VALÈNCIA. La Dana que inundó decenas de municipios valencianos el pasado 29 de octubre tuvo un elevado impacto en la sanidad valenciana. A los daños en infraestructuas - un total de 57 centros de salud se vieron afectados - se sumaron otros retos que abordar con motivo de la riada, principalmente los de evitar la existencia de epidemias y de aparición de estrés postraumático entre la población afectada. 

El conseller de Sanidad, Marciano Gómez, atiende a Plaza en una entrevista en la que hace balance de esta situación cuando se cumplen nueve meses desde la catástrofe. Gómez cifra en torno a 100 millones de euros los daños causados por la riada en la sanidad pública valenciana, destaca la ausencia de epidemias durante la emergencia y explica que ya se han atendido a más de 2.000 personas en las Unidades de Atención al Trauma habilitadas en un total de siete departamentos de salud tras la riada. 

El conseller también aborda las decisiones tomadas en las últimas semanas en materia de infraestructuras sanitarias, con el anuncio de creación de un Campus Sanitario Avanzado en Paterna y 600 millones de inversión en el espacio donde se ubicaba el antiguo Hospital La Fe. En una primera parte de la entrevista, Gómez realiza un balance sobre la primera mitad de la legislatura, así como sobre los cambios planteados en materia de personal desde su llegada a la Conselleria. 

- Está siendo un año complicado en todos los ámbitos por culpa de la Dana. Después de nueve meses, ¿cómo se encuentran los servicios de salud en las zonas afectadas?

- La Dana afectó a 57 centros de salud y dos hospitales, pero lo más importante es la asistencia que tuvimos que dar. En 24 horas teníamos todos los puntos de asistencia sanitaria cubiertos. Dispusimos un mecanismo donde tanto la asistencia sanitaria como la prescripción y dispensación farmacológica la resolvimos en 48-72 horas, no solamente en farmacias, sino también en los domicilios. Mientras que, en materia de salud mental, el sábado 2 de noviembre ya había psiquiatras en Catarroja atendiendo a la población.

Hubo una cosa, desde mi punto de vista importantísima, que es la ausencia de epidemias debido al control epidemiológico que ha existido por parte de la Dirección General de Salud Pública en relación con Centro Nacional de Epidemiología. Me parece extraordinariamente importante porque en situaciones menos graves desde el punto de vista catastrófico, como fueron las inundaciones de Grecia, hubo episodios de epidemias. 

Jamás se puede estar contento con una catástrofe y una tragedia de estas características,  máxime con las más de 220 víctimas mortales. Pero, globalmente, estamos satisfechos porque no hubo epidemias, se satisfizo rápidamente la asistencia sanitaria, la asistencia farmacéutica y la asistencia a salud mental y a día de hoy todos los centros están ya perfectamente operativos y los hospitales lo estuvieron en 24 horas. 

Además, el abordaje de esta barrancada ha servido como punto de estudio para el tratamiento de catástrofes por parte del Ministerio de Sanidad. Tuvimos una reunión con el Consejo Interterritorial donde expuse lo que habíamos hecho y ha servido de materia prima para poder hacer una actuación ante catástrofes.

- ¿Cuánto ha costado en términos económicos la reconstrucción en el área de Sanidad?

- El coste va más allá de los 57 centros de salud y los dos hospitales. Hemos tenido el montaje y la reconstrucción de redes de informática e infraestructuras tecnológicas. A grosso modo se puede estimar alrededor de 100 millones de euros el coste en infraestructuras electrónicas, tecnológicas, la pérdida de material farmacéutico y el retraso en atender algunas patologías que estaban citadas. Globalmente, se puede estipular en 100 millones de euros que pagamos a pulmón todos los valencianos porque no tuvimos ningún tipo de ayuda por parte del Gobierno de España. 

Con Salud Pública, el CAES y el Instituto de Salud Carlos III tuvimos una relación excelente para la vigilancia epidemiológica, pero no hubo nada por parte del Gobierno de España desde el punto de vista económico. Es verdad que la ministra vino en el mes de noviembre a anunciar que iban a poner 11 unidades de salud mental de emergencia durante el mes de febrero, pero no empezaron a funcionar hasta hace 15-20 días y no como nosotros las entendíamos, sino como unidades para el apoyo emocional. 

- ¿Ha aumentado la demora en las citas en estas zonas?

- A día de hoy ya estamos teniendo una normalidad, afortunadamente. Quiero dar las gracias a todo el personal sanitario, que se vuelca en situaciones como esta. Tuvimos una actuación ejemplar por parte de los médicos, las enfermeras, las auxiliares, los celadores. También por el personal voluntario, que tuvimos que organizar mediante una página web que hicimos en 24 horas. Esa avalancha de solidaridad a veces puede generar un poco de descontrol. Nuestro objetivo claro era evitar el intrusismo profesional y, como segunda vía, tener la trazabilidad farmacéutica. Había gente que tenía fármacos en casa abiertos, los quiso dar, los quiso poner y se generaron almacenes. Pero la ley del medicamento es clara, una caja de un fármaco abierta es un residuo, y no se puede dar bajo los criterios de control de un organismo público. 

- Dada la situación financiera de la Generalitat, ¿puede asegurar a las farmacias que el retraso de 18 días en el pago de la última factura no se repetirá dentro de unos meses?

- Puedo asegurarlo, pero no ahora que ya hemos pagado, lo aseguré cuando se produjo. Cuando se tomó esta decisión, me reuní con los presidentes de los colegios farmacéuticos y firmé una carta manuscrita junto con la Dirección General de Farmacia que mandamos a todos los farmacéuticos diciendo la situación que había y que pagaríamos lo que debíamos en el momento que estuviera el Extra-FLA. 

Hemos tenido que pedir un crédito extraordinario porque el Gobierno no ha tenido a bien, sin causa alguna, darnos el Extra-FLA después de 12 años. Ellos sabían que cobrarían en el momento en el que tuviéramos liquidez, bien con el Extra-FLA, que era lo que suponíamos, o bien con la solución que hemos tenido que buscar con un préstamo a cargo del bolsillo de los valencianos. No lo podemos calificar de impago, sino de retraso, porque han cobrado el día 18 de julio y les vamos a pagar los intereses que puede haber supuesto la contratación de cualquier producto financiero en estos días. 

Quiero buscar una normalización en la relación con los colegios farmacéuticos. Las farmacias son agentes sanitarios activos y quiero que colaboren con nosotros en proyectos de promoción de la salud y estamos negociándolo con ellos.

- ¿Por qué decidieron descartar un nuevo Arnau en Paterna y poner en marcha un Centro Sanitario Avanzado?

- Aislarnos de la ideología, del oportunismo y hacer una valoración global basada en la eficacia, eficiencia y la efectividad. Un hospital no es un hecho aislado, interrelaciona con el resto de infraestructura sanitarias, por lo que hay que ponerlo en un sitio con estructuras de accesibilidad correctas para el resto.

Tomamos una decisión global, donde entendimos que, para los 70.000 habitantes de Paterna y el entorno, podíamos poner en marcha un nuevo modelo de campus sanitario donde tuviera integrada la atención primaria, la atención hospitalaria y la docencia y la investigación. En el mismo complejo van a estar comunicados también más de 20 especialidades y vamos a poner dos quirófanos, un hospital de día y una dotación de infraestructuras tecnológicas altamente avanzadas.

Nosotros entendemos que entre el 80% y el 90% de las personas que van a utilizar este centro no van a tener que desplazarse a ningún hospital. Al poner quirófanos y poder operar patología de cirugía mayor ambulatoria, todos estos pacientes no tienen que ir al hospital. Al poner un hospital de día y poder poner tratamientos bien oncológicos o bien de crónicos que antes tenían que desplazarse a un hospital, no tendrán que desplazarse al hospital.

Es un modelo pensado, sosegado y reflexionado. Tanto que podemos pensar que puede ser susceptible de ser puesto en ciudades de más de 50.000 habitantes siguiendo un patrón epidemiológico y demográfico, extraordinariamente importante para la planificación de los hospitales. 

Con el Centro Sanitario Campanar en la antigua Fe, conseguimos aumentar en 500 las camas de agudos, con 15 quirófanos, etc., mientras que el actual Hospital Arnau se reformará y será un centro de crónicos. Globalmente, ganamos mucha capacidad de hospitalización de agudos y crónicos y de resolución en el Campus Sanitario de Paterna. 

Lo que buscamos es que los ciudadanos de València y el área metropolitana tengan la mejor disposición. Esto es un tema mucho más complejo que una decisión que pudiera ser al final de una legislatura con componentes políticos. A la Conselleria de Sanidad, tanto en esto como en las concesiones, nos guía la eficacia, la eficiencia, la calidad y los indicadores de salud.

- Comentaba que el centro avanzado igual es una fórmula óptima para ciudades de más de 50.000 habitantes, ¿se plantea alguno más?

- Hablo de 50.000 habitantes como fundamento base, pero después tengo que estudiar patrón epidemiológico, patrón etario, grupo de pacientes, isocronas, accesibilidad, cartera de servicios… Es una fórmula que no iría bien a localidades con menos población, pero sí a partir de un nivel de población y de patologías. 

- Municipios como Torrent han demandado históricamente… 

- En Torrent hay que estudiar muy bien lo que sucede y ponderarlo. En lo único que pienso desde hace 41 años que soy médico es en el paciente y desde que soy conseller solo pienso en el paciente y en asumir mi responsabilidad. Jamás voy a dejar de tomar una decisión que tenga que tomar por no querer asumir una responsabilidad. Hay que tomar decisiones sosegadas, reflexionadas y en términos de eficacia.

- ¿Tiene otras infraestructuras en mente que quiera desarrollar?

La infraestructura que tengo que desarrollar me he visto forzado a hacerlo, que es el cierre del Hospital Doctor Moliner, que tenía informes desde el año 2017 diciendo las graves carencias que tenía. Cuando llegué al Consell, pedí un informe urgente mediante un contrato de emergencia para saber cómo estaba y rápidamente iniciamos el contrato para la reforma porque había graves deficiencias. Pensamos en hacerlo en dos fases, pero a finales de marzo llegó un informe diciendo que se tiene que hacer solamente en una fase. Y lo primero es la seguridad, tanto de los pacientes como de los ciudadanos. 

Tomé una decisión que a nadie le gusta tomar y que es cerrar un hospital, con el trastorno que puede suponer en la movilidad de los enfermos y del personal. Pero cuando uno está en un cargo de gestión debe tener responsabilidad. Sé que es una molestia, pero es una situación absolutamente extraordinaria. Si esta decisión la toman en 2017 o 2018 y empiezan esta reforma parcial, todo esto no hubiera pasado. Cuando se produce un retraso en una decisión, tienes que tomar decisiones muy críticas, pero necesarias para la seguridad. 

- Por otro lado, la Conselleria presentó a comienzos del pasado ejercicio un plan de salud mental para la presente legislatura con más de 80 acciones. ¿Cuál está siendo el grado de ejecución de las mismas?

- El plan de salud mental es uno de los pilares básicos de esta legislatura. Tanto lo es así que creamos una oficina de salud mental y adicciones y pusimos al frente de la misma a Bartolomé Pérez Gálvez, que tiene un prestigio a nivel nacional e internacional. No llevábamos ni un mes y ya tuvimos comisiones interdepartamentales con Educación y Servicios Sociales. 

En enero de 2024 presentamos un plan de salud mental porque cuando uno tiene voluntad de hacer algo, lo hace al principio de la legislatura. A partir de los 724 millones de euros que se presupuestan para esta legislatura, estamos cambiando la salud mental por completo con dos parámetros fundamentales. Uno es la equidad, es decir, que llegue a todos los sitios de la Comunitat Valenciana. El otro, es la prevención de la misma, sobre todo para la población infantil y juvenil. 

En 2022 estábamos a la cabeza de patologías de salud mental salud mental, de ingestos de fármacos psicoactivos y de adicciones, y estábamos a la cola en recursos de infraestructura y de personal hasta el punto de que estuvimos a punto de que nos quitaran la docencia para los psiquiatras en 2025. 

En septiembre de 2024, un mes antes de la Dana, contratamos a 200 nuevos profesionales. Hemos contratado a más personal de Salud Mental en un mes que el Botànic en ocho años. En este momento, es una realidad que tenemos 18 unidades de centro de día para población infantil y juvenil con 450 plazas que están adjudicadas, aunque ha habido un problema en los recursos que se está resolviendo. 

También hemos sacado la figura de Psicólogo General Sanitario porque, lamentablemente, no tenemos suficientes psicólogos clínicos. El psicólogo sanitario hará una psicología de la salud, es decir, una prevención de la patología; mientras que el psicólogo clínico atenderá al paciente que ya está enfermo. De esta manera vamos avanzando mucho y bien. 

- Con la Dana, la Conselleria abrió varias unidades de trauma y el director general de Salud Mental puso el foco en evitar el estrés postraumático. ¿Se están empezando a ver casos de este tipo?

- En el tratamiento de la patología psiquiátrica empezamos a atender a los pacientes desde el día 2 de noviembre. Entre los meses de noviembre y diciembre dispusimos de casi 120 personas entre psiquiatras y psicólogos y a día de hoy tenemos abiertas siete unidades de atención al trauma compleja. Nosotros tenemos módulos para que el personal pueda doblar mañana y tarde y llevamos más de 2.000 pacientes vistos.  Estamos viendo pacientes con estrés postraumático, pero están disminuyendo algunas patologías que habían surgido al principio. No hemos tenido ninguna reclamación en el servicio de atención e información al paciente sobre estos servicios. 

En el apoyo emocional, las unidades de salud mental prometidas del Ministerio han llegado casi nueve meses después de la Dana. Lo que están prestando es apoyo emocional con psicólogos y terapeutas ocupacionales. Nosotros también estamos dispuestos y estamos hablando con el colegio de psicólogos para hacerlo. La Conselleria de Servicios Sociales tiene actualmente un convenio con la Fundación Princesa de Girona y el Colegio de Psicólogos para el apoyo emocional y nuestra línea presupuestaria es seguir firmando ese convenio con las dos entidades. 

Estamos volcados en esto y la prueba real de ello es la Dirección General de Salud Mental que en este momento existe en esta comunidad. Hay cosas que son evidentes. Hemos tenido una desgracia muy importante y tenemos que ir mejorando y contratando, sin ningún tipo de duda. Pero ves el presupuestos de 2025, lo comparas con el de 2022 y lo cierto es que ha aumentado exponencialmente. Siempre hay cosas por hacer, pero el camino lo tenemos marcado y los resultados están ahí.