VALÈNCIA. El despliegue de las renovables sigue siendo una gran asignatura pendiente en la Comunitat Valenciana. Su despertar no llega y la potencia anual instalada sigue por debajo de las capacidades que ofrece una región como la valenciana, con unas de las mejores condiciones climatológicas de España para una tecnología como la fotovoltaica por la radiación solar. De hecho, solo el pasado 2024, la autonomía instaló 32 MW fotovoltaicos frente a los 7.300 MW que se sumaron a la red a nivel nacional, lo que significó una aportación del 0,44% a la potencia renovable instalada en España. En eólica, la situación fue aún peor y no se puso en marcha ningún proyecto en tierras valencianas.
Así consta en el 'Informe de Situación de las Energías Renovables en la Comunitat Valenciana 2025', un documento elaborado por la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), que radiografía la situación de las renovables en el territorio valenciano dentro del contexto español. Y, en este sentido, una de las conclusiones que evidencia el texto es la baja contribución valenciana al sistema renovable español.
Este escenario no es nuevo y desde hace años el sector lleva alzando la voz y advirtiendo de los retrasos. El problema se agudiza con el paso del tiempo y sin que se produzcan avances significativos. Y más si se tiene en cuenta que la región se fijó el objetivo de alcanzar los 10.000 MW en 2030, 6.000 MW en energía solar y 4.000 MW, eólicos. No obstante, en este momento, la Comunitat solo cumple con el 8% de ese objetivo fotovoltaico y en un 31% el eólico, por lo que al ritmo actual necesitaría 258 años para llegar a ese hito.
Para revertir esta situación, sería necesario que en los próximos cinco años se aumentara la tasa de crecimiento hasta los 1.000 MW de potencia instalada anuales en fotovoltaica y a 500 MW en eólica. Algo que los expertos ven posible, aunque parece casi una ilusión si se tiene en cuenta que en el último lustro la media ha sido de 30 MW al año, tendencia que se mantuvo en 2024 con esos 32 MW nuevos instalados en la región. Esta cifra solo representa un 1,31% de la nueva potencia renovable instalada en la Comunitat, mientras que, en términos globales, la Comunitat Valenciana solo aporta un 3% de la producción renovable nacional, pese a su peso demográfico, tamaño y consumo eléctrico.

- Planta fotovoltaica en una imagen de archivo -
- EUROPEAN ENERGY
Concretamente, el informe de Avaesen refleja que en 2024, el 66% de toda la potencia instalada en España era de fuentes renovables, mientras que en la Comunitat representa el 35,6%. En números exactos, a nivel nacional la potencia instalada era de 128.987 MW, de los que 85.144 MW eran renovables y 43.843 MW de fuentes no renovables como la nuclear, el carbón o el fuel.
En cambio, en la Comunitat la potencia total instalada es de 6.868 MW, de los que 2.447 MW proviene de las renovables, mientras que 4.421 MW no son de energías 'verdes', el 64,4% de todo lo instalado en la región. Esto evidencia la fuerta depedencia de la región de fuentes no renovables. Por tecnologías, la mayoritaria es el ciclo combinado, que representa el 42%. Le sigue la eólica, la nuclear, la hidráulica y la solar fotovoltaica, de acuerdo con los datos de la patronal valenciana del sector energético.
Punto de inflexión
En cualquier caso, el informe abre la puerta a que en los próximos años se pueda producir un punto de inflexión. Y es que en 2024 se concedieron autorizaciones administrativas para más de 50 plantas, tanto solares como eólicas, en el territorio valenciano, lo que puede significar un cambio de tendencia y una creciente instalación de proyectos renovables. Se trata de un paso inicial en la tramitación de los expedientes, pero refleja un importante volumen de proyectos. En concreto, la Generalitat Valenciana aprobó el pasado ejercicio más de 700 MW fotovoltaicos en 47 plantas y 104 MW eólicos distribuidos en cuatro parques, mientras que se autorizaron alrededor de 1.100 MW en 11 proyectos fotovoltaicos por parte del Ministerio para la Transición Ecológica.
Desde Avaesen valoran el esfuerzo de la administración valenciana en la agilización de los trámites y la buena voluntad del gobierno autonómico. A su juicio, estas autorizaciones ofrecen "signos de esperanza" de que se puede revertir el actual panorama. En este sentido, destacan que el decreto de Simplificación Administrativa ha provocado este avance, aunque también el sector se muestra prudente. "Es pronto para traducir ese impulso en el número de proyectos conectados, ya que estos requieren plazos de ejecución que impiden una materialización inmediata y el volumen de proyectos autorizados en los años anteriores fue escasa", subrayan desde Avaesen.
Sin embargo, y a pesar de la gran cantidad de expedientes autorizados, desde la patronal insisten en que los plazos administrativo en la Comunitat Valenciana son "inaceptablemente largos" y, en este momento, sigue existiendo un tapón de cerca de 300 expedientes pendientes de revisión.

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- Foto: EP
Otro de los puntos críticos señalados en el informe es la ausencia total de proyectos de baterías operativos en la Comunitat Valenciana, a pesar de que la región concentra el 50% de la capacidad nacional de turbinación y bombeo gracias a una única instalación. Al respecto, pone el acento en el desarrollo de almacenamiento energético es clave para garantizar la estabilidad del sistema, especialmente ante el futuro cierre de la central nuclear de Cofrentes, pero también para mejorar la robustez del sistema eléctrico y así evitar apagones como el del pasado 28 de abril.
"Están comenzando a tramitarse proyectos de almacenamiento en la Comunitat Valenciana, tanto hibridados como Stand-Alone, donde aún no hay ningún proyecto activo. Es fundamental que la Comunitat no se quede rezagada en almacenamiento como le ha pasado durante el boom solar de 2019 a 2024 y, para ello, es importante que se autoricen este tipo de proyectos con mucha agilidad. Es fundamental que en la Comunitat Valenciana se alcance un amplio consenso social y una posición alineada de todas las administraciones si se quiere revertir el gran retraso en la transición energética", concluye el informe.