VALÈNCIA. La batalla entre la Diputación de València y los sindicatos de los bomberos provinciales sigue vigente y la pasada semana llegó a su punto álgido con acusaciones cruzadas entre los responsables políticos y los representantes sindicales e incluso los propios agentes. La tensión, evidenciada en una manifestación de los bomberos en Xeraco, el pueblo del que es alcalde el diputado de Bomberos, Avelino Mascarell, envuelve las negociaciones para la mejora de las condiciones laborales de la plantilla, que está en 'huelga' de horas extras desde el pasado 28 de julio.
En este contexto, la corporación provincial sigue con los trámites para acometer la modificación de la plantilla prevista para el año 2025. El Consorcio Provincial de Bomberos, que preside Mascarell, ha sacado a exposición pública el expediente de los cambios, tal como publica este lunes el Diari Oficial de la Provincia (BOP). De manera que los interesados podrán presentar las alegaciones que consideren durante los próximos 15 días y, si no hay alegaciones, el acuerdo de las modificaciones "se entenderá elevado a definitivo".
La modificación de la plantilla, aprobada inicialmente en la asamblea general del Consorcio a finales de julio, prevé la creación de un total de 23 nuevas plazas, que incluyen 19 plazas de bomberoconductor, 3 plazas de oficial, y 1 plaza de documentación-archivo, y supone el último paso para culminar la implantación del Estudio y Dimensionamiento de la Plantilla de la Universitat de València de 2020, que proponía un aumento progresivo de la plantilla de bombero conductor para alcanzar las 565 plazas, 96 más que las existentes antes de iniciar el proceso de redimensionamiento.
La falta de personal es, precisamente, una de las principales quejas de la plantilla, cuya negativa ahora a realizar horas extra se está materializando en el cierre de entre dos y cuatro centros cada día, de los 17 que tiene el Consorcio en toda la provincia. Unos 'paros' que están afectando ya a los servicios ordinarios, como explicaron las mismas fuentes sindicales, quienes señalaron que alguanas actuaciones se están viendo retrasadas por la falta de efectivos e incluso, en algún caso, han teniendo que intervenir dispositivos de Alicante.
Pese a la tensión vivida la semana pasada entre Diputación y sindicatos, lo cierto es que las aguas parecen haberse calmado, al menos por ahora. Las conversaciones no están suspendidas, continúan con cierto silencio y no se descarta que pudiera alcanzarse un acuerdo este mes. Las organizaciones sindicales rechazaron la última propuesta realizada por la Diputación, que suponía un aumento del gasto de seis millones de forma progresiva durante los próximos años e incluía incluía el refuerzo de dotaciones para situaciones de emergencia este mismo año, la contratación de los 30 nuevos efectivos entre 2030 y 2031, además de un incremento retributivo de 1.200 euros en 2026 y unos 350 euros anuales hasta 2029.

- Foto: Diputación de València
La negativa de los sindicatos residía en que el texto propuesto por la Diputación no cumplía con el preacuerdo de marzo, de 9 millones de euros. La corporación esgrime un informe del interventor según el cual aquel texto obligaría a la Diputación a vulnerar la regla de gasto para las entidades locales.
Como ejemplo de la situación que atraviesa la plantilla, los sindicatos explicaron la semana pasada que, por ejemplo, durante la reciente emergencia provocada por la Dana, los bomberos trabajaron sin descanso y que casi el 40% de la plantilla estaba sin cubrir por falta de contratación. Todo ello para responder a las aseveraciones realizadas la pasada semana tanto por Mascarell como la diputada delegada del área de Hacienda, Laura Sáez.
Ambos responsables comparecieron ante los medios para defender la postura de la corporación en la negociación, restringida por la regla de gasto, y, además de exponer los sueldos de la plantilla y las horas extra que cobraron los bomberos provinciales el año pasado a causa de la Dana, también defendieron los procesos emprendidos por la Diputación para incorporar más personal en comparación con los llevados a cabo en las dos anteriores legislaturas.
Así, explicaron que la hoja de ruta pasa por incorporar entre finales de este año y principios del próximo a los 245 efectivos que ya han aprobado la oposición, y a partir de ahí encarar nuevos procesos que permitan reducir el número de guardias anuales de los bomberos. “Los datos están ahí. Entre 2015 y 2023 se cubrieron 49 plazas y solo hubo dos convocatorias, la segunda justo antes de las elecciones del 23", aseguró Mascarell: "Es curioso que los responsables de esa gestión deficitaria cuestionen ahora a un equipo de gobierno que, en apenas dos años, ha lanzado varias ofertas de empleo para cubrir más de 200 plazas, a las que hay que añadir un centenar largo de bomberos interinos”.