Comunitat Valenciana

Una sala limitada, un acceso con biombo y sin zona de prensa: la mediática causa de la Dana vuelve a Catarroja

  • Juzgados de Catarroja.
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VALÈNCIA. No hay muchas macrocausas asimilables a la de la Dana. Con cerca de una cuarentena de partes personadas y 229 víctimas mortales -la jueza ya cuenta en sus autos a la hija de una mujer que falleció embarazada-, la investigación judicial es una de las más complejas que se recuerdan en mucho tiempo. El juzgado que la instruye, el número 3 de Catarroja, se había trasladado a la amplia y conectada Ciudad de la Justicia de Valencia por los destrozos que la catástrofe había provocado en la sede judicial del municipio de l'Horta Sud. Pero una vez reconstruida, la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) acordó el retorno a su lugar original.

La decisión, que desoía la petición de la Junta de Jueces de Catarroja favorable a mantener el juzgado en Valencia, sostenía que "no existían razones objetivas" que impidieran el regreso. Así, se acabaron las facilidades que permitía el desarrollo de la instrucción desde una de las salas importantes del complejo valenciano, la Sala Tirant. No fueron pocos los abogados que veían en el cambio un importante estorbo, incluídas las defensas de ambos investigados -no hay que olvidar que, en muchos casos, los letrados acuden desde Madrid para seguir las sesiones, cuando no lo hacen de manera telemática-. Este miércoles, se pudo constatar.

La primera testifical importante tras el verano, ya en Catarroja, dejó entrever precisamente esto, que las comodidades son cosa del pasado en la causa de la Dana, tanto para las partes como para la prensa. La jornada matutina, que empezó con la instructora, Nuria Ruiz Tobarra, entrando por la puerta de atrás del pequeño edificio de juzgados tras una trastabillada salida del vehículo junto a su marido, también juez, acaparó las miradas de los vecinos y transeuntes de la zona ante la inusual presencia de un puñado de periodistas, apostados en la puerta principal, a la espera del testigo citado a declarar, un oficial del Consorcio Provincial de Bomberos.

El edificio reformado sitúa la principal sala de vistas, dedicada a la causa de la Dana, en la planta baja y frente a una amplia cristalera que, como fachada principal, permite el acceso directo a las miradas indiscretas como las de los periodistas. Así que desde bien pronto, un empleado del juzgado se esmeró en cubrir las vistas con tres mamparas opacas para proteger la imagen del declarante. El complejo tampoco cuenta con sala de prensa, por lo que los empleados de la información no tuvieron otra que acomodarse en el bar más cercano a escribir sus crónicas.

  • Juzgados de Catarroja, donde se instruye la causa de la Dana. 

Pero también los abogados sufrieron los inconvenientes. Para empezar, apenas acudieron a la testifical media docena de letrados, mientras que el resto siguieron la declaración a través de videollamada. Y algunos de los que hicieron acto de presencia destacaron las reducidas dimensiones de la sala para una macrocausa de este calibre. Teniendo en cuenta las sillas del público, contaron con apenas una veintena de plazas para sentarse, que además carecen de mesa para apoyar ordenadores, papeles o libretas.

Precisamente por esta cuestión fueron preguntados los abogados de Ciudadanos, Mamen PerisEduardo García-Ontiveros. "Aquí no tenemos las condiciones para poder trabajar", señaló Peris sobre aspectos como los asientos o la falta de micrófonos, para insistir en que la Sala Tirant de la Ciudad de la Justicia era "mucho más cómoda para trabajar". Sin embargo, insistió en que ello no les "va a impedir el continuar averiguando la verdad". García-Ontiveros reconoció que es "normal" que un juzgado como el de Catarroja no cuente "con las salas grandes" como las de la Ciudad de la Justicia: "Pero nos apañaremos, somos abogados todoterreno".

La testifical de este miércoles, aunque era de interés para conocer el operativo de vigilancia de los bomberos para el barranco del Poyo la tarde de la Dana, se podría considerar de segundo orden en relación a otras que todavía están pendientes. La próxima es una comparecencia clave, la del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, citado como testigo el próximo 19 de septiembre. Ese día se espera una gran afluencia tanto mediática como de las partes, y se espera que la declaración se alargue durante horas, por lo que será una nueva prueba de fuego para el juzgado, que todavía no convence a nadie.

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