Entrevista

Comunitat Valenciana

Elena Sánchez (Casa Caridad): "Muchas personas van al límite y no pueden afrontar la subida de precios"

Entrevista a la primera presidenta de la ONG valenciana en sus 119 años de historia

  • Elena Sánchez, presidenta de Casa Caridad.
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VALÈNCIA. Elena Sánchez se convirtió a comienzos de abril en la primera mujer en presidir Casa Caridad en sus 119 años de historia. Sánchez llegó por primera vez a la ONG valenciana hace 15 años para ejercer como voluntaria varias horas a la semana y desde entonces ha ido ocupando diferentes cargos dentro de la entidad al tiempo que ha visto como el rostro de la pobreza en la ciudad de València ha ido evolucionando. 

La nueva presidenta explica que en los últimos años ha ascendido el número de mujeres atendidas por Casa Caridad y que actualmente ya suponen más de la mitad de las personas que reciben asistencia por parte de esta organización. Además, destaca la existencia de personas que van "muy muy al límite" y cuyos sueldos "no les permiten afrontar ni la subida de precios que ha habido ni el carísimo precio de la vivienda". "Algunas de estas personas ya están viniendo a nuestros comedores, lo que hace cinco o seis años era impensable", relata durante una entrevista con Plaza con motivo de su reciente nombramiento. 

Como retos para este mandato, se centra en tres pilares principales: mujeres, soledad y voluntariado. Además, remarca las labores llevadas a cabo por Casa Caridad tras la catástrofe de la Dana del pasado mes de octubre y que ha llevado a canalizar ayudas por valor de cinco millones de euros. La organización, a pesar de haber recibido aportaciones extraordinarias por la Dana, también ha visto como han aumentado las donaciones para el funcionamiento ordinario de la asociación, que asciende a los 19.000 euros diarios.

¿Qué sintió al convertirse en la primera mujer presidenta de Casa Caridad en 119 años de historia? 

Es que es un honor, un privilegio enorme y una responsabilidad muy grande, porque Casa Caridad es una institución que es centenaria en Valencia que tiene un arraigo muy importante y que lleva la bandera de la valencianía por todo el mundo. La verdad es que le tengo mucho cariño a Casa Caridad. Empecé de voluntaria haciendo unas horas a la semana, fui secretaria en el comité de Valencia y después vicepresidenta primera y ahora presidenta. Para mí, desde luego, este es el cargo más bonito que una persona puede tener.

  • Elena Sánchez, presidenta de Casa Caridad. -

¿Existe una feminización de la pobreza? ¿Qué realidad viven hoy las mujeres en situación de vulnerabilidad?

Que yo sea presidenta de Casa Caridad es un reflejo de la sociedad y de la igualdad que todos hemos pedido tantas veces. Cuando yo llegué, prácticamente no había mujeres, eran centros centros de acogida temporal básicamente de hombres y eso ha ido cambiando. Cada vez hay más mujeres en la calle, el 54% de las mujeres usuarias son mujeres. El año pasado atendimos un total de 4.678 personas y lo que vemos es que las mujeres muchas veces llegan muchísimo más deterioradas que los hombres porque tienen unas cargas y unos traumas adicionales a los que tiene un hombre por temas como pueden ser los abusos.

Vemos que ellas en los centros de acogida temporal buscan refugio, se aíslan y entre ellas se protegen. Uno de los objetivos como mujer es proporcionarles un lugar seguro con unos recursos específicos y unos trabajadores especiales para ellos y sacar a estas mujeres de este centro de acogida temporal para llevarlas a un recurso en el que ellas se sientan más cómodas. 

¿Cuáles son los retos que se plantea para este mandato?

El primero es precisamente este tema de las mujeres. El segundo, es la soledad. Vemos que esta sociedad ha generado por la forma de ir tan rápida y tan competitiva muchas personas que están solas y debemos reflexionar sobre ello. El tercer pilar es el voluntariado, tanto de los jóvenes como corporativo. El de los jóvenes para que se acerquen a Casa Caridad y la conozcan, porque no se quiere lo que no se conoce; y el voluntariado corporativo porque nosotros somos una entidad transparente, privada, solvente, independiente, sin connotación política ni religiosa y eso a las empresas les tiene que dar mucha confianza.

  • Elena Sánchez, presidenta de Casa Caridad. -

Usted llegó a Casa Caridad hace 15 años como voluntaria, ¿Cuál es actualmente el rostro de la pobreza en València y cómo ha cambiado durante este tiempo?

Lo que vemos es que hay más mujeres que hombres que cuando yo llegué, lo que es un cambio radical. Por otro lado, también vemos que casi el 36% de las personas que atendemos son valencianas, mientras que el resto son de 27 nacionalidades diferentes. Vemos que hay muchas personas que incluso trabajando van muy muy al límite y que los sueldos que tienen no les permiten afrontar ni la subida de los precios que ha habido ni el carísimo precio de la vivienda, que además de escasa es muy cara. Algunas de estas personas ya están viniendo a nuestros comedores, lo que hace cinco o seis años era impensable.

¿Qué nuevas formas de exclusión social están emergiendo y qué desafíos plantean a Casa Caridad?

Hay que pensar que las personas que están en la calle o en el río no han nacido ahí. Tenemos perfiles desde militares o cirujanos hasta actores, que entran en depresiones muy grandes por problemas de traumas, muertes de los padres o abandono de su pareja que les provoca llevar esa vida. Lo que intentamos aquí es ayudarles de forma integral cuando vienen, a través de un trabajador social. Se trabaja con ellos no solamente en darles comida y techo, sino sobre todo en que tengan una vida lo más digna posible y una solución lo más específica para ellos. Eso es lo importante para nosotros, que somos muchísimo más que dar de comer. 

En esta línea, además de la atención básica, ¿qué servicios se prestan a día de hoy en Casa Caridad?

Nacimos como una entidad asistencialista en la que se daba básicamente de comer y se intentaba erradicar la pobreza de Valencia, pero actualmente pues es muchísimo más. Tenemos los centros de acogida temporal con 128 plazas y personas con las que se trabaja íntegramente a través de distintos talleres y programas. Luego tenemos tres centros de educación infantil con 160 plazas. Además, se trabaja muchísimo con los padres y con los hermanitos de esos niños para que también puedan llevar una vida lo más digna posible.

Por otro lado, contamos con el reparto de alimentos. Las colas tradicionales que se veían en el paseo de la Pechina se han eliminado porque consideramos que es mucho más digno entregar un carro de alimentos cada 15 días a quiénes lo necesitan. Estamos entregando 70 carros diarios, que son más de 25.500 al año. Además, tenemos el módulo de convalecientes para las personas que reciben el alta médica y no están fuertes para volver a la calle mientras se recuperan. Y también tenemos ayudas monetarias directas para personas que necesitan, siempre a través siempre de un informe del trabajador social, algún tipo de silla de ruedas, gafas, mensualidades de alquiler, etc.

  • Elena Sánchez, presidenta de Casa Caridad. -

Por último, tenemos el proyecto Fénix, que son viviendas supervisadas para las personas que ya han pasado por algunos de estos recursos. Solamente con un trabajador social, un integrador y un psicólogo, sería como la última etapa antes de hacer ya una vida normal. En el Proyecto Fénix actualmente tenemos 114 personas, incluyendo 13 pisos en Torrent que se compraron con motivo de la Dana y que provisionalmente están destinados a esta gente afectada.

¿Es la sociedad lo suficientemente consciente de estas situaciones?

Creo que la sociedad valenciana es enormemente solidaria, muy comprometida y muy generosa. Siempre pongo el ejemplo del incendio de Campanar y el de los jóvenes, que muchas veces les criticamos sin razón, y que con la Dana han cargado mochilas con 30 kilos de material para limpiar, se han hecho cinco kilómetros hasta la zona afectada, han limpiado todo el día y han vuelto con su mochila. Y al día siguiente se han vuelto a levantar y han vuelto a hacer lo mismo. Desde Casa Caridad, siempre que pedimos ayuda al pueblo valenciano, responde.

Durante la Dana, Casa Caridad ayudó a personas afectadas por la catástrofe, ¿Qué tipo de asistencia proporcionaron a las personas afectadas por las inundaciones y cuántas personas se han beneficiado de estas ayudas?​

El mismo día de la Dana aquí hubo una reunión de la Federación Valenciana de Transporte que fue providencial porque por la noche nos llamó el Ayuntamiento de Valencia para pedirnos mantas y ropa de abrigo. Ahí nos dimos cuenta de la envergadura. Teníamos mil mantas, las mandamos inmediatamente, y ese puente nos dedicamos a ser una empresa logística, moviendo 500 palés con todo tipo de material y comida de un sitio a otro.

  • Elena Sánchez, presidenta de Casa Caridad. -

Posteriormente, fueron cambiando las necesidades y la ayuda se coordinó con todos los ayuntamientos de la zona afectada. Todos los alcaldes de todos los partidos políticos se volcaron en ayudar a la población. Sus servicios sociales se pusieron en contacto con Casa Caridad y nosotros hemos canalizado un total de 5 millones de euros en ayudas y más del 90% están ya en manos de los afectados. En concreto, los 13 pisos de Torrent se compraron con fondos propios, pero el proyecto gustó tanto que la Fundación para la Promoción de Acciones Solidarias se ofreció a pagarlos.

¿Cree que asociaciones como Casa Caridad deben incluir en sus proyectos labores centradas específicamente en la atención tras emergencias climáticas?

Nosotros no somos una entidad de emergencias, ya tenemos un trabajo diario enorme. En este caso, fue tan descomunal que tuvimos que atender la emergencia. En general cuando pasan estas cosas todas las personas de buena voluntad que pueden ayudar, ayudan. Es decir, no creo que haya que tener un protocolo específico en el caso nuestro, pero sí que es verdad que creo que ha sido una cosa tan enorme que nos hemos movilizado todos.

¿Se han incrementado las donaciones a la entidad en los últimos meses?

Pensábamos que, como habíamos recibido muchos fondos para la Dana, se iban a reducir los de nuestra labor social ordinaria. Abrir las puertas de casa caridad cuesta 19.000 euros al día y teníamos ese miedo. Pero es sorprendente, y por eso digo que la sociedad valenciana es solidaria, porque han incrementado incluso un poquito las donaciones para el funcionamiento ordinario de la casa. Nosotros estamos muy agradecidos y solo puedo decir que cada euro que entra lo estiramos al máximo para que llegue a las personas que tienen que llegar.

  • Elena Sánchez, presidenta de Casa Caridad. -

¿Cree que las políticas públicas actuales permiten abordar correctamente la pobreza?

Creo que hay muy buena voluntad por parte de las instituciones que trabajan con nosotros, pero sí que es verdad que la situación de la Dana nos ha desbordado a todos nosotros. Son situaciones realmente que desbordan a cualquier institución y a cualquier ente público. Cualquier proyecto que tenemos en mente siempre se aborda en colaboración con la Administración pública para evitar que no haya duplicidades en Valencia.

Y, más allá de la Dana, la pobreza en general...

Veo que últimamente hay más personas en la calle en València, lo estamos viendo todos y está en la prensa, no estamos descubriendo nada. Tenemos que tomar conciencia de esta situación. Todos los recursos que tenemos, las 128 plazas de los centros de acogida temporal, están siempre al 100%. Si tuviéramos más plazas, atenderíamos y ayudaríamos a más personas.

¿Qué papel cree que deben jugar las instituciones públicas en colaboración con entidades como Casa Caridad?

La institución pública fundamentalmente debe colaborar y escuchar a las ONG y a las asociaciones que nos dedicamos a ayudar a los demás porque somos los que estamos realmente en contacto directo con las personas necesitadas. Nosotros sí que nos sentimos escuchados, tengo que decirlo. Creo que eso, y fomentar la colaboración y la coordinación, sobre todo de las ayudas, debe ser un objetivo principal de las instituciones públicas. Lo más importante es la coordinación entre nosotros y el intercambio de información

  • Elena Sánchez, presidenta de Casa Caridad. -

¿Cómo valora la colaboración entre ONG, instituciones y empresas en la lucha contra la exclusión?

En Valencia en concreto se funciona muy bien en red. Es decir, todas las ONG tenemos muy buena relación entre nosotras y con las instituciones públicas. Creo que esa manera de funcionar es la correcta y es el camino por el que se debe seguir.

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