VALÈNCIA. Siguen desfilando por el juzgado de Instrucción 3 de Catarroja más testigos vinculados con la causa penal de la Dana. La jueza había citado a declarar este viernes al dueño del restaurante en el que comieron el día de la Dana el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana. Así, el propietario del establecimiento, El Ventorro, ha confirmado que los dos comensales abandonaron las instalaciones entre las 18.30h y las 19h de aquella tarde.

El restaurador estaba citado a declarar en calidad de testigo a las 9.30h de la mañana y ha acudido un cuarto de hora antes a las dependencias judiciales de Catarroja con gran expectación de la prensa. Según la magistrada, su testifical reviste interés porque estuvo entrando y saliendo al reservado en el que comían el jefe del Consell y la comunicadora, por lo que pudo escuchar algo de lo que hablaban y si en algún momento dijeron algo sobre las llamadas que Mazón estaba recibiendo, entre ellas de la entonces consellera de Interior, Salomé Pradas.

En ese sentido, el propietario de El Ventorro ha confirmado que elllos "se fueron entre las 18.30h y las 19h aproximadamente" y ha negado que se fueran más allá de esa hora. "Como muy pronto, a las 18.25h". Y que "nunca" vio "preocupado" al jefe del Consell. Unas declaraciones que encajan con la testifical realizada por la comunicadora la semana pasada, según la cual abandonaron el restaurante sobre las 18.45 aproximadamente y no tenían prisa. Para cuando se fueron, ha dicho el hostelero, ya "no quedaban clientes".

Con todo, a preguntas de la magistrada, el restaurador no ha podido concretar más la hora de salida. La jueza lo ha intentado a través del pago de la comida, pero el testigo ha asegurado que en su restaruante emite factura y no tique. Por lo que "no se puede saber", ha dicho. De hecho, hizo la factura al día siguiente, según su relato, y atendiendo las indicaciones que le hicieron desde Presidencia, la envió al Partido Popular.

El testigo ha explicado que conoce a Carlos Mazón pero no guarda amistad ni enemistad con él, simplemente es cliente de su restaurante, según su testimonio. Ha explicado que el día de la Dana, Mazón y Vilaplana comieron en su restaurante, en un reservado que tiene en el primer piso, y ha indicado que la reserva la hizo una mujer por teléfono desde la Generalitat dos o tres días antes. El primero que llegó al restaurante fue Mazón, entre las 14.15 y las 14.30 horas, solo y sin escolta, y le sirvieron agua y unas olivas. Más tarde, sobre las 14.50 o las 15 horas, se acercó Vilaplana y se le acompañó hasta el reservado.

Durante la comida, que fue "normal de tiempo" y en la que "no hubo nada extraño" en el pedido", el restaurador ha declarado que entró unas 7 u 8 veces al reservado pero "nunca" vio de pie" a Mazón, "siempre" estaba sentado. Una de las acusaciones particulares le ha pedido que se hiciera una foto al reservado para poder examinar cómo era, al efecto de reconstruir la situación, a lo que el dueño de El Ventorro ha dicho que prefería que no ante la "pesión informativa" que está sufriendo.