VALÈNCIA (X.A./EFE). El expresidente de la Generalitat Francisco Camps prosigue con su cruzada para recobrar peso en la primera línea política y 'despertar' a un PPCV que considera "dormido", tal y como proclamó semanas atrás en un acto en el Veles e Vents con más de mil personas.
Para este miércoles prepara otra cita con militantes y simpatizantes en este caso en el Palau Alameda, una cena en la que aspira a congregar a unas 500 personas y donde evaluará "los próximos pasos a dar" dentro de la formación popular. Camps ha reiterado en sus últimos actos la necesidad de que el PP recupere "el fuelle que ha perdido" con el objetivo de luchar por las mayorías absolutas como hacía en otras épocas.
Unos movimientos que se observan con incomodidad desde la dirección nacional del PP pero también desde la cúpula valenciana liderada por Carlos Mazón, que ya tiene suficientes problemas con la reconstrucción de la Dana y con la delicada situación del actual líder, que no tiene asegurada su continuidad y, menos aún, ser candidato de nuevo a la Generalitat.
De hecho, en el entorno de Mazón ya ni siquiera disimulan el descontento con las constantes convocatorias de Camps y su creciente visibilidad. Especialmente cuando ya en varios actos algunos de los militantes le vienen reclamando que opte a liderar el PPCV -el puesto que ostenta ahora Mazón- cuando se convoque el próximo congreso regional, todavía sin fecha.
Así, tras diversas informaciones publicadas en los medios respecto al mencionado malestar en el partido por estos movimientos, el secretario general del PPCV y mano derecha de Mazón, Juanfran Pérez Llorca, decidió ser más directo si cabe preguntado este lunes en À Punt. "Se está equivocando en el tiempo", comentó el dirigente popular, quien se mostró además contundente para resumir su opinión sobre la hiperactividad del expresidente: "No toca".
"¿Se imaginan que cuando Camps estaba siendo juzgado por los trajes -una pieza del caso Gürtel- hubiera habido un movimiento dentro del partido para sustituirlo? Yo me hubiera sentido indignado como militante si eso hubiera pasado", afirmó Pérez Llorca durante la entrevista.

- Pérez Llorca y Mazón. Foto: EP/Rober Solsona
En esta línea, el dirigente admitía que Camps ha sido un presidente "muy maltratado por la izquierda", pero al mismo tiempo lamentaba su empeño en hablar "de lo que a él le gustaría ser", cuando en estos momentos, el PPCV está pensando "en la globalidad, en el trabajo, en la reconstrucción y en mejorar la calidad de vida de todos los valencianos, pero sobre todo, de aquellos que lo han perdido todo" tras la Dana.
"Yo prefiero estar en la corriente que está pensando en los demás y no en una corriente que solo piensa en el bienestar de una persona en concreto", manifestó en la entrevista, para reiterar que los políticos deben saber "medir los tiempos", cosa que no cree que el expresidente esté haciendo, lo cual es una "pena" puesto que, aseguró, le tiene "mucho respeto".
Asimismo, Pérez Llorca explicó que cuando llegue el momento de hablar de congresos, Camps, como cualquier otro militante, tendrá "toda la libertad del mundo de presentarse", ya que es "un militante al corriente de pago" y "un valor importante del PP", pero ahora "no toca", insistió.
De esta manera, el entorno de Mazón ya verbaliza con claridad la distorsión que le supone la continua actividad y opiniones de Camps. Tras una etapa de enviarle mensajes a través de los medios de comunicación, la posición de Pérez Llorca resulta una versión oficial y pública de lo que piensa la actual dirección del PPCV de su aventura en este momento.
En la otra orilla, en los grupos de apoyo del expresidente Camps se consideraba que las declaraciones de Pérez Llorca eran una prueba de "nerviosismo" ante su iniciativa de "reactivar el partido". Además, desde este sector se insistía en recordar que dimitió poco después de haber ganado por mayoría absoluta, lo que evidenció un "sacrificio" por el bien del partido.