VALÈNCIA. Llega otoño y con él, la temporada de lluvias torrenciales y posibles inundaciones en la fachada Mediterránea. Casi un año después de la Dana que asoló decenas de municipios en la provincia de Valencia, con 229 personas fallecidas, son muchos los que miran al cielo pidiendo que no se repita una tormenta así, especialmente los afectados por la riada. Así pues, uno de los elementos que puede mejorar la respuesta ante una barrancada es el Sistema de Alerta Temprana (SAT) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que en 2024 no existía y que, tras las inundaciones del 29 de octubre, se fijó como una de las urgencias a atender. Ahora, cuando se cumple casi un año, el organismo reconoce que, en la 'zona cero' de la Dana, se ha implantado un primer sistema de alerta ya operativo pero todavía por completar mientras que, para el resto de la cuenca, no se ha acabado de tramitar.

Así lo reconoce la propia Confederación en un informe remitido en respuesta a las preguntas planteadas por la comisión de investigación de la Dana de Les Corts Valencianes. Una de ellas iba dirigida precisamente a conocer "todas las inversiones realizadas en sistemas de alerta y medición de caudales en los últimos diez años". En el documento, señala que, "debido a la complejidad de estos sistemas en la cuenca mediterránea, en estos momentos se encuentra en tramitación administrativa la contratación del expediente para la implantación del SAT [Sistema de Alerta Temprana] en la demarcación hidrográfica del Júcar".

El informe explica que el proceso se inició con el programa de fondos europeos (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia) pero que fue imposible finalizarlo "en el plazo de ejecución previsto" para el cumplimiento de los hitos que fijaba dicho programa. Por ello, asegura, "se decidió su financiación con el presupuesto ordinario de la Dirección General del Agua" y, tras adaptarlo por la Dana, el expediente "se encuentra actualmente en fase de aprobación técnica, previa a su licitación", por un valor de 1,4 millones de euros. Esto supone que, por el momento, todavía sigue sin llevarse a cabo este nuevo sistema en toda la demarcación.

Esto no significa que no se haya hecho nada. Ciertamente, en la zona afectada por la Dana, la CHJ ha instalado un primer sistema de alerta temprana, aprovechando las obras urgentes de reconstrucción, si bien es un programa piloto que está por completar. "En esta actuación de emergencia se incluyó una primera implantación de un sistema de alerta temprana en las áreas más afectadas por la Dana, lo que podría facilitar la emisión de avisos hidrológicos", explica en el informe. Se ha implantado en el barranco del Poyo, el Río Magro y la cuenca vertiente al embalse de Buseo. Con todo, está todavía por completar.

El contrato adjudicado en noviembre por la Confederación reconocía "la urgente necesidad de disponer de sistemas" que permitan "anticipar el tiempo de respuesta de las cuencas hidrográficas y reducir el tiempo de aviso a las autoridades competentes en protección civil". Pero explicaba que el sistema de alerta temprana (SAT) implantado en los mencionados puntos debe ser "completado posteriormente mediante un contrato ordinario", que es el que todavía sigue en tramitación, como reconoce la propia Confederación ante Les Corts Valencianes.

El organismo de cuenca también expone las inversiones realizadas en la optimización del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), que ofrece datos en tiempo real de los caudales en los sensores de la red repartidos en diferentes puntos de la cuenca. Este, a diferencia del SAT, es un medio de observación. Así, señala que entre 2012 y 2019 "por cuestiones de limitaciones presupuestarias" se pasó de un contrato de mantenimiento a una encomienda a medios propios por 800.000 euros anuales. Entre 2019 y 2023 se volvió a contratar con cerca de 1,7 millones anuales. Y el último contrato, desde 2023, elevó la cifra hata los 2,7 millones anuales.

Incumplimiento del protocolo el día de la Dana

Del documento entregado por la Confederación a Les Corts se vuelve a inferir que el día de la Dana incumplió su protocolo de avisos. El requerimiento del parlamento valenciano le pedía que remitiera "todos los protocolos" que regulan la actuación de la Confederación en caso de emergencias, especialmente aquellos sobre los incrementos de caudal en los cauces que deben ser comunicados a las autoridades de Protección Civil. La CHJ no entrega el protocolo en sí, pero hace un resumen donde explica que los datos en tiempo real de los puntos de control -en el Poyo sólo hay uno- se publican en la página web y, además, a través de una plataforma de la Red de Alerta Nacional, a la que Emergencias no tenía acceso.

Pero en paralelo, el organismo debe emitir avisos de caudal por correo electrónico "al superarse determinados umbrales" y "tras la validación manual por los técnicos" del organismo. Se trata de umbrales "específicos para cada punto de medición". El resumen del ente se queda aquí pero lo cierto es que el protocolo, que sí ha llegado a la causa judicial de la Dana, señala que para el punto de medición del barranco del Poyo, estos umbrales son los 30, los 70 y los 150 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, aquella tarde la CHJ no remitió aviso al cruzarse ninguno de los tres umbrales, lo que se produjo a las 16.15h, las 17.00h y las 17.25h respectivamente.

No en vano, el único aviso que se remitió fue el ya famoso correo electrónico de las 18.43h, pero este advertía de un caudal que a esa hora ya multiplicaba por diez el umbral máximo de aviso (1.600 m3/s). En dicho mensaje se acumularon los tres avisos que tendría que haber emitido con anterioridad. "Primer, segundo y tercer aviso de la Rambla del Poyo NIII (Riba-Roja VALENCIA)", reza el encabezado del correo, donde además avisaba que la tendencia era "ascendente" y que la crecida estaba siendo "muy rápida". Este extremo vuelve a constatarse en la documentación enviada a Les Corts.

Agentes medioambientales y llamadas de Polo

Por otra parte, el documento también ofrece información reseñable respecto al personal de la Confederación Hidrográfica el día de la Dana, sobre todo respecto a los agentes medioambientales. El parlamento preguntaba sobre el listado de agentes que estuvieron en activo aquellos días. La Confederación responde que el servicio de Policía de Aguas tiene una plantilla de 55 empleados, entre agentes medioambientales y guardias fluviales, repartidos por toda la cuenca. De ellos, estaban asignados una decenas a la zona afectada por la Dana, pero todos ellos cumplieron con un horario hasta las 15.30h o las 17h como tarde, según la propia CHJ, por lo que no pudieron detectar la avenida.

La Confederación también da el listado de llamadas de su presidente, Miguel Polo, aquellos días. El 29 de octubre, realizó 33 llamadas, de las que el organismo destaca una veintena como las más relevantes para contactar con agentes medioambientales, la delegada del Gobierno, una concejala y un vecino de Carcaixent. Y tan solo una fue referida al barranco del Poyo: a las 13.42h, "habló con el agente medioambiental responsable de la zona del bajo Turia para conocer la situación actualizada del río Turia y el barranco del Poyo. No había nada significativo en esos momentos". La riada se produjo por la tarde, a partir de las 16.30h. Polo está citado a declarar como testigo en la investigación judicial de la Dana el próximo 19 de septiembre.