VALÈNCIA. El último golpe táctico del PP que preside Alberto Núñez Feijóo parece dirigirse, según informó días atrás El Mundo, a un posible adelanto electoral para marzo en varias autonomías donde gobiernan los populares, como Extremadura, Aragón y Castilla y León.
Una maniobra en cierta medida arriesgada debido a las buenas previsiones que Vox viene apuntando en los distintos sondeos que se han ido publicando en las últimas semanas: es decir, en estas regiones todo indica que el bloque de derechas seguiría logrando la mayoría, pero los porcentajes de cada formación resultan más inciertos, lo que debería ser inquietante para los barones autonómicos del PP que se enfrenten a ese lance.
En cuanto a la Comunitat Valenciana, las distintas fuentes consultadas aclaran que no estaría incluida entre las autonomías a las que Feijóo invitaría a participar de este supuesto 'superdomingo' electoral en marzo. Una evidencia de que, a día de hoy, desde Génova pretenden encapsular la situación particular que atraviesa el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en dificultades por su gestión el día de la Dana que causó 229 víctimas mortales el 29 de octubre del pasado año.
Así, en la dirección nacional del PP parecen apostar por aplazar cuanto tiempo sea posible la visita a las urnas en tierras valencianas, algo en lo que parecen coincidir con Mazón y su equipo, que confían en disipar parte de las críticas en esta segunda mitad de la legislatura e incluso, si se culmina con éxito la labor de reconstrucción, poder luchar por que el presidente de la Generalitat se presente como candidato.
Ahora bien, otro escenario posible, que aumentaría la complejidad de la posición, es si el socialista Pedro Sánchez decidiera apostar por un adelanto de las elecciones generales el próximo año; incluso algunos apuntaban a junio como fecha posible, haciendo coincidir la cita con los comicios andaluces. Es aquí donde podría plantearse el dilema de si Génova podría forzar a Mazón a que también adelantara en la Comunitat Valenciana para coincidir con las generales.
Sobre esta posibilidad, las fuentes populares consultadas consideran que Feijóo preferiría evitar el concurso valenciano en una cita de estas características o, como poco, tendría que poner sobre la mesa a otro candidato que no fuera Mazón, al considerar que la presencia del líder valenciano podría causar un ruido en el proceso de consecuencias imprevisibles, por lo que a priori debería ser un riesgo descartable. O lo que es lo mismo, parece que las opciones en caso de adelanto de las generales se inclinan como tesis más plausible la de seguir encapsulando a Mazón y mantener el horizonte de elecciones en 2027; seguida de la opción de lanzar también a la Comunitat Valenciana a un adelanto pero sin el presidente de la Generalitat como candidato. Así pues, la posibilidad de que Mazón vuelva a encabezar la lista en unos comicios unidos a los generales, parece la menos probable para lo dirigentes populares consultados.
Por tanto, el ardid planteado por Génova arroja una serie de pros y contras que, a buen seguro, serán valorados por la dirección nacional. Los populares más optimistas, creen que un adelanto en Extremadura, Aragón y Castilla y León, puede ofrecer coherencia discursiva en tanto en cuanto en esas tres autonomías no pudieron aprobar los presupuestos y tampoco parece que vayan a lograrlo en esta ocasión. Así, atendiendo a las exigencias que Feijóo le profiere a Sánchez, instándole a convocar elecciones al no poder aprobar las cuentas, la convocatoria electoral en estos casos tendría una clara lógica estratégica.
No obstante, pese a la confianza en que en estos territorios el PP continuará manteniendo la delantera y presidiendo, el crecimiento de Vox en las encuestas también debería ser un motivo de preocupación. Es más, si se realiza este 'superdomingo' autonómico en marzo y el partido de Abascal se dispara, la situación podría ser molesta para Juanma Moreno Bonilla, presidente de los populares en Andalucía, cuyas elecciones deberían celebrarse en junio y podría encontrarse con Vox en la cresta de la ola debido a los resultados en el citado 'superdomingo'.
Curiosamente, la situación especial de Mazón hace que la Comunitat Valenciana se sitúe al margen de estos análisis, por lo que todo apunta a que Génova tiene como hoja de ruta priorizar el encapsulamiento de ese problema territorial y relegarlo incluso a 2027 si fuera posible.