VALÈNCIA. Ocho meses después de la Dana del 29 de octubre, que dejó un trágico balance de 228 fallecidos, la Generalitat Valenciana ha presentado este lunes la estrategia del Consell para la recuperación del territorio afectado por la Dana y preparación ante posibles nuevas emergencias, bautizada como "Plan Endavant". El president de la Generalitat, Carlos Mazón, junto con el conseller y vicepresidente para Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols, han presentado este plan, cuyo informe diagnóstico ya presentó el pasado mes de marzo. 

La estrategia, según han explicado tanto Mazón como Pampols, no busca solo impulsar la reconstrucción de las zonas afectadas por la riada, sino también prevenir futuros episodios similares a través de un enfoque transversal y coordinado. Durante los últimos meses, Pampols ha ido desgranando en distintas comparecencias públicas los ejes principales de este plan, que incluye 339 medidas concretas para revertir los daños ocasionados por la Dana y mejorar las infraestructuras, no solo de la conocida como ‘zona cero’, si no de toda la Comunitat Valenciana.

Para llevar a cabo estas actuaciones, según han detallado este lunes, se necesitará una inversión total de 29.000 millones de euros, de los cuales, según ha explicado Pampols, 14.500 millones de euros tendrán que ponerlos la Generalitat, 12.600 millones de la Administración General de Estado. El resto, correspondiente a otros actores, se cifra en alrededor de 1.450 millones. Una cifra total que suma más de 12.000 millones a los 17.800 millones de euros considerados de impacto económico tras las inundaciones. 

El Plan se estructurta en cuatro grandes ejes

Según ha anunciado el president de la Generalitat, el Plan de Reconstrucción se estructura en torno a cuatro grandes ejes, que ha definido como “revoluciones”.

La primera es la “revolución de las infraestructuras”, centrada en intervenciones integrales en el barranco del Poyo y el río Magro, así como en la mejora de su entorno y de las infraestructuras hidráulicas de las distintas cuencas. Entre las medidas previstas se incluye la elaboración de un análisis técnico que jerarquice los tramos más peligrosos de los cauces. Además, se contempla la incorporación de tanques de tormenta, zonas verdes con capacidad de retención de agua y parques antiinundaciones. También se impulsarán estudios para comprender por qué ciertos puentes y carreteras no resistieron el temporal, en colaboración con el Gobierno de España.

El segundo eje es la “revolución de la prevención”, que busca reforzar los sistemas de alerta temprana y reformular el actual sistema de avisos ante fenómenos meteorológicos extremos. La Generalitat plantea llevar a cabo pruebas de estrés hidrológico en cada cuenca para detectar puntos críticos y zonas de riesgo elevado. También se propone la elaboración de guías individualizadas para cada barranco con el fin de facilitar una respuesta más eficaz ante posibles emergencias.

La tercera línea de acción es la “revolución de la protección”, que supone un cambio normativo en materia de seguridad tanto en edificios públicos como privados. Entre las medidas clave está la obligación de instalar al menos una bomba de achique en determinados inmuebles, así como el diseño de rutas de evacuación específicas en caso de inundación. Mazón y Pampols también han destacado la necesidad de incorporar escaleras verticales que permitan el acceso a plantas seguras, especialmente en centros escolares, donde además se realizarán simulacros de evacuación periódicos.

Por último, la "revolución en la gestión de las emergencias", un punto en el que la Generalitat propone un cambio en la normativa de todas las administraciones para que sean responsables de trasladar datos y la proyección del impacto. Asimismo, en situaciones de alerta como la del 29 de octubre proponen reportar el caudal de los barrancos y ríos cada 60 minutos.

Cuatro pilares y un propósito

El propósito del Plan es asegurar la recuperación económica y social de la zona afectada por la Dana, pero según ha informado Pampols, también de toda la Comunitat Valenciana. La intención: minimizar los riesgos futuros derivados de los fenómenos naturales o artificiales de alto potencial destructivo. 

En cuanto a las personas, se prioriza el restablecimiento del bienestar social y la integración de la población mediante la restauración de las condiciones básicas de vida en las zonas afectadas. Respecto al medio ambiente, el plan contempla la restauración del equilibrio ecológico mediante la recuperación del entorno natural y el refuerzo de su capacidad de resistencia frente a futuras catástrofes.

El tejido empresarial y económico será otro foco clave, con el objetivo de asegurar la reactivación económica local y proteger a las empresas afectadas, fomentando su adaptación y continuidad. Por último, se pondrá en marcha un plan específico para reconstruir el tejido social y comunitario, promoviendo la cultura, el deporte y la participación ciudadana como motores de cohesión social.

Todo este planteamiento se apoya en un principio común: la construcción de infraestructuras de futuro, diseñadas tanto para mitigar los daños ante fenómenos extremos. Pampols ha subrayado además la necesidad de establecer una planificación territorial coherente con la nueva realidad climática y social de la Comunitat Valenciana

El acto, que ha tenido lugar en el saló de Corts del Palau, ha servido para mostrar los tres objetivos principales en los la administraciónn autonómica se ha marcado dice haber estado centrada tras la Dana. La intención, según ha explicado Mazón, ha sido dotar de recursos económicos a vecinos y empresas para abordar las pérdidas más urgentes, reconstruir las infraestructuras básicas como la red de metro o los colegios más afectados u ofrecer recursos para la prevención de la salud mental de todos los afectados.