Comunitat Valenciana

El sistema de alerta que puede predecir inundaciones dos días antes y avisa a los gestores por teléfono

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. La Dana que asoló decenas de municipios en la provincia de Valencia en 2024 y dejó tras de sí 229 víctimas mortales supuso un punto de inflexión. Desde entonces, se han estado revisando los protocolos de emergencias y se han reactivado las obras hidráulicas que no se habían ejecutado y que están en fase de contratación. Pero el aviso tardío y erróneo a la población, tal como ha constatado hasta ahora la jueza que investiga la gestión de la catástrofe, fue clave en la tragedia. Y en ese sentido, la falta de un sistema de alerta temprana en la cuenca del Júcar, donde se integra el barranco del Poyo, podría haber facilitado la prevención, agilizado la gestión de la emergencia y haber evitado errores humanos, que los hubo, como está constatando la investigación penal.

Otras zonas de España ya cuentan con esta herramienta. Desde hace un año, el más mencionado ha sido el de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que cuenta con un sistema de alerta temprana desde 2018. A él se ha mirado mucho para lamentar que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no lo tuviera listo cuando llegó la riada en Valencia. Ahora, ya está en fase de contratación pero no se espera que esté implementado por completo hasta dentro de dos año. También otras instituciones disponen de un sistema similar o incluso más avanzado, como es el Gobierno Foral de Navarra.

El diseño de ambos sistemas ha sido fruto de un complejo trabajo del equipo de Idrica, una empresa valenciana del grupo Global Omnium, cuyo responsable del sistema frente a inundaciones, Sergio Morant, recibe a Valencia Plaza en su sede de València, para explicar cómo funciona este software, que permite una gestión integral de la información. No solo recoge y presenta en mapas y gráficos todos los datos meteorológicos y de precipitaciones con una cadencia de 10 minutos ni se limita a medir los caudales casi en tiempo real sino que, a través de las previsiones y utilizando modelos hidráulicos, permite predecir situaciones para adelantarse a posibles riadas y enviar alertas automáticas a los gestores. Hasta puede 'pintar' en un mapa las zonas concretas que potencialmente se verían afectadas por el desbordamiento proyectado de los cauces.

"En el Ebro fueron pioneros como confederación hidrográfica en implementar un sistema de alerta temprana automático, centralizado, integral", asegura Morant, según el cual los trabajos se venían haciendo desde 2010 para culminar con la implantación definitiva en 2018. El organismo de cuenca del Miño-Sil "también tiene un sistema suyo propio elaborado con sus conocimientos" pero el resto, tienen "herramientas" que, "con mayor o menor grado de profesionalización" funcionan pero no son un sistema de alerta temprana integrado, explica el especialista.

Todos ellos cuentan con sistemas más manuales donde los técnicos han de ir comprobando los datos de unas y otras fuentes. Casi "de orfebrería", dice. "El problema es que cuando trabajamos en un momento de tensión o de estrés en plena emergencia, lo que necesitas es la seguridad de algo que te funcione bien y no depender de una persona que igual ese día no está atinada o que no está donde tiene que estar o que cuesta de encontrar", asegura el Morant. Así, el software que hay implantado en el Ebro o en Navarra permite una gestión de la información y las alertas incluso desde un teléfono móvil y desde el sofá de casa.

"Cualquier persona puede utilizar este sistema", recalca el especialista, porque no hace falta una mente detrás "haciendo hipótesis" sino que "se dedica a mostrar los datos lo más rápido posible y, a la mínima que una de las variables superan ciertos umbrales, le llega una alerta al móvil al responsable". La idea de la aplicación es "quitar todos los números" posibles para "decirle al gestor: estás en verde, amarillo, naranja o rojo". Eso no implica que no se puedan consultar todos los detalles, pues la aplicación lo permite, pero el objetivo es traducir toda esa información a una presentación clara e inequívoca. Y todo ello, apunta Morant, con hasta dos días de antelación porque se trabaja con una ventana meteorológica de entre 48 y 72 horas.

De la previsión meteorológica a los caudales

De este modo, todo depende de una buena previsión meteorológica. "Esto no es una bola de cristal y nuestras predicciones son tan buenas como lo sea la predicción meteorológica", explica al respecto. Para ello, se utilizan diferentes modelos meteorológicos: cinco deterministas -prevén una cifra concreta de precipitación- y otro probabilista, que ofrece hasta 50 escenarios posibles en función de su probabilidad. Con ello se elaboran mapas meteorológicos de la cuenca, divididos por subcuencas, con una escala de colores para representar las posibles lluvias. Es un primer paso que permite poner en alerta a los gestores y dispone de una herramienta de comparación con temporales previos para calcular el período de retorno. Por ejemplo, en el caso de la Dana de 2024, aplicando este sistema, se ha comprobado que desde dos días antes se preveían lluvias con un período de retorno inusitado, superior al de 500 años. 

El siguiente estadio del software es traducir las lluvias en caudales utilizando modelos hidrológicos que permiten predecir la cantidad de agua que puede llegar a los sensores instalados en múltiples puntos de cauces y barrancos. Y de nuevo, se emplea una paleta de colores para mostrar los puntos que se prevén más 'calientes' de la red. Uno de los visores del programa, explica el especialista de Idrica, divide la cuenca en zonas con un tiempo de respuesta de tres horas. Porque si la predicción meteorológica falla por alguna razón, el tiempo de respuesta es el mismo que el de la cuenca, y este filtro permite juzgar los puntos con mayor riesgo.

  • Predicción de caudales con un modelo probabilista

El fin de la 'app': avisos telefónicos y mapas de riesgo

Al final, "estamos hablando de salvar vidas y lo que intentamos acertar es el orden de magnitud", señala Morant. "Yo no quiero acertar el metro cúbico por segundo exacto de caudal que va a llevar el río a tal hora, quiero decirle al gestor: en uno o dos días vas a estar en una situación de nivel verde, amarillo, naranja o rojo, empieza a gestionarlo ya porque es muy probable que puedas tener un problema", explica el responsable del sistema de alerta temprana de la compañía.

  • Avisos de caudal previstos
  • Mapa de avisos previstos

Así pues, cuando el sistema detecta, tanto en tiempo real como a varios días vista, que los datos pluviométricos o de caudales superan determinados umbrales, envía un aviso automático -incidencia, es el nombre técnico- a los gestores. No solo a través del correo electrónico sino a los teléfonos móviles mediante la aplicación de mensajería Telegram, donde, además, el equipo ha creado un chatbot al que se pueden realizar consultas concretas sobre los avisos actuales o futuros. Y el mensaje es tan simple como el que se ha explicado, con una paleta semafórica y el período temporal en el que estará activo. Por ello, apunta Morant, es imprescindible contar con unos umbrales "bien definidos" para ajustarlos a un riesgo real.

La aplicación va más allá porque, teniendo en cuenta todos los datos anteriores y atendiendo a la constitución del cauce y su funcionamiento, así como la orografía del terreno, es capaz de elaborar mapas de riesgo de una posible inundación. Es una herramienta extremadamente útil para anticipar la envergadura de un desbordamiento y las construcciones que se van a ver afectadas. De hecho, el sistema incluye una relación de puntos "vulnerables" que recoge todo tipo de infraestructuras, desde saneamiento hasta centros de salud y residencias, colegios y otros edificios clave de la administración. Y así, cruzando la información con el catastro, hace una estimación de la población potencialmente damnificada y los daños económicos.

  • Mapa de riesgos

La compañía ha añadido una funcionalidad adicional que supone el control completo del proceso. Así, el programa de alerta temprana concluye en un sistema de alertas que está integrado con los planes de protección de la administración y los Planes de Gestión del Riesgo de Inundaciones de cada ayuntamiento, de manera que las incidencias registradas o futuras pueden traducirse en niveles de emergencia según se hayan definido por las administraciones. "Los gestores solo reciben un color, de manera que ya pueden activar los planes de emergencia y tomar las decisiones que correspondan, desde montar el Cecopal, sacar a los bomberos, evacuar infraestructuras, cortar carreteras, decretar un confinamiento...", apunta el responsable.

A la postre, insiste, "si tú tienes unos análisis avanzados buenos, no puedes obviar que puedes tener un problema grande". El sistema de alerta temprana cuenta con los resortes para ganar el máximo tiempo posible incluso "si la meteorología no acierta" o en casos como danas o "eventos convectivos" donde las predicciones puedan no ser del todo seguras. Con todo, insiste, en la Dana de 2024, Aemet "no acertó los milímetros pero acertó que venía mucha agua". Con un sistema de prevención, recalca, la anticipación habría sido mayor.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo