las claves señaladas para contribuir a solventar la escalada de precios: “La existencia en el mercado de un mayor número de viviendas de protección pública haría que el precio se regulara”, indicó el director general de Edicover, señalando que sería incluso necesario un pacto de Estado por la vivienda de protección pública.

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Fiscalidad y financiación también contribuirían a facilitar el acceso a la vivienda. Verdoy añadió la importancia de la fiscalidad para la consecución de vivienda asequible, proponiendo beneficios fiscales o una reducción del IVA de las viviendas. Por su parte, Espí reclamó a la Administración un mayor esfuerzo en la financiación para desarrollar viviendas de protección pública o vivienda social en alquiler a través de entidades como el Instituto de Crédito Oficial (ICO) o el Institut Valencià de Finances (IVF). Apuntó además la necesidad de darle un impulso a la rehabilitación y la regeneración urbana: “Hay un gran número de edificios que, con el apoyo adecuado de la Administración, podrían aumentar el parque de vivienda en la ciudad”.
Encrucijada estructural
Durante el encuentro se detalló la encrucijada estructural que vive la construcción. Se da la paradoja de estar afrontando un momento de gran actividad en el sector, pero existen ciertos condicionantes que no permiten hacerle frente con solvencia. Por una parte, los costes de los materiales se incrementan. “Solo el acero ha duplicado su precio en un año y lo ha triplicado en año y medio”, explicaron al respecto. Vidrio, aluminio y cemento también han experimentado importantes incrementos. Como indicó Bautista Juan Pitarch, administrador de OCN, ”son costes que no acabamos de controlar porque realmente no dependen de la economía local sino de una economía macro, pero dificultan que se promueva más vivienda y que la actividad sea rentable".

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Por otro lado, como señaló Emiliano Martínez, administrador y socio de Premea, la falta de mano de obra y de disponibilidad de subcontratas es acuciante. Tanto es así que en la mesa se explicó cómo llega a implicar una falta de garantía de los plazos de las obras, por parte de las constructoras, e incluso un incumplimiento de los mismos. Estos retrasos, que se suelen penalizar, provocan nuevamente un incremento del precio final del producto: la vivienda.
Se trata de una situación compleja que llevó a los intervinientes a abogar por un nuevo modelo de contratación más flexible con los promotores. Como indicó Fernando Sayas, la planificación de la entrada de materiales es especialmente significativa: “En algunos casos la carpintería debe pedirse nada más firmar el proyecto, incluso con un año de antelación, lo que refleja hasta qué punto los tiempos de ejecución están condicionados por factores ajenos a los promotores”.
Bautista Juan Pitarch resumió los factores que debían aunarse para colaborar en la mejora de la situación de la edificación: liberalización de suelo, inversión pública en construcción de vivienda y disposición de mayores facilidades burocráticas para poner en marcha proyectos residenciales.
Poner en valor los oficios
Para dotar al sector de mano de obra cualificada, la mesa destacaba la necesidad de poner en valor los oficios de la construcción. Vicente Terol, presidente de COAT Valencia, señalaba su enorme potencial: “Son una apuesta segura en el mercado laboral y nos falta una incorporación de jóvenes cualificados, no se ha producido el relevo generacional en el sector, necesitaríamos campañas públicas de concienciación”.

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El futuro está en la industrialización
Durante el debate, fueron muchas las intervenciones que apuntaron a la Administración como agente que podría facilitar el funcionamiento del sector, ya no solo en materia de fiscalidad, legislación o gestión urbanística del suelo, sino también en el campo de la innovación. Destacaron la importancia de la construcción industrializada, que aporta múltiples ventajas al sector, entre ellos la posibilidad de incrementar los plazos de ejecución o reducir la dependencia de los costes de la mano de obra.
Francisco Verdoy añadió la calidad a las ventajas de la construcción industrializada: “hay que superar ideas obsoletas sobre la prefabricación, la vivienda industrializada es sinónimo de mayor calidad, reduce los fallos en obra”. Pero, tal como señaló, uno de los grandes problemas a los que se enfrenta es la financiación de estas promociones por parte de las entidades bancarias: “Al final, las constructoras son las que están financiando la obra, durante el plazo de fabricación de los módulos y posterior colocación”, lo que afecta sobremanera a su liquidez. Abogó por una modificación de la Ley Hipotecaria.
En ese sentido, el presidente del Colegio Oficial de Arquitectura Técnica de Valencia (COAT Valencia) planteó la necesidad de una modificación en la normativa para que la construcción industrializada no se rija por el mismo modelo de certificaciones que financia la obra tradicional. Los intervinientes coincidieron en que con un modelo de financiación adecuado, la construcción industrializada estaría completamente implantada, salvo quizás en lugares donde la logística del transporte no lo hiciera posible.

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Reconstrucción tras la Dana
La gestión de los fondos destinados a la reconstrucción tras la Dana plantea una nueva fuente de tensión para el sector de la construcción. Más de un centenar de municipios se han visto afectados, con miles de incidencias en infraestructuras públicas, equipamientos, viviendas y redes urbanas que requieren una actuación inmediata. El volumen de trabajo a acometer es de una envergadura extraordinaria y exige una respuesta coordinada, técnica y ágil.
José Vicente Espí señaló que si esta inversión no se articula de forma eficiente, existe el riesgo real de que contribuya a colapsar aún más al sector, ya presionado por los plazos, la falta de recursos técnicos y la creciente demanda de obra nueva: “Es imprescindible que la Administración incorpore criterios técnicos en la toma de decisiones, agilice los procedimientos y dote a los equipos locales y autonómicos de medios humanos y materiales suficientes. Solo así la inversión pública podrá convertirse en un motor de reconstrucción, y no, paradójicamente, en un nuevo factor de bloqueo”.
Necesidad de actuación pública
Para Borja Nebot, gerente de COAT Valencia, “una reflexión clave que conviene no pasar por alto es que estos problemas no son nuevos. Hace ya varios años que COAT Valencia impulsa los desayunos profesionales para detectar retos y generar propuestas, y muchas de las cuestiones que hoy preocupan (desde la falta de mano de obra hasta el cuello de botella del suelo urbanizable) ya estaban presentes entonces. Esto plantea una pregunta incómoda pero necesaria: ¿Se está actuando de forma decidida para cambiar realmente las condiciones de fondo?”.
Nebot insistió en la necesidad de tener presente que el ciclo completo de una vivienda, desde la redacción del proyecto hasta su entrega final, requiere al menos dos años en condiciones normales: “¿Está el sector (y también la sociedad) siendo verdaderamente consciente de esta realidad? La planificación urbanística, la tramitación de licencias, la gestión de materiales y la disponibilidad de mano de obra no son procesos inmediatos”. La mesa coincidió en la necesidad de apoyo por parte de la Administración, cuya actuación contribuiría a solventar un problema que no es solo del sector empresarial, sino de toda la sociedad.

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Como indicó Federico Esteve, “la vivienda nos afecta absolutamente a todos. Desde el Colegio de la Arquitectura Técnica de Valencia estamos en contacto de manera directa y continua con el sector y tanto en conversaciones con la Administración, como con estos desayunos con nuestras empresas líderes, aportamos ideas y soluciones viables". “El valor de la arquitectura técnica es su versatilidad y su minuciosa especialización en edificación. Desde el Club COAT Empresas, las empresas lideradas por arquitectos técnicos aportan un punto de vista inestimable para nuestros gestores públicos”, apuntó.