VALÈNCIA. El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la patronal de los exportadores privados, ha advertido del grave impacto que puede tener la ratificación del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) sobre la citricultura española. Según la organización, la eliminación progresiva de aranceles dejaría sin destino claro hasta 850.000 toneladas de cítricos cada año, fundamentales para la industria del zumo, con especial incidencia en la Comunitat Valenciana.
"Mercosur impactará directamente sobre la industria del zumo español —que depende de esos aranceles para defender su producto—, pero el efecto sobre el sector en fresco llegará de inmediato. Esas entre 650.000 y 850.000 toneladas que se retiran cada año por desequilibrios de mercado, calibres no comerciales o defectos en la piel se quedarían sin salida y los precios del fresco se resentirán", advirtió la presidenta del CGC, Inmaculada Sanfeliu.
Una competencia desigual con Brasil
El acuerdo fija un calendario para suprimir los aranceles al zumo: siete años para el directo (actualmente del 12,2%) y diez para el concentrado (15%). También se eliminarán en diez años los aranceles del 12,8% que aún pesan sobre las importaciones en fresco.
Para el CGC, esta apertura supondrá una competencia desleal con la industria brasileña, líder mundial en la transformación de zumo, que acapara el 70% del consumo global y está controlada por tres multinacionales: Citrosuco, Cutrale y Louis Dreyfus. "Nuestro mercado natural y más próximo sería el escenario de una competencia desigual entre dos citriculturas antagónicas: la brasileña, volcada en jugos, y la española y europea, dedicada al fresco, con costes y exigencias incomparables", subrayó Sanfeliu.
Riesgo ambiental y sanitario
El CGC alerta también de que la falta de salida para los cítricos no aptos para el fresco provocaría un grave problema ambiental. Hoy, ese 15-20% de la cosecha se destina a la industria transformadora, lo que evita que se convierta en residuo y multiplique plagas en el campo. "La industria no solo es clave por el valor del zumo en sí mismo: garantiza una salida a toda la producción, regula el mercado, asegura calidad y genera economía circular con subproductos", recordó Sanfeliu.
A ello se suma el riesgo fitosanitario: Argentina y Brasil son países con alta presencia de enfermedades como la mancha negra, el cancro o el greening (HLB). Con más importaciones, la probabilidad de entrada de plagas en la UE "aumentará", según advierte la patronal.
Falta de transparencia en Bruselas
El CGC lamenta la "opacidad de la Comisión Europea" en las negociaciones y critica que se haya impuesto la aplicación provisional del capítulo comercial del tratado, evitando el debate político. "No sabemos cómo se activarán las salvaguardas prometidas ni si se tendrá en cuenta el impacto en el mercado del zumo o del fresco", señaló la presidenta de la patronal.
Con este acuerdo, advierten, Europa se consolidará como la gran plaza de destino para el zumo brasileño, mientras la industria española verá peligrar su viabilidad y con ella el equilibrio del principal sector agrícola de la Comunitat Valenciana.